Seducción

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Han escuchado la frase, nada puede ser peor, pues bueno, quien lo dijo, no vio como era mi vida, bajamos a desayunar, algo tranquilo, encontrarnos con Ashley y su madre, quien llegaron temprano; la primera venía con una maleta, poco después llegó Liza y Marco, quien al verme hizo una cara de asco por mi cabello y los lentes de contacto, después de varios comentarios sarcásticos por parte de Ashley hacia Liza por su cabello, comenzaron a insultarse, haciendo que el desayuno tranquilo que quería se fuera al retrete.

—Basta —dijo Alessio —Es suficiente Ashley por favor compórtate

—Mi hija sabe comportarse perfectamente, señor Caruso, el problema son esta gente con la que Rouses se juntó cuando era una adolescente, de su madre nunca le hubiera permitido esas amistades —Alce las cejas,

—Si ella hubiera sido mi madre, yo no hubiera sido su hija —Calvino se rio al igual que Kate y Brad, mierda lo dije en voz alta

—Hubieras tenido mucha suerte en haber tenido a mi madre

—Apuesto que tuve una

—Eso no se le llama madre —Puse un postre sobre el tenedor —A ella le debemos que… —El postre le cayó en la cabeza

—Te pediré que no hables de mis padres o mi familia, por respeto, yo no hablo de los malos modales de la tuya, o su lengua viperina y llena de veneno, o lo mal vestida que va; sabe que hay una línea entre lo apropiado y lo inapropiado, digo estamos en la era del feminismo y eso, pero hasta eso tiene un límite —Todos me miraron

—Parece que Abby se despertó siendo Rouses

—Solo es conocimiento básico —dije —A nadie le gustaría que hablaran mal de su familia o ¿sí?

—Ya era hora que alguien les pusiera un freno —dijo Anthony

—¡Mi cabello! —grito Ashley 

—Era de canela, le sentará bien a tu cabello y para tu boda recomiendo que cambies de estilista porque se te ven las puntas abiertas

—Eres una bruja, tu cara de ángel solo es un disfraz y eso no lo has podido ocultar a pesar de no recordar nada —Mierda me había alejado del plan, pero podía arreglarlo —Como cuando me gritaste ante todos los empleados de mi prometido, por un simple café 

—No me gustan las injusticias y mucho menos que hablen mal de mi familia, no tengo ningún problema usted señorita Harris, pero le pido respeto, lo último que quiero es una guerra innecesaria con usted; si queremos podemos llevarnos bien —Me puse de pie, tome otro postre y me lo puse en la cabeza —Ups, creo que estamos a mano —Me lo metí a la boca y alce los hombros

—Sabes que no puede haber paz entre nosotros —dijo ella

—¿Por qué? —dije

—Yo soy Ashley Harris y tu Rouses Alessandretti, tenemos una guerra

—¿Cómo comenzó?

—Digamos que nuestras familias siempre han estado en guerra —dijo su madre

—Es ¿qué le hizo algo mi padre o mi madre, los conocía? —Negó —No entraré en una guerra absurda con ustedes, disculpen

Esto debía ser así, ellos creen que ganan y yo fingir que pierdo, pero el problema radica en que yo no era buena fingiendo que perdía, podía fingir ganar, se me daba natural.

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Cuando crecí mi madre me dio un libro de diez páginas que detallaba las ventajas de ser adolescente, no ponía las desventajas, según ella, cuando crecías te daban una sala solo para ti y era verdad; decía que podías decorarla como más te gustara y además de sufrir las transformaciones de tu cuerpo, podrías elegir mi forma de vestir claro que ella no estuvo feliz de mi elección de pantalones y faldas, vestidos ocasionales.

—Ten —Miré a Esteban y me extendió la caja que le pedí —¿Qué hay ahí? —dijo

—Cuando desperté solo tenía lo que está en esta caja, en algún momento estaba tan enojada que lo iba a votar todo y seguir, pero mi madre me convenció de no hacerlo, así que lo guarde y lo oculte, pensando que podría olvidarme de mi pasado —Respire

—Rouses mira hice un cuadro de los buenos malos objetivos

—Hicimos —dijo Brad

—¿De dónde sacaron la pizarra? —dije

—Le pedimos en algunos de los trabajadores y nos los facilitaron

—Aquí hay otros —Lo señalé

—Esa no es la caja de tu pasado —asentí, le retiré la tapa y ahí estaba mi collar, la camiseta ensangrentada y el estuche de rollo de fotos

—Es un collar muy hermoso —dijo Brad

—Era de mi madre, me lo dio cuando murió y esto —Tomé el estuche, lo destapé y lo abrí el anillo idéntico al que llevaba Alessio apareció

—Lo conservaste

—No sabía lo importante que era, me parecía muy raro —Kate lo tomo

—¿Cuál es la historia? —Pregunto Brad

—Fue la primera vez que me escapé, y me llevó a una feria no muy lejos de aquí, había una gitana, y estaba este anillo —Lo señale —Dijo que si lo ganaba y el anillo separaba sería nuestro, él lo ganó; la gitana me dijo que lo tomara de un lado y el del otro solo vasto jalar lentamente para que se encendiera muy brillante y se partiera en dos uno para mí y otro para él, dijo que las dos almas que llevarán los anillos jamás se separarían y estarían juntas el resto de su vida, pero creo que se equivocó

—No puede ser diferente, puedes luchar por él

—Yo quiero, pero estar a mi lado significa muerte y destrucción, tiene un hijo, tal vez él sobrevivió a mi muerte, pero yo no podría, lo amo demasiado —Mire el anillo —Lo amo demasiado

—No deberías rendirte Rouses, además él también tiene derecho a elegir —Me tomo de las manos —Prométeme que no dejarás que ella te lo quite




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