Secuestrada ©

23. Celoso

Luego de instalarme en una de las cabañas junto a Judith, Tom nos invitó a que entremos al salón principal para que podamos calentarnos y beber algo caliente. Ya que el clima en éste lugar es más frío de lo que esperaba. Nunca me imaginé un refugio tan acogedor, no se si es por el momento, pero me quedaría a vivir toda la vida aquí. 
Es decir, una vista hermosa, caballos, cabañas, en el medio de la nada sin que nadie moleste. Es simplemente perfecto.

-Éste es mi hijo Jared - Tom sonrió tomando del hombro al chico - trae algo para comer, seguro que deben estar hambrientos luego de tanto viaje.

Éste asintió - un placer - dijo al mismo tiempo que desaparecía de la sala.

Alto, castaño, con pecas y unos ojos azules bastante prominentes. Seria muy ignorante de mi parte decir que Jared es un feo chico. La verdad que se lo ve muy guapo, y a primera vista pareció ser muy caballeroso.

-Cuenten un poco de donde se conocen - dijo Theo centrando su vista en Judith.

-Bueno, él y yo trabajábamos junto a sus padres - sonrió, mientras tomaba una de las galletas que ofreció Jared - el día en que ustedes nacieron, decidimos dividir nuestros laboratorios, en distintas secciones. Así si algún día nos encontraban, no sería el único lugar que tenían que eliminar - suspiró levemente - Tom le tocó ésta parte de ubicación, la más alejada y segura. Es por eso que estamos aquí.

Asentí lentamente y mientras miro de reojo a Trevor y Isaac, quienes escuchan atentamente cada palabra que dice Judith. 
Lizzie tomó emocionada una de las galletas, y se la devoró en cuanto tuvo la oportunidad. No pude evitar verla con ternura.
Me alejé de todos por un segundo, para ir hasta una de las ventanas. Me quedé sin aliento ver tremenda belleza de paisaje.

-Parece un sueño - dijo Ben al lado mío - creo que éste cambio nos hará bien - me tomó de los hombros - se que no es lo mismo, pero me siento en libertad. Ya no me siento encerrado.

Asentí lentamente - el sentimiento es mutuo.

Cerré mis ojos y suspiré profundo, deseando que éste momento no termine nunca. Espero que mis pensamientos sobre éste lugar estén en lo correcto, y nos haga bien a todos, creo que no lo merecemos...aunque dure poco.
Luego de hablar un poco más con Tom y su hijo, que por cierto, Jared es jinete de carrera lo cual me sorprendió y emocionó al mismo tiempo. Me gustaría preguntarle más adelante si puede enseñarme a montar un caballo, tengo ésta obsesión desde pequeña, y amo a éstos animales.

-Mañana será un largo día - sonrió Tom - vayan a descansar, y doctora Judith, si los métodos médicos siguen siendo los mismos que antes, tiene un consultorio al lado de su cabaña - se giró hacia mis hermanos - para que pueda hacerles el chequeo de siempre.

Judith le sonrió - gracias Tom, pero estamos haciendo menos estudios en éstos momentos, los chicos están sanos, me daré cuenta cuando algo no vaya bien - dijo al ver la cara que pusieron mis hermanos al escuchar lo de Tom.

Éste asintió en despedida, y junto a los demás volvimos a nuestras cabañas.
Unas pequeñas manos me tomaron por sorpresa, y al bajar la vista, pude percibir la dulce mirada de Lizzie.

-No le digas a mi hermano, pero - hizo que me inclinara - quiero estar en una habitación con chicas - me susurró y me miró algo nerviosa.

Reí por lo bajo - pues, hay un lugar más con nosotras, pero antes tienes que decirle a Isaac.

Ésta negó lentamente - ¿puedes decirle tú? No me gusta verle la cara cuando está triste, no quiero lastimarlo - bajó su vista preocupada.

-Iré yo, tranquila - dije algo sorprendida por su actitud. Seis años, y su miedo a dañarlo es de no creer.

Hice una mueca, y pude ver a Isaac unos pasos más adelate que yo. Dejé a Lizzie con Judith, y troté un poco para alcanzarlo.

-Isaac - hablé en un hilo de voz, Trevor quien iba junto a él se giró - dije Isaac - alcé una ceja esperando a que Trevor siguiera su camino, lo cual fue lo que hizo.

-Niña - me miró con una ceja en alto sin entender mi llamado.

-Ya deja de llamarme niña, tenemos la misma edad. Es lo mismo que te empiece a decir niño - algo molesta elevé mis manos.

Éste se encogió de hombros con media sonrisa - tienes cara de niña, y te seguiré diciendo así. ¿Que es lo que pasa?

Me crucé de brazos ante su respuesta, y rodé mis ojos - Lizzie se vendrá conmigo y Judith. Ella quiere estar entre chicas.

Éste asistió lentamente y trató de mirar sobre mi hombro - ¿ella pidió que vinieras?

-Si, al parecer le aterra ver que te sientas mal por ello - me encogí de hombros - no la culpo.

Mierda, ¿por qué dije eso? Miré atentamente a Isaac, esperando a que no me haya escuchado, pero su cara de confusión y la sonrisa que tiene es su rostro, me dicen otra cosa.

-¿Qué dijiste? - abrió sus ojos.

-Nada, buenas noches - giré sobre mis talones, y a paso rápido fui hasta la cabaña.




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