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Recuerdo la primera vez que conocí a Liza, no le caí bien, salía con Alessio, pero ellos al mismo tiempo salían con otros, eran esas relaciones modernas, Liza siempre me retaba y no tenía miedo de decirme las cosas, al igual que Maritza, ahora estaba enojada Dios sabe por qué, lo peor es que no podía defenderme.

—Vamos niña bonita, ponte de pie, hazle honor a tu nombre —No me quería poner de pie porque si no la votaría mire a Esteban, él asintió y me puse de pie, esquive el golpe, otro y otro, avance, un golpe, otro, me deslice y desestabilice sus piernas ella se cayó, todos nos veían

—Vaya, no estás tan perdida —Sentí que se me escurría algo cuando mire el suelo había sangre, toque mi nariz y estaba sangrando, la cabeza me mareo y me caí

—Rouses —Escuché a Esteban

—Maldición peor que rayos estaban haciendo —Alessio se tornó borroso y su voz distante

“La monarquía de Grecia desapareció tras la primera Guerra mundial, al contrario que Italia está no regreso, tu abuelo es legítimo rey de Grecia, pero no es reconocido por el mundo”

—Rouses

—Estoy bien —dije —Estoy bien

—Estás pálida —dijo Kate

—Ten bebe —dijo Edward —Te sentirás mejor, me incorporé —Despacio —Miro mis pupilas —Estará bien, pero debe tomar más agua

—¿Eres alguna clase de médico?

—Cirujano, pero estará bien, debe tomar su medicina

—¿Qué medicina tomas? —Mire a Alessio

—Es por el dolor de cabeza —dije, él solo me miro y me ayudó a ponerme de pie

—¿Segura de que estás bien?

—Si señor Caruso estoy bien —Lo mire

—No está mal, sabe defenderse solo que no quiere atacar al principio, no te suena eso

—Si —dijo él, yo solo lo mire, Kate le hacía preguntas a Calvino

—Así que sabes defenderte —Mire a Ashley —Yo también tomé clases de defensa personal con mi primer novio

—Todo sabemos como termino eso —dijo Kate

—Tal vez podemos practicar

—Tal vez —dije

—Esta noche saldremos —dijo poniéndose alado de Alessio —Nos acompañarán

—Será un placer —Miré a Brad, luego mi reloj

—Tal vez nos demos una vuelta —Mire a Liza —Ya puedo irme

—Sí, mañana a la misma hora, correrás mucho y procura sudar

—Sí, cuando yo hago ejercicio siento que me ahogo en sudor

—Yo sudo como puerca —dijo Brad —Tú pareces fresca como si no hubieras hecho nada

—Creo que es genética —Comencé a caminar a la casa

—Siempre a tenidos los mejores genes —Escuché que dijo Marco

Después de darme una ducha y vestirme los demás me esperaban, al parecer llamarón taxi, comenzaríamos nuestra investigación e infiltración, iríamos a la empresa.

—Tengo todo listo, mi nombre será Dalia —Miré a Kate, llevaba unos lentes negros

—Y el mío James, como James Bond —Sonreí, vimos venir a taxi a lo lejos

—Rouses —Escuché a lo lejos

—Debemos irnos —dije, Alessio venía a detenernos, pero si iría con Henry, ellos subieron al taxi

—Rouses —Nos detuvo —Teo los llevará a cualquier lado que quieran ir —dijo él

—No creo que sea necesario que tu chofer nos lleve, podemos ir en taxi —Negó

—Irán con él o no irán

—¿Qué?

—Ya me escuchaste

—Y si no quiero

—Te quedas y me esperas —Negué

—No, yo quiero salir, tengo derecho a ir a donde se me dé la gana, queremos salir a conocer la ciudad 

—Pues si no quieres ir con Teo, no iras ningún lado —Lo mire enojada, los demás ya estaban en el taxi —Le pagaré al hombre

—Alessio, espérame —Era Ashley podría aprovechar, venía con su madre —Puedes llevarnos a buscar cosas para la boda —Me miró

—Abby, Rouses —Miré a Teo —Puedo llevarlos

—No es eso Teo —dije mirando al pobre hombre, aproveché que Alessio le decía algo a Ashley y salí corriendo y me subí al taxi

—Arranque —Le dijo Maritza y este salió a toda velocidad, me di la vuelta para ver la cara de Alessio estaba que rabiaba en la puerta, nos detuvieron, pero Henry les presento algo y salimos, mi celular comenzó a sonar, era él lo tome

—Hola —dije

—Maldita sea Rouses te están buscando y no para alabarte

—Estaré bien, Henry está conmigo, nada me pasará

—Te llamaré a cada hora —Bufé

—No soy una niña chiquita, puedo cuidarme sola —Colgué

Llegamos a la empresa, Kate y Brad tenían una idea, cuando entramos ellos se perdieron entre la gente que salía y entraba.

—Les puedo ayudar en algo —dijo la recepcionista principal

—Si sabe si la señorita Harris viene hoy —Miro en su computador

—Hoy no, ella solo viene los jueves, quiere que le diga algo —Negué, de repente Kate y Brad aparecieron vestidos de personas del aseo, los mire, Esteban solo atino a sonreír mientras que Calvino se reía, me acerqué a ellos —Pero qué rayos hacen