Secuestrada ©

36. Separando lazos curativos...

Gabriela'S

Suspiré profundo y fijé la vista en mis hermanos. 
Una semana, y aún no despiertan. Ya me acostumbré escuchar a los demás decir "ya abrirán sus ojos".
Nunca pensé que las cosas iban a cambiar tanto en siete días. Judith ahora es dueña de los laboratorios Hamilton, Trevor trabaja como jefe de los guardias de seguridad del lugar.
Y por último está Isaac, el que me acompaña todas las noches, aquí sentada con mis hermanos. 
Junto con el abogado de su padre, están viendo de poder conseguir la custodia de Lizzie, ya que su madre no lo quiere dejar que la vea.
Estas últimas noches he dormido y comido poco, sinceramente me da miedo alejarme de mis hermanos, y es tonto pensar ésto, pero quiero que se sientan cómodos sabiendo de que hay alguien a su lado esperando a que despierten.
Cada día que pasa, es cada día en el que siento que la angustia en mi corazón aumenta cada vez más. En el día les hablo con una sonrisa radiante, pero a la noche cuando voy a mi cuarto después de un tiempo, lloro en vez de dormir. Duele pensar que esto se ha convertido en mi rutina.

-Niña - dijo Isaac entrando a la habitación con una bata - te traje algo para comer.

Asentí lentamente, no me negaré, ya que no quiero que Isaac discuta conmigo - hoy sentí que Ben apretó mi mano. La otra vez dijeron de que era algo normal, algo que mi mente imaginó. Pero ésta vez se sintió tan real.

Issac alzó sus cejas, mientras se sienta al lado mío - ellos saben que tu estás aquí, y de alguna u otra forma quieren comunicarse contigo - me entregó el plato de comida - acabo de volver de ver a Judith, y dice que creen saber cómo separar la cura, de la sangre de los chicos.

Alcé mi vista ilusionada - ¿en serio? ¿por qué no me dijo nada?

Issac se encogió de hombros - hace un rato se acaba de enterar, por eso me dijo que viniera que decírtelo - sonrió de costado y apretó mi mano - ya se acabará ésta pesadilla.

Sus palabras provocaron un cosquilleo en mi cuerpo, eso mismo yo había deseado hace una semana, y ahora él lo pronuncia con su ronca voz.
Comencé a sentirme nerviosa y ansiosa, no me quiero ilusionar pero tampoco quiero pensar en negativo. Quizás que esta vez funcione, quizás que esta vez lo logremos.

-¿Sabes cuando harán las pruebas? - dije abriendo los ojos y apretando su mano.

-Ésta noche - dijo sonriendo.

Asentí una sonrisa de oreja a oreja - ¿y Lizzie? - dije llevando un bocado de comida a mi boca.

Isaac negó lentamente - mi madre se sigue negando a que yo la vea. Y el abogado de mi padre está hablando con el fiscal para ver si pueden hacer algo lo más rápido posible. Ahora que mi padre murió, alguno de sus antecedentes salieron a la luz, por ende entre tantas cosas mi madre también se vio implicada. Y estamos usando eso como cuartada, para poder traer a Lizzie conmigo - bajó su mirada nervioso - no soporto tenerla lejos, siento que está asustada, triste, sola, y yo acá sin poder hacer nada para ayudarla.

Hice una mueca - no te castigues de esa forma, vos mejor que nadie sabes que estás haciendo todo lo posible para ayudarla, que no estés al lado suyo no significa que no puedes hacerle un bien. Ella conoce a su hermano, y como yo, sabe de qué estás haciendo todo lo posible para poder traerla de vuelta.

Isaac asintió con media sonrisa - gracias, contigo las cosas no parecen tan complicadas.

Subí mis ojos suspirando - ¿y contigo? Yo no se como hubiera sobrevivido éstos días con mis hermanos así. Gracias por no separarte de mí.

-Gracias a ti, por no rendirte en mí - dijo guiñando un ojo, para luego darme un tierno beso en mi nariz - me siento muy cursi.

-Eres lindo siendo cursi - reí por lo bajo, y volví a apretar la mano de Ben y Theo.

En un momento el silencio nos invadió a ambos, era como si cada uno pensara en lo que está haciendo o en lo que será en un futuro. 
Sólo se sentían nuestras respiraciones y el sonido del marcapaso de mis hermanos.
Lentamente apoyé mi cabeza en el hombro de Isaac, y cerré mis ojos tratando de buscar la paz que no encuentro desde hace siete días.
Pensé en todo lo que habían pasado Ben y Theo en sus vidas, y en lo felices que se pondrán cuando les de mi sorpresa. Muero por ver sus caras cuando les diga que con Issac, les compramos un departamento en el medio del centro de California. Ni yo soporto verlos dentro de un laboratorio.
Judith se asomó por la puerta, y nos sonrió.

-¿Pueden venir? Necesito hablar con ustedes.

Le devolvimos la sonrisa, y antes de irme les di un beso en la frente a Ben y Theo.
Debo admitir que me siento un poco nerviosa ya que no sé cómo será el plan para el lugar a mis hermanos. Espero que funcione.

- Isaac ya me contó todo ¿cómo será el procedimiento? - dije nerviosa mientras cerrada la puerta a mis espaldas.

Judith tosió levemente y acomodó mejor los lentes en el puente de su nariz - gracias a las nuevas tecnologías que hay aquí, logramos obtener formulas magnéticas.

Abrí mis ojos - ¿magnéticas?




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