Seducción

21

2026

Estaba arreglando el tractor, debían comprar uno nuevo, mire mi celular, no tenía ningún mensaje de Rouses, había desaparecido hace dos días, y no estaba en casa.

—Pareces muy ocupado —Me limpié las manos

—Hola, Tomás —dije —¿Qué haces por aquí?

—Rouses, me recomendó algo para entrar a la universidad a distancia —Lo miré

—Pensé que no estudiarías

—Me lo pensé y creo que me vendría bien, Nicolás también está estudiando, Gia, no quiero ser el único Caruso que no vaya a la universidad, ya le dijiste —Negué

—No es seguro, así que no le e dicho nada —dije

—¿Y si apruebas?

—Aún tengo un año para decirle

—La dejarás, no te la pondré fácil

—Me eligió a mi Tomás acéptalo de una vez —Sonrío

—Sí, pero te irás

—Regresaré

—Repítelo hasta que te lo creas, si quieres conseguir lo que buscas no regresaras pronto

—Espero que cuides bien lo mío, pero no tanto —Se rio —Hermanito

—Puedes pedirle ayuda a papá

—No necesito a Asiel, él me dejó aquí e hizo que pagara su deuda —Él me miró —Tal vez para ti sea un padre abnegado, pero conmigo nunca lo fue, le daré lo que ella se merece su final feliz

—Eso es lo que tú piensas que quiere, pero le has preguntado que realmente quiere, puede que sea menor que tú, pero es más madura que tú y yo juntos y eso es bastante, no es como las chicas a las que estamos acostumbrados, ella es capaz de …

—Destruirnos, le hemos dado ese poder y se lo podemos quitar

—¿Estás seguro de ello? Alessio, si ella te deja estarás bien —Lo mire —Entonces, ¿Por qué quieres cambiar si no es nada para ti?

—No lo sé Tom, yo aún no sé lo que siento y no quiero saber, cuando lo sepa serás el primero en saberlo

—Te parece salir —asentí

—Debo a mandar a pedir una pieza —Él miró a la carcacha

—No sé dé eso —Viré los ojos, ese tic de ella se me pego

—Niño bonito —Me empujo

—Alessio debería estar funcionando

—La pieza llegó apenas hoy y tenía otras cosas que hacer —Mire a Pablo —Tengo deberes

—Si bueno, creo que necesitamos una nueva, la otra no se da a vasto con lo que tenemos que hacer

—Ponlo, en el informe, di que esta cosa ya no sirve y necesitas una nueva

—La princesa no está y la princesa está siendo introducida en la sociedad —Lo miré 

—¿Qué?

—Según se es una tradición en su familia, ya sabes que siempre ha consentido a sus padres en lo que quieren, tengo que ir a haber semillas, regresaré más tarde —asentí, salió de ahí —Te buscan Alessio —Levante la mirada y ahí estaba ella, llevaba un vestido blanco corto

—Lamento haber desaparecido —dijo

—Existen celulares, sabes —dije volviendo a lo mío

—Yo no tengo uno —dijo ¿Qué? —Si quiero utilizar uno debo decir para qué, porque y cuanto

—Eso es raro —Se puso un poco roja

—Lo sé, mis padres tal vez no están presentes, pero tienen unos métodos de educación muy ortodoxos —dijo mirando sus pies, llevaba unas sandalias que seguro se echaría a perder si seguía aquí 

—¿Vas a algún lado?

—Más bien estoy regresando, son las fiestas que inician la navidad —dijo —Entonces son un montón de cosas aburridas

—Estoy seguro de que entenderé, no soy tan idiota —Ella me miro y asintió

—No te lo explico porque piense que no entenderás, sino porque realmente es aburrido, sigues un protocolo, la gente que va solo se fija en lo que usas y en el apellido que tienes; si te saludan es porque no les queda de otra y fingen que les caes bien, es aburrido solo escuchar halagos cuando en realidad hablan a tus espaldas —La mire —Me iré si quieres que me vaya

—Tu ropa se dañará si te quedas aquí —Se miró —Solo no te vayas a ensuciar 

Me miró analizándome, se quedó parada, mirándome, me remordí un dedo, patee la carcacha un par de veces y nada, comencé a limpiar las piezas, ponerles grasa.

La volteé a ver, se veía bien, regrese a lo que estaba haciendo cuando volví a ver, ella se acercaba corriendo, tuve que botar lo que tenía en las manos para atraparla; yo estaba cubierto de aceite y grasa y ella solo se me lanzó encima, me beso y después escondió su cabeza en mi cuello, su vestido debía valer mucho, pero ella se apretó más a mí.

—Nunca estoy lo suficiente ocupada para verte —Me miro —Alessio lo siento, pero mis responsabilidades se han incrementado más estos días —La miré tenía la cara poquito negra

—Te has manchado —Se tocó la mejilla y sonrió

—Si ¿y?

—¿Cómo que y? Te hablarán

—No me importa —Sonrió más, puso sus manos en mi rostro y me volvió a besar cuando se separó, estaba más manchada que antes —¿Qué no me veo linda?

—No es eso, yo estoy muy sucio

—Alessio entiende, no me importa —La miré

Aquellos ojos, la había extrañado tanto, demasiado por eso estaba tan enojado, su compañía, que me hiciera preguntas o verla leer y ver como se muerde la mejilla, como vira los ojos; cuando se recoge el cabello y su cuello queda expuesto, la forma en que me mira no lo hace con nadie me e fijado, me imaginé que pasaría si no estuviera aquí conmigo. No eso no podría ser, la separe más de mí y mire su vestido estaba algo manchado, pero pareció no importarle, la mire, que me has hecho Rouses, que no puedo estar sin ti, nunca había dependido tanto de alguien y ahora llegas tú, bese frente.

—Te amo —dijo mi cuerpo se tensó, acerqué a mí y no dije nada, parecía no importarle




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