Seducción

15

—Yo misma me lo rompí —Él me miro —Cuando tienes las expectativas tan altas y de repente todo lo que haces, lo que tienes no tiene sentido, sientes que no encajas, pase por una etapa rebelde que hizo poner de pelos a mis padres, existen diversas formas de romperse el corazón

—Ahora lo sé —Dijo, Teo, regreso con dos bolsas de con papas y hamburguesas

—¿Tú no comerás?

—No podría comer después de lo que comí en casa, y gracias por preguntar ¿A dónde señor?

—Ya sabes —dijo

El auto arrancó.

—Esta ciudad es hermosa —dije —Me gusta la historia que tiene

—De un experto a una persona como tú —Reí —Eran épocas sangrientas y la mujer no era muy valorada

—Lo sé, pero me hubiera gustado conocer a los grandes pensadores, aunque después me decepcionaron sabiendo que son unos machistas

—Aún hay de esos en este mundo

—¿Usted se considera machista? —Se rio

—Mi exnovia iba a ser reina, tenía su propia empresa y era la mujer más independiente que había conocido, junto con mi madre, ella se enfrentaba a las personas que le decían que lo que hacía era para hombres —Sonreí el auto paró en una parte desolada frente al río

—Había partes más oscuras en el camino

—Es tranquilo y se puede ver la ciudad —Se bajó, mire a Teo

—He ten cuidado —Asentí y bajé tras de él con la funda de comida, él estaba comiendo, mirando la ciudad sin decir nada, me puse a su lado y noté que su mano tenía los nudillos remellados

—Debería limpiar eso cuando llegue a casa

—Se curará solo —Lo mire —No es algo que me agrade hacer

—¿Por qué?

—Preguntas mucho —dijo —Y hablas mucho

—Es la primera vez que me acusan de eso

—Debe ser la primera vez que quieras hablar —Bebió del vaso de cola

—Quiero preguntar dos cosas y después no diré nada más —Me miró

—No hay forma de poder detenerte, así que adelante

—¿Qué se siente amar de esa manera? —Se quedó callado, no dijo nada por un buen tiempo y pensé que no me respondería, comí de mi funda

—No creo que eso se pueda explicar con palabras —dijo —Ninguno de los dos sabíamos lo que hacía en ese entonces, ni que lo que teníamos era amor, no hubo una etiqueta al principio, pero creo que después necesitábamos ponerle un nombre porque de mi parte no quería compartirla con nadie más —Me miro de reojo y seguí comiendo

—¿Cómo es que terminas como alguien como Ashley Harris?

—Ashley es muy diferente a Rouses de muchas maneras, demasiado diferente, no es la mejor persona del planeta, no tiene las mejores cualidades, ¿pero dime quien las tiene?

—Rouses Alessandretti

—¿Por qué me lo preguntas?

—El almuerzo es entretenido y me a creado dudas 

—No deberías creer en todo lo que escuchas

—¿Ni en lo que veo?

—Dos almas se hacen una promesa que tanto el uno para el otro son difíciles de cumplir, la una alma decide que evitará encontrarse con lo que le hará perder y decide buscar lo opuesto a eso, la otra alma desaparece, la otra alma la espera, pero no regresa y se da cuenta de que está acostumbrado a vivir de la forma que le hará ganar la apuesta y sabe que podrá vivir así, por si la otra alma aparece

—Eso es confuso

—No puedo decir más —Me miro

—Apuesto a que no —dije seguí comiendo

—El mundo cree conocer la historia, pero es más que solo amor

—El mundo cree saberlo todo —dije —Pero no sabe nada ni de los demás ni de ellos mismos

Sonrió, tenía la sonrisa más bonita, se limpió algo de sangre de su labio, se acercó al río y se arrimó a la baranda, se dio la vuelta y me miró.

—Pareces un ciervo asustado —Fruncí el ceño —Pero aun así no escapas —Mire mis pies 

—Digamos que me da curiosidad, pero al mismo tiempo tengo miedo —Mire a otro lado

—¿Por qué?

—Por lo que dicen —Lo mire

—¿Y qué dicen? —Negué —Pues es verdad, no quiero nada serio, no creo quererlo

—Entonces ¿Por qué se casará? —No dijo nada —Tal vez tú no quieras darte cuenta, pero te da miedo quedarte solo

—Siempre estado solo —Negué

—Estás mintiendo —No dijo nada —Tienes miedo de que alguien te haga sentir lo mismo que ella te hizo sentir y eso te haría cuestionar lo que sentías por ella, ¿Será igual? ¿Será más intenso? —Sonrió triste

—No sabes nada

—No se nada del amor, y tal vez no lo conozca como tú, pero al menos no tendré miedo si alguna vez me enamoro

—Perder a las personas que amas, hace que veas las cosas de forma diferente —Se quedó callado

—Deberíamos hablar de otra cosa

—¿De qué quiere hablar?

—Sabías que hay una infinidad de quesos —Se rio

—¿Quieres hablar de quesos?

—Es un tema alejado de lo que estábamos hablando —Sonrió

—Sabes cada vez que pienso que te conozco sales con algo diferente

—¿Y por qué quieres conocerme?

—Y ¿Por qué no? —Hizo unas de esas sonrías con las que todas deberían derretirse —Me pareces interesante

—No diría eso —Hecho la cabeza para atrás —Te recuerdo a tu novia muerta, lo que es tétrico y escalofriante, y parece que no eres al único que le parece eso

—No recuerdo haberlo dicho —Fruncí el ceño —Tiendo olvidar lo que digo cuando estoy ebrio —No recordaría nada de lo que estamos conversando ahora —Pero no te preocupes, esto lo recordaré porque no estoy tan ebrio

—Tenía la esperanza que si

—¿Quieres que olvide una de las noches más interesantes después de mucho tiempo?

—Apuesto que has olvidado muchas

—Y no sabes en qué problemas me e metido por eso —Mi celular comenzó a sonar, era Richard, conteste

—Por el amor, Dios, ¿Dónde estás?

—Estoy bien

—¿Y Jasón?

—Ebrio —Bufo 

—Te iré a buscar

—Estoy bien Richard, iré más tarde al hotel

—Sabes que hora es —Negué

—No, pero debe ser tarde, supongo




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