Siempre veía las películas románticas por esos amores que creía que nunca me iban a llegar.
Las parejas que veía por la calle paseando me parecían de lo más bonito.
Esas fotos regalando amor en las redes sociales dejan entrever esa felicidad genuina.
Todo desde el punto de vista ajeno me parecía perfecto.
Hasta que te toca a ti. Y te das cuenta que no todo es la realidad. Que dar el primer paso cuesta mucho. Que pasar de la amistad a ser pareja es difícil. Los miedos e inseguridades se cuelan por todos lados. Todo entra en bucle y por protegerte te cierras en banda. Te pierdes que es sentir ilusión por ver o hablar con esa persona. El sonreir por una tontería o por un mensaje. El sentirte deseado y querido. Pierdes tantos sentimientos que dejas se sentir.
El amor es hermoso. Es algo tan increíble que no se puede llegar a describir. Vuelves a experimentar esa felicidad de cuando eres un niño pequeño y todo es tan divertido. Los planes en pareja te parecen de lo más interesante. El compartir algo con alguien es impactante. Las duchas en solitario son aburridas. Hasta estar tumbados en el sofá es mejor en pareja. El amor impregnado en el aire hace que todos seamos más felices. Un mundo menos egoísta y más feliz.