Secretos Tormentosos

Capítulo 10

Ese simple beso fue tan mágico que me hizo darme cuenta que Luca me encantaba, después de besarnos. Estábamos algo agitados. Luca me abrazo muy fuerte y seguimos viendo la película. Cuando terminamos, subimos y Luca  fue conmigo hasta  mi habitación, me rapto y dormimos juntos sin hacer nada.

Me desperté cuando el sol estaba saliendo vi a Luca profundamente dormido a mi lado. No podía creer que después de darnos ese largo y prolongado beso todo parecía color de rosas y así fue muchas preguntas aun pasaban por mi cabeza, pero intentaba ignorarlas no quería arruinar nada malo. Igual estaba con un hombre que me gustaba demasiado a mi lado.

―  Buenos días cariño ― Dijo Luca al abrir los ojos, me dio una caricia con su mano, me agarro de un brazo para acercarme a él y besarme.

― Buenos días amore ― Dije muy contenta. Me recosté a su lado esperando que algo pasara, deseaba quedarme en la cama todo el día junto a Luca; se estiro para tomar su celular. Cuando lo reviso parecía molesto algo no le había gustado, su ceño se frunció y parecía muy molesto.

― Hoy te vas a quedar sola por un rato debo ir a ver a Donatella. ― Me sorprendí mucho al escuchar decir eso.

― ¿Por qué? ― Pregunte con mucha intriga. 

― Donatella me cuida como un hijo y Alessandro siempre quiere que este con ella cuando viene a la mansión. ― Cada vez que Luca hablaba salía con nueva información un secreto tras otro más inquietante que el anterior.  Pero era algo que debía aceptar si quería estar con él, su mundo siempre estaría lleno de secretos y asesinatos. Aunque podía llegar a dudar un poco de eso para estar con él, no me importaba en lo más mínimo.

― ¿Por qué la señora Gualandi te cuida como un hijo? ― Pregunte curiosa.

― Cuando ella y Alessandro perdieron a su hijo, yo llegue a la vida de ellos y siempre me han cuidado como si fuera su hijo verdadero, quizás no era la vida que deseaba, pero ha sido una gran vida no me puedo quejar de eso. ― Sonrío de lado no parecía muy convencido de lo que acaba de decir.

― Comprendo la verdad ahora tengo una infinidad de preguntas que hacerte, pero creo que mejor me las guardare.

― Deja que vaya donde Donatella y cuando regrese te contare la verdad sobre los Fantini y los Gualandi te lo prometo. ― Luca beso mi frente y se levantó de la cama.  Se fue a su habitación, me quede acostada un buen rato, mientras él se arreglaba. Pasaron unos cuarenta minutos y Luca llego nuevamente con una bandeja y bastante arreglado olía y se veía demasiado bien.

― Te prepare el desayuno, ya me debo ir. ― Dijo con una sonrisa de lado, no me gustaba quedarme sola y lo peor no poder estar con Luca. ― Perdóname lo que voy hacer voy a encerrarte, Paolo está por llegar y no quiero que te vea y empiece a pensar cosas que no son sobre ti. ― No me queje ni nada solo acepte y comencé a comer. Luca me dio un beso en la boca y se marchó. Terminé de comer y me acosté a dormir aún tenía algo de sueño, estaba muy cansada cómo el no estaría conmigo tampoco quería hacer nada así que opte por dormir un rato más.

Un golpe fuerte me despertó, parecía que algo estaba pasando afuera. Escuché pasos pasar por mi habitación Paolo había regresado, debió pasar a su habitación que estaba al final del pasillo, dio un portazo y me volví a dormir.

― Cariño despierta. ― La suave voz de Luca me despertó, no se ni que hora era ni cuanto tiempo había pasado desde que escuche los pasos de Paolo.

― Hola. ― dije somnolienta. ― ¿Qué ocurre? ― pregunte sentándome en la cama.

― Nada, te traje comida, Donatella pidió de un restaurante que le encanta y fue demasiada comida, creo que te va a gustar. ― Me dio un empaque y lo abrí. Saque con cuidado la comida y la probe.

― Esto está muy rico. ― dije dando otro mordisco y masticando. 

― ¿Cómo te fue con la señora Gualandi? ― pregunte entre bocado.

― Bien, aunque lleva unas semanas sin verla y se ve un poco más delgada me dijo que Alessandro está muy enfocado en algo peligroso. ― La reacción de Luca parecía preocupado por lo que estaba ocurriendo con los Gualandi.

― ¿Qué paso? ― pregunte preocupada.

― Ten voy a decir lo que pasa en realidad con los Gualandi y los Fantini, antes de irme te lo dije y lo hare. ― Dijo con mucha seriedad.

― De acuerdo. ― Dije con incertidumbre  

― Bueno las cosas fueron así Alessandro y Donatella tuvieron un hijo hace mucho tiempo, si no estoy mal creo que tendría mi edad 25 como te lo había comentado anteriormente y Vincenzo y Caterina Fantini tuvieron una hija dos años después, ahora tendría 23 años, Alessandro y Vincenzo vieron que unir a los niños era algo bueno para las familias.

― ¿Un matrimonio por conveniencia? ― me sobresalte un poco al pensar que esas cosas aun sucedían.

― Así es. ― Luca me robo un trozo de lo que estaba comiendo. Mastico y trago el pedazo de comida para seguir hablando. ―Alessandro y Vincenzo querían eso, pero todo dio un giro que nadie se esperaba, Donatella y Alessandro perdieron a su hijo cómo te dije, Alessandro siempre ha pensado que Vincenzo fue el que hizo el ataque que le pidió a los Gottardi para que atacaran a los Gualandi y mataran al niño para evitar ese matrimonio, por más de que Vincenzo le ha dicho que él no tuvo nada que ver con eso, él jamás le ha creído Alessandro dice que tiene algo para saber que fue el responsable pero nunca nadie más además de Alessandro lo sabe, ni siquiera me lo ha dicho a mi y eso que soy su mano derecha.

― ¿Eso es verdad?

― Nunca lo he sabido si eso es real o no. ― Luca se encogió de hombros.

― ¿Por qué quería Vincenzo y Alessandro querían unir a las familias?

― Bueno cuando dos familias dentro del negocio de la mafia se unen y más siendo tan poderosas si se vinculan por un matrimonio nadie es capaz de meterse con ellos porque saben que si lo haces pierdes.

― Por eso ellos dos querían casar a sus hijos, seguir con las tradiciones.




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