Alessio
Hago ejercicio antes de irme a trabajar todas las mañanas. El gimnasio del palacio está equipado con último de tecnología que no lo ocupa nadie desde que Rouses se fue. Erick me acompaña haciendo sus ejercicios que no son mucho, pero lo hace. Se prepara para la escuela y debo admitir que es un niño independiente.
Saber que tendría un hijo, no me hizo muy feliz debido a los sucesos, no estuve presente en todo el proceso del embarazo mejor dicho, ni siquiera estuve en parto, después de recibir las pruebas creo que me acerque, pero yo estaba deshecho.
Al ver al pequeño niño en esa cuna supe que debía darle un padre que debía ser diferente del mío. Emilia sufrió postparto, no quería al bebe, debía tratarse así que me lo lleve, no fue fácil, me tuvo despierto y pensando si hacía lo correcto cuando me dijo papá, creo que sabía que iba por buen camino.
Claro que detestaba cuando se caía o lloraba, entonces me hice la promesa de jamás dejar que nadie le hiciera daño, alejarme de él, iba a hacer lo más difícil para ambos, no tendría a nadie, solo esperaba que lo entendiera.
—Esa reunión fue demasiado extraña —Hablo Clark
Mi día se había pasado en reuniones después de dejar a Erick en la escuela. Estaba exhausto y lo único que quería es encerrarme y no salir de mi oficina. Estaba buscando una forma de financiar la deuda que tenía con Ashley, pero no tenía los suficientes inversores o no se querían arriesgar. Estaba solo como siempre.
—Dormí con ella en un par de ocasiones —dije sin importancia
—A tu prometida no le debe hacer gracia, lidiar con la mitad de la población femenina —Entramos a restaurante —Por su puesto, por lo único que se preocupa, es por la semana de la moda en París
—Ya te dije que es una relación convencional
Llagamos hasta el restaurante chino donde íbamos a almorzar el ambiente familiar, estaban en todas las mesas. Las decoraciones chinas parecían ser originales, tenían las letras chinas, los tapies por las paredes y esos globos rojos colgando del techo. Había mucho bullicio. Debíamos esperar una mesa hasta eso decidí seguir trabajando.
—Como digas —Espero a que nos dieran una mesa cuando me codeo —Mira, esa no es el ángel
Levanté la vista de mi teléfono y la vi estaba con sus hermanos, llame a la encargada para solicitar a una mesa cerca, cuando pasamos cerca su padre nos vio y se acercó a saludarnos
—Es un placer encontrarlos —dijo el hombre, sus hermanos saludaron desde la mesa al igual que ella —Pero porque no comen con nosotros
—Señor Caruso —Saludaron los dos — Señor Clark
—Chicos
—Un placer verlos —Saludo ella, miré su plato, era igual al de sus hermanos, sonreí
—No suelo almorzar en restaurantes Alessio podrías elegir, además esto está en mandarín —Indico Clark
—¿Lleva el almuerzo con usted?
—No querida, hace un tiempo dejé de trabajar para cuidar a mi esposa, si ahora lo hago es porque sé que este hombre no es capaz de mantener una asistente por un tiempo —Ella se rio, la mesera nos entregó la carta y ella se acercó a Clark
—Esto dice que es pollo con una salsa especial, algo picante, y sopa de ramen
—¿Hablas mandarín? —Miro a la camarera
—Habla seis idiomas diferentes —La elogio uno de sus hermanos —Es un cerebrito, además tener dos becas
—Solo se me dan bien los idiomas —Dice ella sin importancia
—Quiero uno que no tenga salsa picante —Clark desvía el tema
—Lo mismo —pido
—Y su asistente ¿Qué pasó con ella? —Pregunta el señor Williams
—Mi secretaria está enferma y no creo que sus hijos la dejen seguir trabajando, la señora Patel era la mejor. Y mi asiste esta con licencia de posparto.
—Eran las únicas capaces de no tartamudear y a notar todo sin babear, ¿yo no sé qué le ven? —Ella se rio
—Abby tú podrías ayudar —Su risa se extinguió tan rápido y miré a su padre
—¿Yo?
—Tomaste un curso en la universidad —Habla uno de sus hermanos —Así no te aburrirás y nos amenazarás con irte a Sicilia —La miré
—No creo ser la persona que el señor Caruso busque, no tengo mucha experiencia que pasar el dictado de papá —dijo ella apresuradamente. La camarera dejó los platos en la mesa
—Me harías un favor, estoy comenzando a entender por qué las chicas renuncian
Sonrió
—Te ayudaría la experiencia, sobre todo si quieres ir a Australia —La mire
—¿Australia? —Pregunto Clark
—Nuestra querida hermana menor quiere irse a vivir en medio del océano, rodeada de bestias y koalas
—Y canguros —dijo ella —No te olvides de canguros, consideró que es una gran experiencia
—Recuerdo una vez que Rouses tenía ocho años, dijo que quería irse a vivir a la Luna recuerdo que tomo sus cosas en una maleta y empezó a construir un cohete, cuando lo acabó hubo un problema ella no cabía en el cohete había crecido; entonces metió una cámara y programó el cohete para que de una vuelta a la tierra y lo expulsó a la órbita de la tierra recuerdo que tenía hecho un montón de cálculos de donde caería y cuando; estuvo parado ahí todo el día y el cohete no bajo, al día siguiente el cohete llegó. Ella no era muy ordenada en apuntes así que confundió la fecha, aprendió que ser más ordena y cada noche veía como era el espacio y el sol hizo un holograma con eso lo vio hasta que cumplió doce y su madre enferma; cuando su madre murió metió algunas cosas en un cajón y las sepultó, esa niña tenía cierta perspectiva de la vida no fui capaz de preguntar por qué lo hizo, al contrario que su padre sabía, mientras ella cavaba él sonreía y lloraba, su hija de doce años no lo necesitaba y sentía que era su culpa —Lo mire
La conversación tomó un rumbo diferente de negocios, ella escuchaba lo que decíamos y parecía entender, usualmente compartía uno que otro comentario, hablaban de algo que no entendía y todos se reían, deje los cubiertos de lado la cuenta se acercó, después de una discusión de quién pagaría la cuenta, el señor Williams invitó.
Editado: 21.11.2024