Secuestrada ©

5. Grita mi nombre de nuevo...

Gabriela'S

Agotada y un poco asustada, me recosté en el suelo, mirando el oscuro y húmedo techo. Me puse a pensar en mis hermanos, ¿como son? ¿serán parecidos a mí? ¿como se llaman?...
Tengo unas ganas tremendas de poder conocerlos, pero lo que mas me asusta de ese pensamiento, es no poder vivirlo, ya que temo morir.
Hay que ser realistas ¿saben? Y no digo que sea algo fácil decir algo así, aceptar de que en cualquier momento puedo perder la vida, es muy devastador, pero también es muy ilusionador pensar, que algún día saldré de aquí. No quiero hacerme la cabeza.
También tengo miedo de seder en mis palabras, revelar la verdad de mis hermanos, traicionar a mi única familia que me queda. Me siento tan conectada a ellos, siendo que ni los conozco.
La puerta se abrió, dejando entrar una tenue luz.

-Te traigo la comida, y unas pastillas para que te sientas mejor - dijo en una voz fría y apagada.

Me cruce de brazos - ¿y si te dijera que no tengo apetito?

Me miró cansado y puso la bandeja en el suelo - ¿vas a obligarme a que te de de comer niña?

No se porque, pero lo que dijo hizo que me sonrojara. Gracias a que el lugar está lo suficientemente oscuro, para que no lo notara.

-¿Que me harán una vez que terminen conmigo? - pregunte asustada por la respuesta, mientras comía un poco de lo que me trajo.

Éste me miro algo sorprendido - pues, veremos que nos conviene. Si usarte para algo más o ...

-Matarme - me encogí de hombros ya resignada, mientras bebía un poco de agua con las pastillas.

-Si... - dijo arrastrando la "i"

-Que divertido tu trabajo ¿no? - dije riendo - ver sufrir a las personas, te debe encantar cuando te ruegan por sus vidas. Cuando piden piedad - alce una ceja, al ver lo pillé desprevenido - adivino, apuesto a que se te para cuando gritan suplicando que no los maten.

Apretó sus dientes y me señaló desafiante - calla, tu no tienes idea.

Alce mis cejas por su repentina respuesta - ¿que? ¿te cuesta oír tu verdad? ¿Isaac? - dije lentamente su nombre, mientras bebía un poco más de agua.

Gruñó por lo bajo, y se me tiró encima - mira niña, tu no eres quien para hablarme de esa forma. Eres mi prisionera, y puedo hacerte lo que quiera - dijo mientras hacia más presión en mi entrepierna.

Trague fuerte, y un miedo comenzó a recorrer todo mi cuerpo - te odio - dije mientras unas lágrimas brotaban por mis ojos.

Rió por lo bajo, y cogió mis manos - ¿sabes? No eres la primera ni la ultima persona que me dice eso - se encogió de hombros - pero el que lleva el mando aquí soy yo, ¿me oyes? Así que deja de hacerte la valiente jugando conmigo, porque nada lindo saldrá de ésto - dijo mientras pasaba su nariz por mi cuello, provocando que se me erizaran los bellos de mi nuca.

-Sal, de encima mío - dije corriendo la cabeza, y haciendo fuerza en mis manos - ahora.

Un pequeño llanto salio de mi garganta, lo cual provocó risa en Isaac.

-¿Quien tiene el control ahora? - dijo algo vacilon, mientras se alejaba de mí bruscamente - vendré en unos minutos para verificar que hayas comido todo - antes de salir me miro sobre su hombro - cualquier cosa grita mi nombre de nuevo - me guiñó un ojo, y cerro la puerta de golpe.

Agarré mi pelo desespera y tiré de él mientras largaba un grito ahogado. 
¿Quien se cree que es?
No puedo creer que cuando ese tal Trevor me atacaba, haya recurrido a llamarlo a él. ¡Como si fuera alguien que me proteja!
Y lo mas irónico de todo, es que lo sacó de encima mío. Pero eso no significa nada, y más aún, cuando le dijo que no quería que se pasase de la raya. En teoría a el importaba un bledo si me manoseaba o violaba.
¡En que estoy pensando Dios! Gabriela, el es un hijo de puta, ¡no puedo creer que en un momento creí que le importaba! Me siento muy patética al haber supuesto eso.
No solamente lo odio a él, me odio a mí, por tener esos pensamientos en mi cabeza.

Ben'S

Largué una carcajada cuando Theo se volcó toda la comida encima.

-¡¿Por qué siempre me pasa lo mismo?! - dijo enojado.

-Por idiota, ¿quién se pone a contar cuántos arroz hay en su plato? - dije metiendo un bocado de carne en mi boca.

-Iba 143, casi terminaba - rodó sus ojos, y se levantó para buscar otra ración.

-Theo cuidado... - dije al ver que detrás suyo había un charco de su propia agua, quien por idiota había derramado en el suelo.

-¿Qué... - dijo dos segundos antes de que lo pisara y cayera, golpeando sus costillas con la mesa del costado y cayendo al suelo.

Largué una carcajada al ver su cara de dolor - ¡eres menzo! - dije tomando mi panza al no poder parar de reírme.

-Oh mierda - dijo tomando su estómago.

-¿Estas bien? - dije asomando mi cabeza calmando mi risa - Theo...

Me acerque a su lado divertido.

-Okey, deja de hacerte el actor. Te salió muy bien hermano - dije sonriendo, pero una electricidad corrió por mi cuerpo - ¿Theo?

Lo di vuelta lentamente, y pude notar que estaba inconsciente.




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