-Salgo rápidamente y voy directamente a cubierta para apreciar las estrellas, cuando era un niño mi tío materno siempre decía que cuando te sientes perdido la estrella polar que guía a los marineros a no perder el rumbo me ayudara a navegar la vida, en ése momento no entendía la verdad en sus palabras solo lo comprendí cuando me obligue a crecer para poder ser un buen rey a mis solo quince años y tuve que aferrarme algo para continuar la vida y la pérdida.– siento una mano en mi hombro sabiendo quien es ya que sería el único atrevido en tocarme.
-Apreciando tu última noche de privilegios.
-Mas bien apreciando la vista y la vida.
-Sabes que estas a tiempo de echarte para atrás.
-Un rey nunca retrocede.
-Eso es una estupidez y lo sabes.
-Claro que no, el show debe continuar y estamos a minutos de llegar mas bien mira que todo este en orden para continuar con el plan.
Lo observo retirarse con clara molestia en el rostro algo que me hace sonreír molestar a tus primos menores nunca deja de ser divertido saco mi reloj de bolsillo y ya casi es la hora de ejecutar el plan y voy a mi camarote a prepararme y preparar a la señorita que no tiene ni idea de que está pasando.
Bajo las escaleras y voy directamente a tomar mis cosas los documentos y un poco de mis pertenencias lo pongo todo en pequeña mochila de cuero y después me pongo en marcha a tomar la bomba que esta en la maleta que me dio mi primo hace unas horas y me dirijo a la habitación de alado no sin antes tocar la puerta no quiero sorpresas como hace un rato mi cabeza todavía siente los estragos del incidente abro la puerta al escuchar el pase y no pierdo el tiempo en explicar con lujo de detalle y solo digo. – vamos a estallar el barco digo mientras saco la bomba y la coloco en la mesita de noche.
-¿Que es eso?
-Una bomba.
-Majestad con todo respeto esta loco no puede hacer estallar su propio barco con todos adentro nos matará.
-y quien te dijo que estaremos adentro cuando explote.
-Esto es una locura.
-Tal vez pero es la única salida que hay por el momento ahora toma tus cosas saldremos de aquí.- Al ver que no se movía tomo su mochila y la arrastro a mi habitación, abro la puerta secreta que es para el uso exclusivo del rey en caso de una emergencia, tomo su mano y la conduzco por el pasadizo secreto hasta llegar a la parte trasera del barco justo a tiempo para escapar por la falta de personal ya que están en la cubierta para bajar a la isla y divertirse es una lástima no poder unirse pero hay cosas más importantes conduzco a la señorita a mi lado al borde para saltar del barco.
-Espera hay que pensarlo mejor no creo que sea buena idea saltar podríamos morir.
-No exageres he saltado muchísimas veces antes.
-Bueno también esta la cuestión que yo no se nadar.
-¡Tu padre nunca te enseñó!
-Tiene dañada la columna por servir al reino y su familia, majestad.
-Okey no voy a perder más tiempo tenemos que saltar.
-Pero no puedo.
-Si puedes yo te ayudare abajo ahora salta.- tome su mano y sin dar aviso nos hice saltar juntos en la caída soltó mi mano y al caer en la fría agua del mar la perdí de vista.