Seducción

37

Alessio

No me muevo. Me quedo sentado en un incómodo sillón hasta que veo que abre los ojos. Patalea, grita, llora. Le pide al cielo clemencia. No me deja que la toque, pero luego se lanza a mis brazos y llora hasta quedarse dormida de nuevo.

La dejo en la cama, hasta que tocan la puerta y salgo. Jack me mira.

—Tenemos trabajo —Asiento y mira la puerta —¿Cómo está?

—Nada bien —Me mira —Recordó algo muy fuerte

—¿Quieres quedarte? —Me paso la mano por el cabello y miro a Jack —¿Qué no me estás diciendo Alessio?

—Me casé con ella

—¿Tú hiciste qué? —Se saca los audífonos —¿Pero solo fue un día?

—No, joder. Me casé con ella hace tres años y ella no se acuerda y yo no le he dicho. Además…

—Pero que carajos Alessio ¿Por qué sigues con la farsa de Ashley?

—Porque si rompo el contrato ella se queda con la empresa y yo debo pagarle al banco. —Jack maldice —Estoy pensando en resolver esto

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Ella ya no estaba y eso ya no era importante —Me arrimo a la pared —Nos vamos en la tarde.

—Yo me quedo —Dice —Tengo que cuidar a tu esposa

—No todos lo saben —Asiente

—No dire nada, pero creo que debes decirle y hablar con Ashley

—¿Y crees que Ashley se quedara tranquila? No digas nada

—Bien. Te envió los papeles del trabajo y solo debes instalarnos. El resto ya esta saldado —Asiento —Puedo mandar a Augustos

—No. Iré yo —Le indico —Debo alejarme de ella se lo prometí

—Joder Alessio que es tu esposa

—¿Cómo que es tu esposa? —Miro a mi derecha Los amigos de Rouses están ahí —Responde ¿Cómo que ella y tú están casados?

—¿Tú no te vas a casar? —Dice Brad

Beyno aparece detrás de ellos y me mira.

—¿Se casaron? —Me pregunta

—Hace tres años —Respondo —Pero no lo puede saber —Indico —Porque sí se puso así por Arabella. Además, debo resolver primero lo de Ashley y no puedo exigir que me ame.

—¿Cómo que no se lo vamos a decir? —La mujer se me acerca —¿Cómo es posible que puedas estar tan fresco? Sabiendo que tu esposa esta ahí en esa cama. Mientras finges un compromiso.

—Como mucho esfuerzo —Le respondo —Esa mujer es todo para mí. Pase los peores tres años de mi vida. Ahora no puedo estar cerca de mi mujer

—Dios bendito —Dice el otro —¿Qué hacemos Kate?

—La vas a lastimar —Me dice la mujer —Pero no podemos decirle nada

—¿Cómo?

—No Brad. Ella esta mal, la pondremos peor cuando sepa que su esposo —Dice con enojo —Se va a casar con otra

—Bien —Dice —No la podre ver a la cara ahora

—Voy a preparar todo —Dice Jack

Le resto nos quedamos en el pasillo un gran rato sin decir nada.

Cuando regresamos a la habitación. Me siento en el sillón y sus amigos se paran, sientan en el otro. La puerta se vuelve abrir y Erick entra corriendo y detrás de él Mónica. Hago que haga silencio y mira a Rouses.

—¿Se pondrá bien?

—Si —Le respondo

—¿Podemos hacer algo por ella? —Niego —No quiero verla triste

—Yo tampoco —Le digo —Yo tampoco

Camino hasta donde Jack. Cuando sale me da una capeta.

—Envíe a Augusto. Quédate con tu esposa —Niego —Alessio. Mira, aquí hay buitres y te la van a robar.

—Jack, apenas estamos con esto y debo trabajar…

—Pasaste tres años sufriendo por esa mujer —Indica —Ahora que tienes la oportunidad no puedes. Aprovecha los pequeños momentos. Quédate con ella. Muéstrale lo que vales. Enamórala otra vez.

—¿Y Ashley? —Pregunto

—Dios, tu prometida puede irse al demonio. —Nos reímos —Ve con ella

Subo de nuevo y la encuentro sentada. Los sollozos son tan bruscos. Beyno me mira y me hace señas para que entre. Me acerco y ella no dice nada. Solo se acerca a mí. La envuelvo en mis brazos y le beso a la frente. Cuando ya no llora se queda así callada.

—Alessio —Maritza entra —Te buscan

—No estoy para nadie —Le digo

—Es tu prometida

Rouses se aparta de mí. Abraza a su amiga y yo salgo con Maritza. No dice nada. Cuando bajo Erick viene hasta mí.

—¿Ya despertó? —Asiento —Voy a verla

—Alessio vamos a llegar tarde —Aparece Ashley —¿Por qué no te has vestido?

—Porque no voy a ir —Le digo

—¿Qué?

—Ya me escuchaste. No voy a ir —Me mira enojada

—¿Y ahora qué? Se quería lanzar de la terraza ¿Qué?

—No te importa. Le diré a Teo que te lleve —Niega

—Prometiste que irías. Pero no. Tu mundo gira al rededor de la princesa.

—Tengo trabajo Ashley. No tengo tiempo para recaudaciones o almuerzos. Yo tengo que trabajar. Para poder pagarte la deuda que tengo. Porque debo restaurar mi reputación. Ahora si tanto afán tiene, vete.

Se va enojada y yo tomo aire.

Camino de regreso hasta la habitación de Rouses me detengo en la puerta al escuchar a Erick.

—Papá dice que te puedes enfermar si no comes la sopa. Yo no quiero que te enfermes —Se queda callado —Hazlo por mí. Un poquito ¿No te gusta?

—Sí, solo que no tengo mucha hambre —Le responde Rouses

—Solo un poquito —Le pide mi hijo

—Okay, tú ganas —Le responde Rouses

—Sí —Grita mi hijo —Después podemos comer un postre por comer todo

Escucho la risa de Rouses y no entro hasta que Beyno sale y me sonrie.

—Tu hijo ha sido un ángel. Hizo que comiera —Me muestra los platos vacíos —Entra

Lo hago y Erick estiras sus brazos y lo tomo sentándome donde el estaba.

—Le he dicho a Rouses que la cuidaremos hasta que se ponga mejor —Rouses me mira —También le he dicho que habrá postre

—Solo para ella —El mira a Rouses y luego a mí

—Podemos compartí —Ella sonrie y sujeta la mano de mi hijo

—Claro que sí —Le dice —Mitad para ti y Mitad para mí

—Y para papá también —Sonrie —Hoy hay pastel de chocolate. El favorito de papá y el mío. Aunque papá dice que ningún pastel de chocolate sabe como al que le preparabas

La sonrisa se le borra y se aleja un poco de nosotros. Erick lo nota y trata de ir hacia ella, pero no lo dejo.




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