Me dolía un poco la espalda así que fui a sentarme en una de las sillas de mimbre que teníamos en el pórtico de nuestra nueva casa, la anterior casa me gustaba mucho pero ya era algo pequeña para ver a otro niño corriendo por todas partes. No fue muy complicado encontrar una casa grande, al estar en esta nueva casa recordé mi periodo en esa gran mansión a veces me preguntaba que seria de ese lugar. Según lo que Luca me comento una vez la iban a demoler para no dejar ninguna evidencia y era una forma de ayudarnos a ocultarnos más.
Me encontrar en el tercer trimestre de mi tercer embarazo, aun me daban algunos antojos extraños que Lucas y mis otros hijos no lograban comprender como me gustaba comer ciertas cosas juntas cómo el más raro que me parecía una delicia era atún con helado de chocolate.
Esa tarde de verano me hizo recordar mucho en como Luca y yo nos conocimos, habían pasado quince largos años desde ese instante en la biblioteca que Luca me agarro por la cintura y me subió a una camioneta para cambiar mi vida para siempre.
Desde que estuve en ese lugar siempre pensé que saldría muerta y que nunca podría terminar de estudiar medicina. Fue muy difícil que después de casi tres meses volver a iniciar una nueva vida, en un nuevo lugar, un nuevo hogar e incluso con un nuevo nombre. Nadie sabía el nombre real de Luca ni mío ni siquiera nuestros hijos. Después de encontrarnos por sorpresa en la pequeña casa de Messina, las cosas no fueron tan sencillas como lo esperábamos. Efectivamente como me había dicho Bianca mis practicas comenzarían en el hospital, pero cuando me decían “Dra. Carpente” o “Diletta” no volteaba o no ponía atención, porque no estaba acostumbrada a que me dijeran de esa forma, a Luca también le pasa lo mismo con “Señor Carpente” o “Francesco” fueron seis meses mientras nos logramos acostumbrar a nuestros nuevos nombres.
En nuestro primer año Luca me propuso matrimonio, le había dicho que nosotros ya estábamos casados pero que nunca lo había hecho como debía ser, a los seis meses siguiente quede embarazada de nuestro primer hijo Prieto, fue embarazo muy tranquilo y agradable para ambos, con mi segundo embarazo que fue cuatro años después de Pietro pensábamos que tendríamos una niña y si fue así, pero esa pequeña llego por partida doble y tuvimos a nuestro par de gemelas Melina y Valentina.
Prieto era la misma imagen de Luca y Alessandro los tres eran una fotocopia mientras que las niñas se parecían más a mí. Cuando quede embarazad de Prieto deje de pintarme el cabello la verdad el negro no me gustaba y usarlo por casi dos años me tenía aburrida de estar teniendo que cuidar la raíz así que al saber que estaba embarazada lo deje de pintar, fue muy extraño para nuestros nuevos amigos y conocidos verme castaña.
Durante los primero cinco años, Luca tenía demasiadas pesadillas algunas noches tenía pesadillas y se despertaba asustado, cubierto de sudor y muy agitado; siempre era el mismo sueño, nos encontraban y nos mataban a todos en una sola noche y él no podía hacer nada para protegernos, lo único que lograba tranquilizarlo era cuando me veía a su lado durmiendo, siempre me despertaba y nos abrazábamos para que pudiera dormir plácidamente en lo que quedaba de noche. Incluso a veces se despertaba Pietro asustado por los gritos de Luca, pero no podía enojarme con Luca, parecía que aun tenía miedo de que nos encontraran o algo, pero pasando el tiempo las pesadillas de un momento a otro desaparecieron.
Al tener a Pietro mientras terminaba de estudiar y junto a mis practicas fue realmente complicado, pero gracias al apoyo de Luca todo salió muy bien, me titule en medicina y luego me especialice en pediatría. Cuando por fin había terminado todos mis estudios, junto a Luca tomamos la decisión de irnos a Canneto, entre más alejados de todo estuviéramos mejor, aunque ninguno de los dos hablara del tema, el miedo nos siguió un par de años más.
Luca ejerció durante tres años su título en relaciones y negocios internacionales, pero a la final no le gustaba eso y formo un restaurante panadería, el cual fue un éxito rotundo, cuando nos mudamos a Canneto dejo abierta la sucursal en Messina y alguien se la administraba. En Canneto abrió una nueva que también fue un gran éxito y aunque él la administraba, le gustaba más en este lugar porque era más cerca de casa y no le quitaba tanto tiempo como en Messina. Muy de vez en cuando a Luca le llega un correo de unas promociones de viajes que en realidad eran encriptados por Bianca para contarnos que estaba sucediendo con todos.
Alessandro había muerto dos años después en una balacera con otras familias de mafiosos, era de esperar que eso ocurriera, Donatella se quedó con todos los millones que tenía Alessandro y los utilizo para donarlos a fundaciones y orfanatos, Paolo quedo al mando, se encargaba de dirigir todo lo que tenia que ver con la familia Gualandi, pero según Bianca el también quería salirse del negocio así que de a poco fue arruinando cosas y dejando negocios quietos, supimos que demolió la mansión y después de cuatro años no supimos más de él. De los Fantini no se sabía nada Isabella, al saber que mi padre había muerto y no le dejo nada de dinero busco otro pez gordo para casarse. A los Vismara les estaba yendo bien, pero tuvieron que seguir con su vida para librarse de todos los lazos conmigo y no terminar en ningún problema, no los culpo era necesario que lo hicieran. Lo único que no me gustaba era que los rumores de que la última Fantini seguía viva me producían temor, pero nadie sabía si era cierto o verdad, me daba miedo a veces ver las noticias y ver la foto de Luca o mía. Pero así fueron los primeros seis años después de eso todo mejoro y nuestra vida era muy tranquila.
Al mudarnos a Canneto pensamos que las cosas iban hacer muy difíciles, pero la gente de ese pequeño pueblo era muy querida y nos recibieron demasiado bien, aunque nos conocían como Diletta y Francesco Carpente una pareja de esposos que se habían mudado a Canneto para empezar una nueva vida, lejos de ciudades grandes estaban cansados de la vida caótica de Roma, aunque vivieron algunos años en Messina querían mucha más paz y solo en Canneto la encontrarían. Los Carpente tres hijos, un pequeño y dos niñas más un perro.
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Editado: 02.06.2022