Seducción

25

Podía describir lo agradable que era estar en casa, al fin, pero, por otro lado, estaba la bruja de Ashley y su madre que parecía que querían clavarme una estaca y verme desintegrarme en el aire. Esa noche no tuve mucho apetito, estaba triste por no poder volver a mi otra familia, pero sabía que así podría protegerlos; yo seguía siendo un peligro hasta que dejaran de perseguirme, necesitaba saberlo todo lo que pasó en mi ausencia, cada cosa, por muy insignificante que sea, además estaba que Kate y Brad no lo sabían todo, pero debía decirlos, me comenzaba arrepentir de haberlos inmiscuido en esto.

Por esa razón estábamos clandestinamente en el salón muy callados, esperando que todos estén en su camita bien dormidos.

—Antes de empezar —dije —Deben saber algo —Ellos me miraron

—Los necesitamos —Me susurro Esteban —Se los dirás al final

—Bien —dijo Maritza —Después de que te dejamos en Londres, hubo un funeral, tu abuela y Victorie se ocuparían de llevar las cosas como lo habías hecho, pero tu tía cayó enferma —dijo —Es ahí donde tu abuela busca ayuda, y entre todos la más capacitada resultó ser

—Ashley Harris —dijo Kate, ella y Brad llevaban un cuaderno, así no perderían detalle, dijeron

—Sí, bueno, las cosas anduvieron bien por tres meses, fue cuando Alessio renunció a ser vicepresidente y se concentró en su empresa, dos días después se comenzó a ver un decrecimiento del 2,2%, y después aumento y la empresa al final de año estaba al nivel de otras muchas menores a ella; fue a principios de este año, dos meses después que la declararon en quiebra, se a buscado fugas de capital, pero el que lo hace es muy listo

—No tanto —dijo Edward —Si algo se es que siempre se deja un rastro por más mínimo que sea, no puedes limpiarte un moco sin que alguien más lo sepa, tomé cursos de defensa legal, además de economía básica en el colegio —Asentí

—Ashley despidió a Camila al mismo tiempo que Alessio salió de la empresa

—¿Camila? ¿Quién es Camila?

—Clara es Camila —dije, ellos anotaron y me vieron

—Te estaban cuidando —asentí

—Ahora lo que necesitamos es entrar a la empresa y saber qué está pasando

—Todo se guarda en la computadora central —dije —Aparte de los archivos de la empresa están en el centro

—Estaremos rodeados hasta que todos se vayan —dijo Calvino

—Se irán mañana, podemos comenzar pasado mañana, Ashley no debe considerarme una amenaza, al contrario, debo parecer demasiado tonta y hasta ingenua —Los miré —Debo alejar a Alessio es el único que podría descubrir que estoy mintiendo

—Veo negra esa situación —dijo Esteban —Son Alessio y Rouses, le robaron protagonismo a Romeo y Julieta

—Veremos la forma —dijo Kate —Pero no entiendo el plan

—Debemos ingresar a los archivos de la empresa, ustedes deben relacionarse con los amigos de ella, tal vez sepan algo —asintieron —Pero que no sospechen, cada cosa que hagan que digan

—Puedes hacer una investigación de quién es Ashley Harris —dije a Henry, él asintió —Todo desde que nació

—Claro

—¿Por qué quieres eso? —A mi mente vino la imagen de ese anillo

—La madre de Ashley se me hace conocida, solo que no sé dé donde, el anillo que ella lleva lo había visto antes, pero no lo recuerdo

—No te esfuerces —dijo Brad —Tu nariz —asentí

—Ahora lo otro —dijo Kate

—¿Qué otro? —La mire

—Tu corona, los periódicos dicen que no todos estarán felices con tu regreso —Me mostró el periódico —Lo que significa que se opondrán, así que debes inventar una forma de que no te saquen ¿cómo lo hacías antes?

—El pueblo amaba a Rouses, ella se involucraba mucho con ellos y en sí era una más 

—Entonces harás eso, saldrás a la calle, saldremos como antes —dijo ella —Deben estar muy conmocionados, y estos tiempos que te fuiste no han sido los mejores

—¿Por cierto sabes cuando es el juicio?

—¿Juicio? —Miré a Brad

—Sí, el juzgado debe declararte viva y anular tu acta de defunción —negué

—No se nada —asintió —Estaremos atentos a eso —Miré a Calvino, Maritza y Esteban, Henry lucían divertidos

—Pueden ser espías perfectos

—Así es —dijo Kate —Nadie sospechará

—Bien agentes secretos, hay algo más y déjeme decirles que Henry podrá llevarlos al aeropuerto si así lo deciden —Me miraron sin entender —Ser princesa y dueña de una empresa mundialmente rica, era una parte de mi vida

—Rouses no lo hagas —dijo Esteban

—No pienso mentirles —dije —No si su vida peligra

—Solo dilo ¿Qué tan malo podía ser? —dijo Kate

—Muy malo —dijo Maritza

—Yo soy princesa de la Mafia —Ellos se quedaron mirando y comenzarán a reír cuando vieron que no era chiste, me miraron

—¿Como ósea que, eso, venía con el título de princesa de Italia? —Negué —Dios mío

—Tiene una explicación —dijo Edward —¿La tienes verdad? —asentí

—Alguna vez se han sentido completamente solos —Me miraron como si tuviera tres cabezas —Bueno, hace mucho, cuando tenía cuatro años, termine en un camión de repartición de alimentos, ya que mis padres me habían dejado plantada otra vez después de mi cumpleaños; y mi madre no me dejaba tener mascotas, así que cuando vi al perrito en ese camión me las ingenié para subirme y termine en Verona central, tenía hambre y frío, me encontré con un chico quien me compró comida, y me dijo que me llevaría a casa, pero debía ir por su amigo, ellos quedaron impresionados con el don de ver por los ojos recuerdos o vivencias de hacer sentir dolor y mover cosas sin tocarlas, pero eso lo descubrí hace algunos días, el punto es que me dijeron si quería una familia, para mí eso era mi sueño cumplido así que acepte, prendieron un papel y lo pusieron en mis manos hasta que se consumió y cortaron mi dedo —Levante mi dedo meñique —Lo cortaron y lo unieron con los suyos que también tenían sangre, firme en un libro y recitaron una frase en latín y ya, me convertí en parte de la mafia 




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