22

—No, señor Williams, nosotros no queremos ir, sería raro

—¿Estás segura Kate?, sé lo mucho que te gustan las fiestas —ella negó

—Realmente no —dijo —Creo que pediremos un bote de helado y veremos películas de romance y yo lloraré

—No me dirás que te enceraras en tus vacaciones —Le dijo Jasón, ella negó

Kate había llegado arruinada de Alemania después de encerrarnos en el cuarto y contarle parcialmente evitando asuntos de la mafia, ella me contó que su prometido la engaño con su prima y esta había quedado embarazada; sus padres no le dijeron nada, ella tuvo que presenciar la humillante fiesta de compromiso, Brad la acompaño, pero apenas subió al avión se permitió llorar por el idiota

—Deberías comenzar a arreglarte —dijo Brad

—Si es verdad debes verte hermosa —Kate me miró

—La ocasión lo amerita —dijo Edward

Ella y Brad me llevaron hasta la habitación donde me alistaron dolorosamente.

—Perfecto estas listas —Los miré

—¿Cómo reaccionarías si te dijeran que no eres quien creías ser? —Ellos me miraron y me di la vuelta —Siempre sentí que había algo más, no pensé que era esto —Se acercaron y me abrazaron

—¿Qué es lo que querías hacer cuando despertaste?

—Llorar, pero yo no lloro —dije —No quiero que ellos me vean así

—Y no lo harán, para ellos eres Abby Williams, una joven muy frágil y de Gales, Rouses Alessandretti está debajo cúbrelo con ella e ira bien —asentí —Ahora debes ir, sonríe y saluda a todos, no les pongas cara de culo —Me ríe —Eso así

—Estaré bien

Me lo repetí todo el viaje, pero sabiendo lo que pasaría, un alpiste de mí sintió curiosidad.

—Llegaron —La princesa nos abrazó, alado de ella estaba Clark, Alessio, Ashley y su madre 

—A Clark ya lo conocen, Alessio, Ashley, su madre, Pía, Sebastián, Lincer, su esposa, Freía, Peter, Patrick, Derek, Anabel, Tania y Sofía, Calvino, Maritza, Beyno, Mía —Ella me dio un beso en la mejilla —Anthony Asturiano y su esposa Melania —Cuando ellos me vieron se sorprendieron mucho —Ellos son, el señor Williams y sus dos hijos Jasón y Abby Williams

—Es un placer —dije con una sonrisa en mi rostro, era ahora cuando debía demostrar lo buena actriz que podía ser

Pasamos al comedor, algunas habían cambiado desde que me fui, Paquita seguía trabajando aquí, nos ubicaron en puestos, Maritza y Mía estaban frente a mí y Calvino a mi lado.

—Todo saldrá bien —Susurró él, yo solo asentí

—Apuesto que si Rouses estuviera aquí no nos hubieran invitado —Comenzó la madre de Ashley

—La princesita debe estar en el infierno haciendo fiesta —Miré a los demás

Sirvieron el primer plato.

—Rouses era muy mal educada —Le dijo la madre de Ashley a mi tía, ella solo la miro

—Aparte de roba novios —Alce las cejas

—Una bruja completa —Clark parecía molesto

—La conocían —Mi hermano y yo negamos —Su belleza solo escondía su verdadero rostro —Calvino tomó mi mano

—Si bueno ella no era hipócrita como ustedes —dijo Anthony —Rouses era mucho más de lo que ustedes se creen, sabía mucho y tenía modales, a diferencia de ellas ustedes no tienen nada

—Rouses valía más de lo que ustedes creen —dijo Mía

—Lo dice alguien que pensó que mejor sería no enamorarse de ella, a cuantas nos rompió el corazón, apuesto que su madre era igual —Cuando nombraron a mi madre, los platos salieron volando, solo los de ellas hacia su cara, empapándolas del contenido, Calvino me miró y yo solo mire mi sopa, los demás se comenzaron a reír

—Al parecer su fantasma nos quiere hacer compañía —dijo Sebastián —He Rouses donde quiera que estés, no te enojes con estos simples mortales —La mesa estalló en risa, la madre de Ashley, Ashley y sus amigas estaban cubiertas de sopa 

—Tú ya estás muerta —Comenzó a gritar Ashley, a lo cual me pareció lo más tonto, se puso de pie como esperando una respuesta, moví su asiento y ella se asustó

—es alguna broma — dijo la madre de Ashley, mi tía negó

La mesa comenzó a temblar y todos nos paramos, los pequeños pasteles fueron a parar en la cara de cada una de ellas.

—Rouses —Me susurro Calvino, me detuve, nadie me miraba, así que me acerque a Jasón y me aferre a su brazo, él me abrazo, Alessio me miró

—A veces los muertos pueden ofenderse y más cuando no están muertos —Nos giramos a la puerta y ahí estaba Esteban

—¿Esteban? —dijo mi tía —Hijo que bueno que viniste —Mire a mi hermano

—Rouses siempre encontraba la forma de callar a los que insultaban a su familia, para ella era muy sagrado —Se acercó a mi tía y la abrazo —Nunca dejo que nada los lastimara, pero creo que ahora yo lo haré; —Mi tía lo miró desconcertada, miré a Maritza y ella me hizo señas, me arrimé más a Jasón él sería mi defensa, tomó una de las copas intactas de la mesa —Haré un brindis, por los nuevos tiempos que vienen, pero antes quiero pedir disculpas por el dolor causado

—Esteban, tú no nos has causado nada —dijo mi tía

—Pero estoy a punto de hacerlo con lo que voy a decir —Calvino se puso alado de Maritza, Mía los miro extraño, Beyno la miró, los demás miraron a Esteban como si de un loco se trata. —Pensé que esto sería más fácil, Rouses no está muerta

La forma en que lo soltó sin tapujos ni cuidado, causando conmoción en cada uno, hasta en mí, todos quedaron en shock, mi hermano me miró, de repente Alessio estaba frente a él sosteniéndolo de las solapas de la camisa