Al llegar al palacio la reina me invade de preguntas que no puedo contestar por que prometí no decir nada, pero a la ves no le entiendo por qué habla tan rápido que sus preguntas son un poco confusas.
-Vamos niña cuéntamelo todo que me muero de la curiosidad.
-Bueno no paso mucho solo me hizo preguntas de mis conocimientos si se leer, escribir y comento que haríamos un viaje hoy al reino de Lignum. – lo suelto lo más rápido que puedo para no arrepentirme.
-Enserio, pero si acaba de llegar a casa y se va de inmediato, por que se esta portando raro el no es así ni siquiera me invito al viaje sabe que me gusta visitar mi reino de origen.
-¡Usted es del reino de Lignum casi lo olvidada! - ¿Cómo es?
-Es un lugar hermoso con los mejores atardeceres de todos los reinos para llegar tienes que hacer unas horas en tren, pero cuando sientes el olor a mar sabes de inmediato que tienes que ir a la playa y meter los pies en la arena.
-Se oye maravilloso.
-Lo es, sabes en esa playa conocí a mi difunto marido había enloquecido cuando mi padre me dijo que me casaría con el enemigo y me fui a la playa a relajarme y apareció de repente y se sentó conmigo en una piedra jamás me hubiera imaginado que el príncipe de Safehold el hombre con la reputación de no tener ni una pizca de humildad estuviera sentado en una roca pidiendo mi mano en matrimonio.
-Debió ser muy complicado estar en esa situación.
-No, la verdad me enamore a primera vista de el fue mi primer y único amor.
- ¿Qué se siente estar enamorada?
-Bueno sientes una punzada en el corazón como si este lo reconociera y al tocarse las manos sientes corrientes eléctricas y de la noche a la mañana ya no puedes respirar sin su presencia. – se le salen varias lagrimas al comentar lo ultimo y no puedo aguantar las ganas de darle un abrazo. -lamento mucho su perdida no debí ser tan imprudente al preguntar.
-No digas tonterías Stella me da mucha alegría de contar mi historia de amor ya que no tengo nietos interesados en ella.
-Seguramente estarían encantos en escucharla.
-Lo dudo tengo cuatro nietos y ninguno les presta atención a mis historias
-Entonces ellos se lo pierden. – me podría decir que le gusta empacar a su majestad para viajar me pidió que lo hiciera, pero la verdad no tengo idea de que llevar ni siquiera para mi.
-No te preocupes querida ven vamos arriba le diremos a Diana y Lucia que lo hagan ellas mientas nosotras tomamos el té. – pero esa no es mi tarea como asistente.
Si, pero tú eres como de la familia no tienes que hacer esas cosas aparte ellas saben que hacer llevan tiempo haciendo el equipaje de mi nieto desde hace mucho tiempo.
Siento un nudo en la garganta ella me considera parte de su familia mientras yo le miento descaradamente espero que el día que salga la verdad pueda perdonarme.