Me era imposible conciliar el sueño, me sentía tan mal, me levanté de la cama y me fui a sentar en el balcón. No podía dejar de llorar por lo que había pasado, me acurruque en la silla. Mis sollozos creo que despertaron a Luca porque las luces de la habitación se encendieron, intenté limpiarme el rostro con la camiseta de Luca.
― ¡Cariño! ― escuche a Luca gritar. No lograba que alguna palabra saliera de mí.
― L- Lu. ― Balbucee sin poder terminar la frase, me era muy difícil dejar de llorar. Las puertas del balcón se abrieron de golpe.
― ¡Nessa! ― Luca al verlo intente sonreír. Por la reacción de sus ojos estaba segura que se había dado cuenta que no me encontraba para nada bien.
― ¿Cariño que ocurre? ― Se acerco a mí cojeando y con dificultad y me acaricio el cabello, no podía dejar de llorar al pensar en esa horrible escena de la mujer. Luca me abrazo sin comprender que estaba pasando.
― Hice algo horrible. ― levante mi cabeza con suavidad, las lágrimas que caían por mis mejillas ya me ardían llevaba demasiado tiempo llorando.
― ¿Qué hiciste? ― La cara de Luca era de miedo.
― Mate a esa mujer. ― Luca limpio mi cara con sus manos.
― No hiciste nada malo, me salvaste de morir.
― Pero acabe con la vida de alguien, me estoy preparando para ser doctora y aparte el juramento hipocrático. ― me agarre la cabeza con desesperación eso me estaba carcomiendo la cabeza.
― No llores más de verdad Eleonora no importaba. ― Dijo haciendo un gesto con su boca de desaprobación.
― Luca era una vida humana. ― Refute.
― Vanessa lo sé y sé que tienes tu juramento y todo esto. ― Exclamo ahora algo molesto. ― Nosotros estábamos metidos en un negocio donde tienes que hacer las cosas bien si traicionas a alguien te mataran el negocio de la mafia es algo malo y nosotros a quien tengamos que asesinar lo hacemos. ― Luca declaro soltando muy fuerte el aire por su nariz.
― Comprendo. ― Deje de llorar ya no quería discutir con Luca sobre ese tema.
― Pero entiendo que esto no debe ser sencillo para una persona cómo tú.
― ¿Alguien como yo? ¿Qué quieres decir? ― Me indigne un poco.
― Lo lamento si sonó mal, lo que quería decir es que tú eres una persona muy dulce y solo piensas en ayudar a los demás por eso estudiaste medicina, y creo que matar a alguien no debió ser sencillo, aunque viéndolo desde mi punto de vista. ― Luca miro al horizonte donde el sol comenzaba a salir. Ya estaba amaneciendo. ― Salvaste mi vida, estaba demasiado lastimado y si no hubiera sido por ti ahora Paolo, tú y yo estaríamos muertos.
― Creo que, si tienes razón, por cierto. ― me pause pensando bien en como plantear mi pregunta. ― ¿Quién era esa mujer?
― Recuerdas que una vez de hable de Eleonora Fittipaldi que su padre no quería que me casara con ella por no ser un Gualandi de verdad. ¿Recuerdas? ― Asentí. ― Cuando su padre le prohibió que siguiéramos juntos, nos separamos, pero ella siempre quiso estar conmigo a pesar de todo, una parte de mi al principio si quería eso, pero cuando Alessandro me lo prohibió a mí, tome la decisión de dejarla.
― Pero eso no dice nada de porque estaba aquí. ― Luca suspiro algo desanimado. ― Ella siempre amenazo que, si estaba con alguien más que no fuera ella, simplemente la matarían sin importar nada. ― Mis ojos se abrieron con las sorpresas y mi corazón empezó a latir muy rápido.
― ¿Ella- Ella vino aquí por mí? ― Balbuce no sabía que él me había entendido.
― Así era ella. ― Confeso Luca. ― Ella era una de las pocas personas que sabían que estabas aquí y sabía que no le diría a nadie porque a quien le dijera pensaría que eras mi novia y ella a eso la mataría, la primera vez que vino me hizo jurarle que no tendría nada contigo juramento que claramente rompí y no me arrepiento. ― dijo fascinado sin apartar sus ojos de mí, me sentía segura cuando me miraba de esa manera.
― Me alegra que lo hayas roto. ― Sonreí tímidamente.
― Más bien regresemos a la cama y durmamos un rato, es muy temprano y fue una noche complicada para ambos.
― Gracias Luca. ― Dije con una media sonrisa.
― ¿Por qué? ― Preguntó extrañado.
― Me salvaste de una violación segura. ― Se puso de pie y me estiro la mano. ―Te dije que te iba a proteger, nada malo te iba a pasar y eso era una promesa que no voy a romper, y bueno señorita no has dormido nada. ― Luca me jalo con suavidad hasta donde él y me abrazo por la espalda caminamos así hasta su cama la cual estaba algo desordenada. Nos acostamos, el me abrazo para que me durmiera más tranquila, lo abrace con cuidado para no lastimarle sus heridas y así fue a los pocos minutos me quede profundamente dormida.
Los días pasaron el calor seguía igual de fuerte, había hecho la cuenta de que llevaba con Luca más de un mes y medio parecía más tiempo porque no salía de esa casa, pero a pesar de eso me había acostumbrado a escuchar disparos, cristales rotos, autos que llegaban a cualquier hora, ya era parte de la rutina y me había acostumbrado. Otra de las cosas que había cambiado es que Luca y yo dormíamos juntos, pero no habíamos tenido relaciones, era algo muy extraño ahora que lo pensaba no sabía la razón. Esa noche antes de dormir hablaría con Luca.
― ¿Puedo preguntarte algo? ― Le dije mientras se cambiaba pude notar que la ropa que se quitaba estaba sucia de sangre, hasta eso se me había muy normal.
― Claro cariño ¿Qué ocurre? ― Pregunto intrigado mientras se colocaba la camiseta. Yo estaba hincada abrazando una almohada porque me ponía nerviosa.
― ¿Por qué nosotros no lo hemos hecho? O ¿No te causo ningún mal pensamiento como me dijiste una vez a los pocos días de llegar aquí? ― Los ojos de Luca se abrieron tanto que parecía que se le iban a salir de su órbita.
― Bueno, creo que no te he querido obligar hacer algo que no quieras y solo quiero estar contigo cuando estes lista y en esos días no quería nada contigo, pero la verdad cariño ahora produces en mis todos los malos pensamientos que se te pueden ocurrir y contigo quiero todo. ― parpadee sin poder creerme esa respuesta, parecía un cliché de comedia romántica y con algo de lujuria.
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Editado: 02.06.2022