Secretos en la oficina

Extra 1:

Un año después:

SIENA

—Es un hecho señora Adams, usted está embarazada —habla la doctora mientras lee los resultados

Una de mis manos se va de inmediato a mi boca y las lágrimas inundan mis ojos. Hace un tiempo comencé a sentir los síntomas del embarazo y como no quería confiarme solo por una corazonada, decidí ir al médico y realizarme un examen de sangre, el cual resulta ha dado positivo, estoy embarazada.

— ¿Es completamente correcto? —pregunto y ella sonríe mientras asiente

—Felicidades señora, pronto usted tendrá un bebe —responde y las lágrimas corren por mis ojos

Emocionada salgo del consultorio luego de que la doctora me diera unas breves indicaciones que debía seguir ahora, pues al haber perdido a un bebe hacía de mi embarazo uno riesgoso no solo para el bebe sino para mí también. Hace aproximadamente un mes comencé con las náuseas pero como había pescado un virus no me pasó por la cabeza esa posibilidad, y luego de que un día saliera de una ducha recordé mi periodo y fue entonces cuando la idea del embarazo apareció.

Will y yo hablamos de tener hijos en unos años pero la idea de tenerlo ahora me emociona y más el hecho de que hoy es el aniversario de nuestra boda. Ya es 1 año de haber unido nuestras vidas frente a nuestras familias y amigos, un año lleno de aventuras, discusiones, reconciliaciones, sonrisas, lágrimas, risas y mucho más.

Camino por las calles con una sonrisa mientras busco la forma de decirle a Will, él se emocionó tanto con el nacimiento de sus sobrinos que la idea de que sea así con nuestro bebé me da ganas de llorar de alegría, más trato de controlarme al llegar. Entro a la casa y de inmediato una pequeña niña que es la copia de mi cuñada llama mi atención, ella está en el suelo viéndome seria y por instinto cargo a Devora, la hija mayor de Laura, y ésta ríe feliz cuando sonriéndole comienzo a hacerla rebotar en mis brazos.

—Creo que alguien está feliz de verte —comenta Will apareciendo de la cocina con un vaso de jugo con dibujos infantiles el cual le quito para darle yo misma a Devora

—Ella siempre es feliz de ver a su tía ¿no es así preciosa? —digo haciéndole una mueca y ella sonríe aún concentrada en su jugo

—Ya comió y corrió un rato, con eso dormirá y luego en la cena Laura vendrá —dice y lo observo acercarse —Feliz aniversario Siena —susurra y besa mis labios de forma casta

—Feliz aniversario Will —susurro de vuelta sonriendo hasta que Devora hace un ruido molesta y Will ríe cuando ésta jala mi cabello para quitar un pequeño lazo que tenía

—Eres tan terriblemente hermosa para tu suerte, de lo contrario te habría regañado por lastimar a la tía —le habla Will y ella sonríe soltando el vaso que casi al suelo de no ser por que lo agarro rápidamente mientras ella alza sus brazos hacia él —Oh no, tú te vas a dormir para que la tía y yo podamos hablar —comenta Will con una voz chistosa pero lo que dijo me llama la atención

— ¿Paso algo? —pregunto preocupada

—Lo hablamos cuando la niña esté dormida —responde y mis nervios aumentan

—Está bien, también tengo algo que decirte —digo y él asiente caminando con el tetero a la cocina

— ¿Dónde estabas? Saliste y ni te despediste —comenta con una mueca trise muy exagerada la cual me hace reír

—Solo fui a buscar una respuesta, te digo más tarde, no te preocupes —hablo y él asiente mientras regresando se posa atrás de mi para luego envolver sus brazos a mi alrededor y besar mi hombro izquierdo

—Está bien, te amo Siena.

—Y yo a ti William —susurro y Devora jala mi cabello de nuevo —Y también a ti pequeña traviesa.

**

—Gracias por cuidarla, no pensé que tardaría tanto —habla Laura cuando viene por Devora un par de horas después

—No te preocupes, sabes que amo tenerla aquí —responde Will y ella sonríe viendo a su hija la cual descansa en sus brazos

—Muchas gracias por cuidarla, sé que para ser tan pequeña es muy traviesa, los veo en la cena del domingo —dice Laura despidiéndose

La acompañamos a la puerta y una vez la vemos irse en su auto Will cierra la puerta y me ve.

— ¿Qué te gustaría comer hoy? Yo cocino ésta vez —pregunta y lo miro con una ceja alzada

— ¿Cocinarás? ¿Qué hiciste ahora William Jones? —pregunto mirándolo sería pues sé que cuando juega a la carta del esposo chef es porque hizo o quiere algo

—No hice nada, solo quiero cocinar algo por nuestro aniversario —responde fingiendo indignación y ruedo los ojos cuando finge secarse una lagrima

—Bien haré como que te creo el papel de víctima, cenemos pasta.

Will sonríe por mi comentario para luego de tomar mi mano arrastrarme a la cocina y sentarme en el mesón. Veo como William se mueve por el lugar sacando las cosas que utilizará, pone la olla con la pasta luego de que el agua hierva y entonces bajándome lo ayudo con la salsa que una vez está lista colocamos con la pasta en los platos. Vamos a la mesa y cuando me encuentro sentada el entonces me mira con mucha atención.




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