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—Iremos al bar de la otra noche —dijo Ashley

—¿Por qué no vamos a mi bar?

—La fila es interminable, pasaremos toda la noche queriendo entrar —dijo el amigo de Ashley

—Bueno, cuando eres Rouses Alessandretti tienes beneficios —dije, ellos me miraron, Camila me dio unos pases —Estos, deséenlo al portero y podrán ingresar —dije

—¿No vendrán con nosotros? —dijo Liza

—Rouses tiene un compromiso antes

—¿Compromiso?

—Es oficial —dije

—Olvide lo de su alteza, alteza —dijo Liza —Si no llegas te haré correr el doble, ¿me escuchaste?

—Sí, señora —dije caminando al auto 

—Pero es en serio que regresó, miren no se ve linda

—Se ve muy bella —dijo alguien

—Gracias por devolvernos nuestra calle

—Si no he sido yo —dije

—Es lo que todos dicen —dijo —Nos da gusto que estés aquí, puedes tomarte una foto, es para la prensa, nuestra princesa visitando la ciudad y preocupándose por sus ciudadanos

—Claro

Nos hicieron varias fotos mientras me explicaban la problemática del lugar, para luego aparecer en el bar, estaba igual a como lo deje y eso me gusto, al entrar la gente volteaba a verme, la música paró y el foco me alumbró.

—Démosle la bienvenida a nuestra patrona, nuestra jefa, Rouse Alessandretti

Los aplausos y gritos no se hicieron esperar.

—Tenemos preparado un pequeño espectáculo —dijo el anfitrión, las luces se apagaron

—Su majestad si nos puede acompañar —Mire a Maritza

—Lleva a los demás a la zona vip —Asintió, Esteban y Henry me siguieron

—Bueno, ahora haremos un juego de bienvenida

Desde donde estaba pude ver como paraban algunas chicas en la parte central del sitio.

—Bien, ¿quién nos puede decir quien es la princesa? —Todos se quedaron viendo a las chicas

—La dos —Comenzaron a gritar

—No la cinco —dijo otro

—La tres —dijeron por ahí

—Ninguna —Escuché

—Pues es verdad, ninguna es nuestra linda princesa, gracias, chicas —Ellas se fueron —Bueno, nuestra princesa está ahí

Los faros alumbraron una tela donde apareció la figura de una chica, los hombres comenzaron a silbar, las chicas no parecían felices, después la sombra comenzó a moverse al ritmo de la música mostrando su figura; mi cuerpo no era así, no tenía el cuerpo perfecto en realidad, creo que tenía un cuerpo desproporcionado, la cortina se corrió y no había nadie.

—Bueno, así es nuestra princesa siempre escapando, intentemos otra vez.

—Por aquí su majestad —dijo la chica y camine detrás de ella, salimos detrás de la cortina —Por favor suba lo hice la cortina se corrió y todos me vieron

—Un aplauso para nuestra princesa —dijeron —Los que van saliendo por favor no se olviden de firma el acuerdo de confidencialidad —Todos rieron —Su majestad, aquí tenemos un par de gente nueva que no la conoce, nos podría mostrar sus dotes de baile 

—Si yo no bailo

—Qué modesta es —dijo

—Apuesto que mucho deben querer bailar —dije

—Sí, pero todos queremos que usted baile primero, será como un comienzo, nadie sacará sus celulares —La gente se miró —Vamos a guardarlos todos —Y lo hicieron —Bien, esta lista —Asentí

Había aprendido a bailar por petición a mi madre, ballet, egipcio, hindú y bailes contemporáneos, aparte de los de salón, solo eran movimientos de cadera, cuando la música paró la gente aplaudió.

—Muchas gracias, ahora que siga la fiesta

Baje de ahí hasta donde estaban Henry y Esteban.

—Sabes a quién no le va a gustar eso —Hicieron una seña a mis espaldas

—Es solo Alessio, no puede decirme nada —Asintieron

Llegamos a la mesa y Liza me silbo.

—Cariño, hoy levantas pasiones, te has desarrollado también desde la última vez, que por ti me convierto en lesbiana —dijo ella

—Y a mí, las mujeres —dijo Brad

—Chistoso

—No, pero sí es cierto, ahora entiendo por qué dicen que harías que todos nos muriéramos por ti —Sonreí

—Eso no es cierto —dije

—Tiene razón —dijo Ashley —No todos se mueren por ella —Sonreí

—¿Cómo aprendiste a bailar?

—Es algo natural en ella —dijo Kate bebiendo su tercer vaso —Por eso sus hermanos no la dejaban salir, he camarero, tráigame dos orgasmos —Me miro —Te emborracharás, los tres lo harán —Nos señaló a Brad, Edward y a mi

—Claro que si yo me apunto a eso —dijo Esteban

—Eso es —dijo ella —La fiesta solo comienza

—Necesitaremos una cubeta —Me susurro Maritza al oído

—Creo que si

Alessio

Los tragos iban y venían, Rouses estaba bailando en el centro de la pista, me quedé en el asiento, no tenía muchas ganas de nada hoy, no después de ese baile tan sensual que dio, maldición; tuve que pensar en ovejas y había una fila muy larga para el baño de hombres como nunca, Henry estaba a mi lado, la canción se hizo más sensual y empezó a mover más las caderas como antes, pero esta vez era un poco más lento.