Seducción

3

Alessio

La vista era increíble, cada vez que recibía un socio me lo decía, tenía un dolor de cabeza, las noticias del día no mejoraba, en quiebra ni con todo el dinero que tenía podría salvar lo de Rouses, está furioso, por no poder hacer nada.

—Señor, la señorita Harris está aquí —Ella entró y se sentó

—Sé que debes estar enojado, pero...

—¿Pero qué?, se supone que debías llevar la compañía como Rouses lo hizo no hundirla —Exclamé, ella retrocedió en su asiento

—No te desquites conmigo, una fuga por la cual no he tenido la culpa, cariño —Golpe la mesa, el teléfono sonó

—Señor Caruso, su majestad en la línea dos —Conteste

—Victorie todo bien —Me senté desabrochando los botones de la chaqueta

—Clark aún no llega y Erick tiene la fiebre alta, no quiere tomar la medicina —Debía ser una broma

—Está bien iré en este momento —Ashley, me miro algo extrañada, colgué

—Saldríamos esta tarde lo olvidas —dijo

—No, pero mi hijo está enfermo

—Puedes verlo después

—Mi hijo es mi prioridad y lo sabes

—Más que Rouses —La mire nadie se atrevía a pronunciar su nombre en mí delante —Parece que cuando de ella se trata te olvidas de todo

—Eso no es cierto —dije —Ahora si me disculpas me iré

No dijo nada, el camino revise algunos correos, abría una convención de empresarios, a la cual estaba obligado a ir; revise el calendario, Erick tendría que ir de vacaciones con su madre muy pronto, ese niño era muy terco y necio, le dije veinte veces que no jugará con la manguera del agua y no me hizo caso y hoy justo hoy no pudo ir a la guardería porque estaba enfermo.

—Vamos cariño, solo tómate la medicina —Dijo Victorie

—No, sabe feo —dijo él —No quiero —Se tapó la boca

—Jugaremos un rato —Negó, lo tomé en mis brazos

—Bien, vamos, te daré un baño, así te bajará la fiebre

Lo senté en lavamanos y abrí el grifo de la bañera, le saqué la ropa y lo metí en el agua, me senté a lado de la tina.

—No quiero jarabe —dijo

—Te sentirás mejor

—Sabe feo —dijo

—Así podrás regresar con tus amigos

—Ellos son raros —¿Raros? No recuerdo mis días en la guardería, bueno lo hacía, pero prefería fingir que no

Cuando la fiebre cedió un poco lo saqué de la bañera y lo vestí con su bermuda y un dividí, él se sentó y tomó su peluche.

—Encontré un ángel —dijo de repente y lo miré; de debajo de su almohada sacó una fotografía y me la enseñó, la tomé, había buscado, es fotografía por todos los lados y él, la tenía —Es mi ángel —Rouses con una sonrisa la luz de la ventana le iluminaba desde atrás lo que hacía que se viera más linda y dulce —Dámela —Levante la foto evitando que la tomara

—¿Dónde la sacaste? —No dijo nada

—Yo la encontré —dijo —Es muy linda

—Lo sé —dije

—Ella es tu Ian, ¿verdad? La chica de las fotografías —Emilia debe haberle dicho algo, pensé, ayúdame Rouses, dije en mi mente

—Si, te la daré si te tomas la medicina —Miro la foto dudoso y asintió, tomó toda su medicina

—La colocas en el cuadro —Saqué un portarretrato y la puse ahí a lado de su cama

—¿Puedo conocerla? —Lo miré

—No creo que se pueda —dije

—¿Por qué? —No me hagas esto Erick

—Ella está en el cielo y no puede venir —dije

—¿Podemos ir? —negué

—¿Por qué se fue? — Me senté en la cama y froté mi rostro con desesperación

—Porque cuando vas al cielo no puedes regresar a la tierra y tampoco puedes recibir visitas

—Que mal me hubiera gustado conocerla —dijo mirando la foto con adoración —Papá

—Si — acaricie su cabeza —Crees que ella hubiera querido ser mi mamá como Ian es mi papá

Mire la foto Rouses, nunca me hubiera imaginado si el accidente no pasaba, ¿se hubiera molestado? ¿Se hubiera quedado conmigo? Negué, se hubiera quedado conmigo y con Erick lo amaría más que a mí, no le importaría que no fuera su hijo, le cantaría y no hubiera permitido que jugará en el agua, aunque pensándolo mejor, sí lo permitiría, pero hubiera conseguido que él se tomara el jarabe, hijo estarías perdido si ella estuviera aquí, sonreí.

—Le hubiera encantado —dije

—Quiero a Rouses de vuelta, no a Ashby, es una bruja como dice mamá —Me reí y al mismo tiempo mi corazón se detuvo

—Es Ashley —dije al fin —Ella es buena

—Mamá no la quiere —dijo y bostezo

—Recuéstate, me quedaré contigo

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Me quedé a su lado hasta quedarme dormido con él, cuando desperté tenía muchos mensajes, me levante despacio comprobando la fiebre de Erick, estaba bien, salí despacio hasta el salón y me senté frente a Victorie y me sonrió tenían casi la misma sonrisa.

—Terminé chantajeándolo —dije

—¿Con qué?

—La foto de Rouses —Miré por la venta

—Hace mucho que no dices su nombre —dijo —Pensé que lo habías olvidado

—Hablar de ella, me duele, pronunciar su nombre, quema mi pecho, pensarla, me sofoca

—La extrañas como todos —dijo

—Hemos perdido lo que ella logró —dije, Clark entró

—Lamentablemente, sí —dijo él —Y la única opción que me dieron ha sido pasarle la compañía a Ashley, tu madre se volverá loca —dijo dirigiéndose a Victorie y sirviéndose un vaso de whisky —El lugar que ocupaba el anillo que ambos teníamos comenzó a molestarme, en los últimos días había estado ajustándome más de la cuenta 




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