Alessio
—Realmente considero que pueden ser grandes inversiones a largo plazo, además debemos hacer méritos, así nuestros hijos serán reconocidos y no deberán preocuparse por encajar —Vire los ojos
Bebí otro trago del whisky y mire así la parte de abajo del sitio estaba lleno a rebosar, había una par de chicas que no me dejaban de mirar, ordene al camarero que les llevará algo; sabía que Ashley no me diría nada me puse de pie y camine hasta la barandilla, el camarero me dio otro vaso y lo bebí.
—Muchas gentes esta noche —Miré a Sebastián
—Demasiadas —dije
—Seguirás adelante con eso
—Tal vez —dije bebiendo otro vaso y tomando otro de una bandeja que pasaba
—Debes dejar de tomar
—Eres un aburrido
—Pensé que el aburrido eras tú —Sonrió
Me di la vuelta, las luces jugaban en la pista de baile, entonces la vi estaba bailando en medio de toda esa gente junto a Maritza, se movía tan bien que note varios ojos sobre ella, Mía apareció con su hermano, ¿cómo se llamaba? ¿Ricardo? ¿Picardo? Bueno, Sebastián se dio cuenta de que algo había llamado mi atención.
—Carne fresca en medio de un desierto —Lo miré —¿Te atrae no es así?
—Solo lo suficiente —dije bebiendo del vaso
Que plenamente hipnotizado con sus movimientos, la forma en que movía las caderas, no podía ser virgen moviéndose así, los demás que la veían se relamía los labios y eso me hizo enojar, mierda Alessio que haces, chasque los dedos y el camarero se acercó.
—Llévale una margarita a la chica de abajo —Él miró a la señorita Williams
—¿Debo decir algo?
—Solo si pregunta, dile que conozco sus movimientos muy bien —Él asintió y desapareció, Sebastián me miró
—Es menor para ti
—¿Cómo lo sabes?
—Bueno, lo parece, deberías recortarte esa barba, si quieres parecer más joven, pareces un náufrago millonario —Lo mire —Me entiendes
Alguien se le acercó, pero Maritza lo rechazó por ella, no sabía que saldrían.
—Aquí viene tu prometida disimula
—¿De qué hablan chicos?
—De la inflación —dijo Sebastián
—¿Quieres irte ya? —La miré y negué, ella me miró sorprendida —Bien bueno que sorpresa, entonces podremos seguir charlando —Se fue
—Como dice la canción —dijo Sebastián cuando nos volteamos —Hasta un ciego puede verla
Abby
Estaba sedienta, al regresar a la mesa un camarero me entregó una copa.
—Se la envían —Lo miré
—¿Quién? —Miro para arriba, aun sujeto de espalda
—Dice que conoce muy bien sus movimientos —Lo mire asustada y se fue
—Vaya hermanita, parece que eres un dulce exótico aquí —dijo mirando a todos lados —Y Richard entretenido —Se sentó a mi lado —¿Quién la envía?
—No lo sé —Bebió un poco
—No tiene nada —Asentí y dejé la copa ahí y volví a mirar arriba, me quedé petrificada al ver de quien se trataba —¿Qué te pasa? —Miro en mi dirección —Vaya —Mire a mi hermano —Ese hombre tiene agallas
—Chispas —dije, volví a mirar arriba y él me estaba mirando, nos quedamos mirando un rato y me sonrió, desvié la vista
Alessio
Tenía una mirada de venado asustado frente a los faroles de un auto, dejó de mirarme cuando sonreí, esta noche parecía más divertida de lo que imaginaba.
Abby
Un desastre así podría catalogar la noche, de qué otra manera podría definirse cuando terminas en una comisaría sacando a tu jefe de ella, bueno tu jefe momentáneo, como sea. Después de eso, no lo vi más, así que seguí disfrutando, Jasón y Calvino se quedaron conversando en la mesa, mientras los demás bailábamos, Mía y Richard desaparecieron, así que solo estábamos en la pista Maritza, Beyno y yo, me quede con Beyno cuando Maritza fue por unas bebidas, dos tipos aparecieron.
—Te ves muy bien —Los mire y me separe un poco —Puedes venir con nosotros, no te arrepentirás —Mire a la mesa de Jasón, pero él no me vio
—Ella está bien —dijo Beyno
—Pero si es Beyno, oye ¿Dónde está Rouses? ¿Ya no está para defenderte? —Se acercaron a mi
—Vamos nena, tendrás más diversión con nosotros que con él —Me tomaron de las muñecas
Editado: 06.11.2022