No sabes que tan difícil es hacer algo cuando te toca a ti. El valor en ocasiones se esconde en lo más profundo y se niega a salir. La cobardía sale por todos los poros de la piel riéndose de tu malestar.
Cuando tienes tantas ganas de demostrar lo que sientes y de decírselo pero no puedes. El temor se cuela en la garganta dejándote muda. Los miedos e inseguridades salen a flote.
¿Hablar o callar? ¿Dar el paso o esperar? Tantas decisiones que cada una de ellas depara un destino distinto.
En momentos concretos desearía ser más valiente y poder decir todo aquello que deseo. Dejar de planear todos los instantes y aceptar el destino de la vida. Lo bonito que es recibir y sentir emociones que no esperas
Hay que atreverse a ser valiente y contar lo que sientes. El miedo y la inseguridad siempre van a estar acompañados en cada mano. No obstante, debemos olvidarlos.
En esta vida debemos ser valientes. Porque cuando no haces eso que esperas te arrepientes. Y arrepentirte es un peso demasiado enorme que no podemos cargar. Si te atreves vas a surgir nuevas oportunidades y cosas bonitas que merecen la pena. Sino es así, te quitarás el peso de "que hubiera pasado si..."
¡Atrévete a ser tú! ¡Atrévete a no tener miedo! ¡ATRÉVETE a disfrutar!