Secuestrada ©

18. Tú eres normal

Theo'S

-¿Como te sientes? - le susurré a Ben.

-Horrible, me siento muy débil - dijo tomando su cabeza y negando lentamente - no haz dicho nada o si...

Negué rápidamente - no, claro que no - hice una mueca - después de todo lo que paso, saber lo nuestro sólo le traerá mas problemas, créeme. Ella de por si esta muy mal - dije susurrando y mirando de reojo a Isaac - demasiado mal.

Ben asintió y llevo su mirada hacia Isaac, quien juega con su hermana - si, más adelante se lo diremos - cerró sus ojos - ¿me puedes traer un poco de agua?

-Claro, olvidé que ahora soy tu mayordomo - dije levantándome de la silla - tranquilo Ben - dije riendo al ver su cara de enojo - tu hiciste lo mismo, cuando estuve así - le guiñé un ojo y me giré para buscar algo de agua. Maldecí mentalmente, cuando vi que Isaac nos observaba confuso.

Rodé mis ojos, y caminé hasta el dispenser. No puedo creer que esté respirando en la misma habitación de aquel maldito. Entiendo perfectamente a Gabi cuando habla de cuanto lo odia. Y tiene razón ¿como no odiarlo?
Con el vaso cargado de agua, caminé hasta donde está Ben, y se la entregué lentamente, mientras observo su cara. Su sentimiento de debilidad me hace acordar cuando yo estuve así. Se siente tan feo y molesto, al punto de querer dormir todo el día y no moverse de la cama.
Tan especial, tan único y tan peligroso, al punto que puede llegar a matarnos. Para algunos un milagro o un don, pero para otros una maldición.
Suspiré profundo y volví a sentarme en la silla, ésta vez mirando fijamente la pared.

-¿Que te pasa? - dijo Ben terminando su agua.

-Nada - dije sacudiendo mi cabeza y sonriendo.

-Theo - dijo seriamente - no sabes mentir.

Bufé algo molesto y me cruce de brazos, sin despegar mi vista de Isaac - me pasa lo de siempre. Siento que nosotros somos una especie de héroes enfermos - dije susurrando y haciendo una mueca - ¿tu crees que tendremos una vida normal Ben?

Éste me miró con un brillo en sus ojos - me lo pregunto a cada rato - sonrió de costado, haciendo que resalten aún más sus ojeras - ¿te imaginas? Conocer a una chica, tener la oportunidad de saber como se siente estar...

-Enamorado - dije terminando su frase, y reí por lo bajo - damos lástima hermano.

-Mucha - dijo acompañando mi risa.

-Bueno - dijo Judith entrando con un grupo de médicos y una sonrisa gigante - dejemos que los pacientes descansen, y de paso le haré unos cuantos exámenes.

Asentí lentamente al igual que Isaac, quien se despide de su hermana, aunque ésta no se despega de su pierna.

-No - dijo con sus ojos cerrados - hoy cuando desperté, no estabas, no quiero que te vayas de nuevo.

-Lizzie - dijo Isaac acariciando su cabello - prometo que en cuanto la doctora Judith termine, yo vendré cuanto antes posible.

-¿Lo prometes? - dijo mirándolo fijamente, apoyando su mentón en el abdomen de su hermano.

-Si - le dijo éste dándole un beso en la frente, para luego salir detrás mío, y cerrar la puerta.

Me apoyé en la pared, y lo rebajé con la mirada. Que lo moleste un poco, no será delito.

-¿Te puedo hacer una pregunta? - dije cruzado de brazos.

-Prefiero que no - dijo sentado en el suelo, y con su cabeza recostada en la pared.

-Cuando tu prometes algo...¿lo cumples? - dije haciendo una leve mueca, y sabiendo que le pegué justo en el grano.

-No te metas en donde no te llaman - escupió molesto y lleno de ira.

Me encogí de hombros - ha pues, yo estoy seguro que no eres de cumplir promesas. ¿No hiciste lo mismo con Gabi? Digo, ¿alguna vez le prometiste algo? - vi que se levantó del suelo riendo, y eso me llamó a decirle más cosas - ¿tu hermanita sabe la mierda que eres? Por que sino ella ya sabría que no eres de las promesas...

Isaac me tomó del cuello y me estampó contra la pared.

-Cállate ¡tu no sabes nada! - dijo susurrándome en el oído.

Reí ante su atrevimiento - es lo que veo de ti Hamilton, un cobarde que le tiene miedo a que su hermana vea quien eres en realidad - hice un chasquido con mi legua inclinando mi cabeza a un costado - o mejor dicho, a que vea su familia como realmente es.

-Theo, basta - se siento la voz de Gabriela detrás nuestro - Isaac, suéltalo ahora.

Éste me miro con sus ojos bien abiertos y con su puño aun alzado. Apretó sus labios fuertemente y me soltó de un tirón.
Isaac negó rápidamente y lanzó su puño a un costado de mi cara, sintiéndose el ruido de su mano chocar en la pared.

-El control, amigo...el control - dije riendo, viendo como salía corriendo a mi costado.

Gabriela se acercó hasta mí algo molesta - ésto, tampoco ayuda con la situación. El provocarlo y hacerlo explotar, no ayuda a ninguno, y lo sabes - dijo negando y saliendo tras el idiota ese.

-¡De nada! - rodé mis ojos y me quedé viendo la marca que dejo en la pared, al parecer Hamilton tiene un buen gancho izquierdo.

Isaac'S

Corrí hasta salir al patio que tienen en éste lugar. Y una vez que el sol pegó en mi cara, largué un grito desgarrador. Desesperado por querer sacar la ira de mí, fui hasta uno de los arboles y comencé a golpear. A cada golpe, un grito nuevo. Hacía mucho no descargo, necesito largar todo lo que he callado éstos últimos días. Y con Gabriela cerca, se me hace muy difícil, ya que se me acumula aún más.




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