El término Nueva era o New age se refiere a una serie de prácticas y creencias espirituales o religiosas que crecieron rápidamente en el mundo occidental durante la década de 1970. Las definiciones académicas precisas de la Nueva Era difieren en su énfasis, en gran parte como resultado de su estructura altamente ecléctica. Aunque analíticamente se considera con frecuencia como algo religioso, los que participan en ella suelen preferir una designación en términos como Mente, Cuerpo, Espíritu o "espiritual" y rara vez utilizan el término Nueva Era ellos mismos. Muchos académicos del tema se refieren a él como el Movimiento Nueva Era o Movimiento New Age, aunque otros rechazan este término y sugieren que es mejor verlo como una comunidad social o un zeitgeist.
Como forma de esoterismo occidental, la Nueva Era se basó en gran medida en una serie de tradiciones esotéricas más antiguas, en particular, las que surgieron del ocultismo que se desarrolló en los siglos XVIII y XIX. Entre las influencias ocultistas más destacadas se encuentran las obras de Emanuel Swedenborg y Franz Mesmer, así como las ideas del espiritismo, el Nuevo Pensamiento y la Teosofía. Una serie de influencias de mediados del siglo XX, como las religiones OVNI de la década de 1950, la contracultura de la década de 1960 y el Movimiento del Potencial Humano, también ejercieron una fuerte influencia en el desarrollo temprano de la Nueva Era. Los orígenes exactos del fenómeno siguen siendo controvertidos, pero hay acuerdo general en que se convirtió en un movimiento importante en la década de 1970, momento en el que se centró en gran medida en el Reino Unido. Se expandió y creció en gran medida en las décadas de 1980 y 1990, en particular en Estados Unidos. A principios del siglo XXI, el término New Age era cada vez más rechazado dentro de este entorno, y algunos académicos sostienen que el fenómeno New Age término en ese entonces.
A pesar de su naturaleza altamente ecléctica, se han identificado una serie de creencias que se encuentran comúnmente dentro de este movimiento. Desde el punto de vista teológico, las creencias de Nueva Era suelen creer en una forma holística de divinidad que impregna todo el universo, incluidos a los propios seres humanos. Por lo tanto, hay un fuerte énfasis en la autoridad espiritual del yo. Esto va acompañado de una creencia común en una amplia variedad de entidades semidivinas no humanas, como ángeles y maestros, con los que los seres humanos pueden comunicarse, especialmente a través de la forma de canalización. Una creencia común dentro del movimiento Nueva Era es que, si bien la humanidad vivió en una época de gran avance tecnológico y sabiduría espiritual, ha entrado en un periodo de degeneración espiritual que se remediará con la instauración de la próxima Era de Acuario, de la que el medio recibe su nombre. También hay un fuerte enfoque en la curación, particularmente utilizando formas de medicina alternativa, y un énfasis en la noción de que la espiritualidad y la ciencia pueden ser unificadas.
Centrados principalmente en los países occidentales, los creyentes envueltos en el movimiento New Age han sido predominantemente entre la clase media y media-alta. El grado de involucramiento de los miembros de la Nueva Era varía considerablemente, desde los que adoptan una serie de ideas y prácticas hasta los que la abrazan por completo y le dedican su vida. Este movimiento ha generado críticas por parte de organizaciones cristianas establecidas, así como de neopaganismo y comunidades indígenas. A partir de la década de 1990, el movimiento New Age se convirtió en objeto de investigación por parte de académicos de estudios religiosos.
Concepción
Diversos estudiosos de este fenómeno han rechazado el uso de etiquetas terminológicas tradicionales para definir una corriente como la Nueva Era. Según Vicente Merlo, el término «movimiento» sería el más adecuado, ya que carece de las connotaciones de carácter institucional, dogmático o cultural que comúnmente se asocian a otros términos como «iglesia», «secta» o «culto». Dada la dificultad de delimitar el concepto de «religión», sería preferible calificar la Nueva Era como uno entre diversos «nuevos movimientos espirituales» surgidos en fechas recientes. Por su parte, Paul Heelas sostiene que la palabra «movimiento» no es adecuada ya que implica una organización y administración de las que la Nueva Era carece.
La revitalización hoy en día del interés por la brujería, la magia y lo oculto en general, todo forma parte de la llegada de la Era de Acuario.
Doreen Valiente
La Nueva Era promueve un retorno del ocultismo, la hechicería y las supersticiones, otorgando nuevos nombres a prácticas ancestrales.
Los propagandistas de la Nueva Era tratan de persuadir a participar en prácticas como la adivinación, la astrología, la telepatía y la comunicación con los espíritus.
Creencias :
Buda
Su sistema de creencias no está unificado sino que es un agregado de creencias —sincretismo— y de prácticas a veces mutuamente contradictorias. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con la exploración espiritual, el misticismo y el mantenimiento de la salud, el higienismo de principios del siglo XX, el chamanismo y animismo, y corrientes místicas modernas como la antroposofía.
Algunas de estas creencias son reinterpretaciones de mitos y religiones, sin ser consistentes con ninguna de ellas. Así, hay individuos que emplean un enfoque del tipo «hágalo usted mismo», otros grupos con sistemas de creencias establecidas que recopilan religiones, y aún otros sistemas de creencias fijos, como los clubs u organizaciones fraternales. Por ejemplo, pueden compatibilizar el dogma cristiano de la divinidad de Jesucristo con el karma como mecanismo de justicia, y a la vez negar la existencia del infierno. Es frecuente que los conjuntos de creencias así adoptados rechacen los aspectos más negativos de las mitologías o religiones en que se basan, adoptando los más agradables. Debido a la variedad de creencias a la carta, cualquier categoría coherente puede parecer restrictiva o incompleta.