Me incorporo en el trabajo al siguiente día con el mejor ánimo. Agradezco que la señorita Ashley no haya aparecido, ni ella ni su madre.
Al Siguiente día la señora Patel regresa, el señor Caruso me la presenta a la señora de unos sesenta años que es muy gentil.
Me quedo con ella ayudando con unos papeles, ya ocuparé el puesto de la asistente del señor Alessio, hasta que regrese de su permiso de maternidad.
La señora Patel sonrió y me miró agradecida.
—Te agradezco por dejar todo tan ordenado. No sabría cómo hacerlo funcionar de otra forma —expresó con gratitud.
—Para mí fue un honor, realmente no fue muy complicado
—Debe haber sido un caos —comentó con una risa suave.
—No se imagina —Se rio
—Los dejaré solos
Miré alrededor la primera vez que entré, pensé que era un mausoleo, ahora estoy más segura que lo es. Su amor por la princesa nunca morirá y la mujer que se case con el deberá vivir con eso. Que envidia, que te amen de aquella manera tan desenfrenada. Una foto de Erick resaltaba sobre las demás y era mi favorita.
—Señorita Williams necesito que…
Lo interrumpe la puerta abriéndose y es su prometida.
—Así que al fin te vas, ya era hora —La mire y tome aire. Porque Dios debería darme paciencia o le arrancará las extensiones —Cariño cuando quitaras esa foto
—Aún no he pensado —dijo Alessio —¿Qué quieres Ashley estoy trabajando?
—¿Qué haría usted, señorita Williams? Si su prometido tiene fotos de ex muerta por todo lado, dejaría que las conservé
Mire el lugar, debía tener más. Después de haberlo escuchado y de lo que he escuchado en los corredores, no lucharía con su recuerdo. Porque desde un principio tendría la batalla perdida frente a la perfección de mujer que fue Rouses Alessandretti. La describen como una mujer inquebrantable, fuerte, resiliente, bondadosa, gentil. Nadie podría ser tan perfecto, pero al parecer ella lo fue.
—¿Tiene miedo de un muerto? —Pregunte —No veo nada de malo en que tenga las fotos, que mal podía hacer. Solo está diciendo que esa persona ocupa un lugar muy especial y es muy estimada a pesar de ya no estar presente. Eso porque está muerta, pero si estuviera viva sería preocupante, pero ese no es el caso, no veo lo que problema pueda causar una muerta
—Está muerta, en particular —Se sentó en el escritorio —Tiende a ser un espectro, causando mucho tormento
—Qué dramática —Mierda
—¿Qué dijiste?
—Que podía bajarle al drama, ella está muerta, no regresará, no se puede revivir a un muerto, esa es la triste realidad, si la atormenta debe ser porque no tenía las cuentas claras, usted con ella —Me miró
—La relación con Rouses era muy amena —Sonreí
—Entonces no veo porque se preocupa, iré con la señora Patel, permiso — sonreí a ambos y salí de ahí, cerré la puerta tras mi espalda y me arrime a esta
—Quererla puede ser difícil —Entre a la oficina de la señora Patel —Apuesto que se molestó cuando te vio como su asistente
—Sí —Sonrió —Es difícil ser amable, es muy contraria a la ex del señor Caruso
—Hablas de ella —asintió —Así es, ella era un sol, el aún la ama, a veces cuando se olvida de cerrar la puerta todos podemos ver como mira la imagen sobre su escritorio, el día en que mande a quitar los recuerdos, ten por seguro que ese día será el más triste de su vida
No lo dudaba, lo había visto ayer. Sostiene el cuadro en sus manos antes del almuerzo. La miraba como todas las mujeres queremos que nos miren nuestras parejas. Era idílico, un cuento de hadas. Sus palabras aún resonaban en mi cabeza. No enamorarme de él. Por afuera el señor Caruso parecía un hombre duro y frío, pero por dentro se veía el sufrimiento que cargaba sobre sus hombros. Era triste.
Alessio
Hago pasar a la señorita Williams. Se para frente a mí con la tableta bajo el brazo.
—¿Qué puedo hacer?
—Quiero busques una joyería y compres una anillo con las especificaciones que te mande —Siento su mira sobre mí. Mientras yo miro el cuadro de Rouses que compre en ese baile hace unos días. —Dile a la señora Patel que las reuniones del miércoles de la próxima semana los pase al jueves. Ese día es mi compromiso
Me atrevo a mirarla y veo la tristeza en sus ojos.
—¿Debería felicitarlo? —Niego —Bien porque no pensaba hacerlo —Sonrió —Puede escapar. —Dice —Puede ir a la India, créame ahí, nadie lo encontrará
—¿Tú crees?
—Cien por cien
—¿Y Erick? —Hace una mueca —No hay escapatoria señorita Williams. Por cierto —Recuerdo el recado que mi hijo me encargo —Erick quiere invitarla al palacio. Además, Victorie le agradaría verla.
—¿Está muy mal?
—Irá a Suiza en unos días como último recurso, el cáncer está muy avanzado, perder a Rouses tampoco le hizo bien
—Lamento mucho —Asiento
Saber que Victorie morirá es algo que me golpeo fuerte en su momento. El tema a un no lo toco con Erick. Aún no lo asimilo, ella fue como mi madre, después de llegar aquí ella me brindó protección y no me dejo solo. Perderla me dolería en el alma.
—¿Vendrá?
—Si ¿Cuándo?
—Este finde sema
—¿Cuándo quiere el anillo?
—Para la tarde, por favor
—Lo buscaré en seguida —Dice —¿Puedo retirarme?
—Si
Miro el retrato de Rouses mientras la señorita Abby sale. Me paso la mano por el cabello y la puerta se abre.
—Lo siento, Alessio, pero esto necesita tu firma, —dijo la señora Patel mientras se acercaba con varios documentos. Después de leerlos un poco, los firmé y ella los guardó en la carpeta.
Editado: 06.12.2024