Secuestrada ©

7. ¿Tienes una hermana?

Isaac'S

Apreté fuerte el escritorio cuando oí otro de sus estúpidos gritos. Cerré mis ojos, y saqué un de mis cigarrillos para poder pensar en otra cosa. Suspire profundo y me recosté sobre mi silla.
No pude evitar mirar fijamente aquella puerta de donde provenían sus gritos desesperados. Pidiendo ayuda, diciendo una y otra vez mi nombre...
¿Qué cree? que la haya sacado de aprietos una vez, no significa que vuelva a hacerlo. Además Matt la está dañando, de una manera distinta a lo que le iba a hacer Trevor.

-¡Para por favor! ¡duele! - dijo mientras largaba un llanto.

Un escalofrío subió hasta mi nuca y me mantuvo tenso, apretando cada vez más el escritorio.
Miré la hora de reojo, ya habían pasado 30 minutos, y a los 45 recién se le da un descanso a la víctima.
Solo 15 minutos más, sólo eso aguanta niña, aguanta...
La puerta se abrió, y salio Matt limpiando su frente de transpiración.

-Se desmayó, ve a verla. Acuérdate que la necesitamos viva.

Lo miré fijo - ¿nada?

-Ni una sola palabra, la chica es fuerte, costará hacerla hablar - sonrió de costado - pero descuida, tengo mucho más juguetitos, de donde saqué éste - dijo levantando el electrochoque.

Lo miré prestando atención a sus palabras, al mismo tiempo que buscaba el botiquín de primeros auxilios.

-¿Sabes? No paraba de decir tu nombre en un momento - rió por lo bajo - ¿no será que tú...

-Veré que puedo hacer, y de lo que ibas a decir, es mejor que lo pienses, tú mejor que nadie sabe lo que está en juego aquí - dije desapareciendo tras la puerta con el botiquín, y cerrándola.

Me giré lentamente, y allí estaba, tirada con su cabello revuelto, sus mejillas rojas y húmedas, y marcas de quemadura en sus brazos.
Suspiré profundo, y caminé hasta al lado suyo, me incliné y toqué su hombro para girarla.

-No... - susurró en un hilo de voz.

Tragué fuertemente - soy Isaac, Matt se fue - le dije en un susurro - voy a curarte.

-Déjame - dijo sacando mis manos de encima suyo - ya déjame... - su voz ésta vez sonó ronca y en un leve sollozo.

Hice una mueca - no puedo niña, sabes que no puedo.

-Te odio - dijo con lágrimas en sus ojos.

-Si, lo sé - dije limpiando y desinfectando sus heridas.

Si sigue bajo éstos maltratos, creo que ya no podré ayudarla, necesita aunque sea una semana para que se recupere (aunque sea un poco), ¡pero no tenemos ese tiempo maldita sea! Mi hermanita no tiene ese tiempo.
Cubrí sus quemaduras con algunas gasas, y me levante para traerle un poco de agua.

-Están locos si piensan que voy a poner en riesgo a mis hermanos - soltó sin más.

Abrí mis ojos sorprendidos por mi respuesta, apreté mis puños, pero luego me relaje un poco - te entiendo, yo también haría lo mismo por la mía - dije mientras servía agua en un vaso y se lo entregaba.
No me había percatado de su cara de sorprendida hasta ahora.

-¿Tienes una hermana? - dijo mientras bebía un poco.

Me limité a asentir.

-¿Ella está...

-¿Sabes qué? No importa, no me hables ¡ya basta! - grite desesperado - ¡primero gritas mi nombre! ¿¡y ahora pretendes que te hable de mi hermana?! ¿¡que ni siquiera se por qué te la mencioné?! Dios - dije cerrando mis ojos totalmente frustrado - cierra ¡tu puta boca niña!

-Yo sólo creí que...

Alcé mi mano hacia ella pidiendo silencio - estoy fuera de mis casillas en éste momento, y no quiero lastimarte más de lo ya estás - la miré fijo - después me costará curarte - le solté en un tono frío y sin sentimiento, como debía ser.

Me di vuelta sobre mis talones, y caminé a las zancadas hasta la puerta, para luego cerrarla a mis espaldas de un golpe.

Gabriela'S

No conozco a Isaac, pero la mirada de tristeza que se reflejó en su rostro cuando mencionó a su hermana, fue muy evidente.
No se que se me cruzo por la cabeza cuando le iba a preguntar algo de ella, ¡por el amor de... ¡tampoco se por qué mierda grito su nombre! No lo controlo simplemente salé de mí, no puedo evitarlo.
Y me da tanta bronca y vergüenza, que pienso que cada vez pierdo más mi autocontrol. Y eso asusta, ya que no se si seré lo suficientemente fuerte, como para seguir manteniendo la boca cerrada.
Ya ni se que esperar, ¿un tipo con motosierras? ¿un ritual satánico? 
Y me da escalofríos pensar que nadie sabe de mí, que nadie vendrá a rescatarme, me da miedo saber que estoy completamente sola.
Suspiré profundo, e hice una mueca de dolor mientras trato de buscar la posición, para poder dormir sin dolor. Irónico, ya que me encuentro recostada sobre el suelo, con una manta, con el cuerpo chamuscado y lleno de quemaduras, y Gabriela Bush, buscando una posición cómoda para dormir.

Ben'S

Resoplé por lo bajo al oír sus palabras.

-Con las estupideces que dices, me asusta que seas mi hermano - puse mis ojos en blanco y le sonreí.




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