POV' S MATTHEW
Hace dos meses atrás...
Hoy me he despertado con ganas, hoy vuelve Kay desde Londres, ella está trabajando en la empresa de su padre, y la sede está allí.
Hace un par de semanas que se fue, la he echado bastante de menos, no pasábamos todo el día juntos, pero sí que nos veíamos casi todos lo días y si no podíamos quedar nos llamábamos de vez en cuando. Desde hace un mes, me apunté a un curso de fotografía.
Como aún no se que es lo que quiero hacer, no he optado por ninguna carrera ni ningún grado. Para poder pagar el alquiler estoy trabajando de dependiente en una tienda de ropa, no se gana mucho dinero, pero el suficiente para las facturas. Para poder pagar el regalo de Kay, tuve que buscar un trabajo temporal de camarero en la noche. Siempre llegaba tarde y me tenía que levantar temprano, el poco tiempo que tenía para descansar era por la tarde, que es cuando quedaba con ella, aquel mes estaba muy cansado siempre y no la culpó, fue mi idea darle ese regalo tan caro.
Me levanto de la cama para darme una ducha, me Quito el pijama, abro el grifo y dejo que el agua empiece a calentarse. Entro bajo la ducha y siento como cae el agua en mi cara y como se destinan los músculos de mi cuerpo, es relajante una buena ducha, me enjabono y me enjuago con agua más fresca para lograr despertarme y despejarme. Agarro la toalla que hay fuera de la ducha y salgo en dirección a mi habitación, en cuanto salgo me da frío por ir mojado y me enrollo en la talla como si fuera un niño pequeño. Me siento en mi cama hasta que entro en calor y paso a cambiarme.
No tengo ganas de preparame nada así que, de camino al curso me pillo un café y algo más.
Aún queda una una hora, salgo de casa, y en el aparcamiento de en frente está mi Impala Chevrolet negro del sesenta y nueve. Esta hermosura es de mi abuelo, me lo regaló por mi 16 cumpleaños, desde entonces lo he cuidado como si fuera una reliquia, para mí lo es.
Abro la puerta del piloto me siento y conduzco hasta la cafetería con servicio de auto más cercana. No parece haber mucha gente, solo llevo un coche por delante, espero mi turno, y el coche de delante se mueve y me coloco donde estaba.
-Buenos días, ¿que desea? - me dice una voz automática.
- Un Mokaccino y un par de donuts de azúcar, sin chocolate.
- Marchando un Mokaccino y un donut de azúcar y chocolate - esperaa, eso no es lo que pedí.
- Quiero dos donuts de azúcar sin chocolate - vuelvo a repetir
- De acuerdo, en total, un Mokaccino, dos donuts de azúcar sin chocolate y un donut de azúcar con chocolate- por el amor de Dios, malditas máquinas, ¿tan difícil puede ser poner una persona de carne y hueso?
- Venga vale- el donut que queda se lo regalo a mi profesor quizás me suba la nota
- Por favor, diríjase a la siguiente ventanilla- mantengo la calma porque hoy quiero relajarme y me acerco donde me indica, un chico amable me entrega lo que pedí, y lo que no, y le pagué en efectivo.
Cerca del edificio donde está el curso hay un pequeño parque con bancos, saco mi desayuno y me siento allí, me coloco unos cascos y me pongo a escuchar algo de música.
Ya he terminado de desayunar y subo a la quinta planta y entro a la tercera puerta a la izquierda hay unas cuantas mesas individuales y antes de sentarme en segunda fila, le doy el donut que me sobra al profesor.
- ¿Chantaje? - me pregunta con una ceja alzada.
- Puede- le digo y me siento en mi sitio.
A partir de ahí, empieza la clase y tomó mis apuntes, hoy toca teoría, sinceramente me empieza a aburrir, quiero práctica eso es lo que me gusta, se que es importante lo que explica pero aún así me da tremenda pereza.
Embeces la vida es dura.
Chester, hombre, hola. Hoy estoy contigo.
Soy la mejor parte de tí, como pa que no me quieras.
Salgo de clases y afuera veo a los gemelos, Aiden y Aydan.
- Eyy... - Les llamo y buscan de donde viene mi voz hasta que miran hacia donde estoy y vienen.
- ¿Que tal?, últimamente no nos hemos visto- dice Aydan, que por cierto tiene un morado en el ojo, de hará un día, no mucho más, y parece que lleva maquillaje por encima para suavizar ese color morado con tonos verdes. Luego me fijo en Aiden, que lleva el labio y la ceja partida y lleva bastantes ojeras que me dicen que no ha dormido muy bien.
- Pues yo bien, pero vosotros ya veo que no, ¿ qué os ha pasado? ¿os habéis metido en algún problema?
- ¿Se lo decimos?- dice Aiden susurrando paro aún así logro escucharlo. Aydan se encoje de hombros y asiente- Antes de ayer por la noche, volvíamos de casa de Alexis en nuestro coche y sabes que para ir a nuestra casa hay que pasar por el bosque Darknight, el caso es que vimos a alguien en medio de la carretera frenamos a tiempo para no atropellarle y no nos dimos ningún golpe por suerte. Bajé la ventanilla para preguntarle si estaba bien, si estaba herido y el hombre salió corriendo bosque adentro. Cuando llegamos a casa y encendimos la luces y le vi la cara a Aydan y él vio la mía. No sabemos cómo pasó, simplemente ocurrió. Yo desde esa noche no he logrado dormir bien, ese hombre aparecía en mis sueños, como si se metiera en ellos.
-Joder, chicos pero, ¿os pasó algo más o estáis bien?- realmente no saco ninguna conclusión lógica a esto, puede que se hubieran dado un golpe con el volante o el salpicadero, pero si ellos dicen que no, yo les creo- ¿Ese hombre como era?
-El hombre mediría un metro ochenta más o menos, pelo negro negro oscuro algo largo y ondulado. Sus los ojos también parecían negros, no te puedo decir con claridad, no había mucha luz, complexión atlética y vestía de negro.
- Luego echo un vistazo en la base de datos de desparecidos, no tengo mucho que hacer y quizás encuentro algo.
-Gracias por no tomarnos por locos- dice Aiden riéndose y le seguimos.
- Locos estábais mucho antes de esto- le digo dándole un golpe juguetón en el hombro.
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Editado: 24.11.2020