Creo que para nadie es un secreto haber estado enamorado alguna vez o sentir cierta atracción hacia alguna otra persona, incluso de ti mismo, ojo, sólo si tu ego es ultra mega envidiable, sentirías el amor físico propio, cosas como presumirte y hacer sentir a los demás que tú eres la o él Big Machine del instituto, es muy común, cliché tal vez, pero se supone, o supongamos, que debes sentirte amado sin importar que te demuestren lo contrario o te hagan sentir innecesario.
Cualquiera siente, cualquiera llora, cualquiera ríe; eso es común. Lo que te haría diferente de los demás sería el sentimiento que demuestras hacía ellos y la actuación de tus emociones referentes a cualquier situación de tu vida, a esto me refiero a que todos podemos ser sentimentales en cualquier circunstancia oportuna e inoportuna, pero la manera de demostrarlo, nos hace diferentes, nos hace personas.
La palabra "deseo" nos hace pensar en una petición mágica o en un sueño que pedirías que se hiciera realidad, desear con todo tu corazón algo que siempre hayas anhelado, desear que esa persona por fin te de la atención que tanto has esperado, desear estar cuerpo a cuerpo con alguien y poder sentir su esencia, desear buenas acciones para algún familiar, amigo o persona cercana a ti, nos hace soñadores, pero no siempre esos deseos se harían realidad e incluso algunas veces quisiéramos desear cosas que no tendrían ningún beneficio ni utilidad para nosotros mismos. Existen personas que no te desearían buenas acciones, sencillamente quisieran verte triste, con alguna molestia y que todo te saliera mal. No te quisieran ver emocionalmente estable.
Aveces pensamos en culpar a alguien porque el deseo que tanto hemos pedido se vuelve algo contrario o nunca ha llegado, te llenas de ira, molestia y con ganas de golpear o arrebatar lo primero que tengas a tu alcance.
¿No es así?
🌟Les invito a leer no una historia, si no mas bien reflexiones y uno que otro consejo y detalle acerca de lo que puede ser la sociedad hoy en día, especialmente en los adolescentes🌟.