Seducción

40

Estaba tomando agua cuando tocaron la puerta, la mire, Alessio paso por mi lado, era uno de los botones, le dijo algo y él asintió, cerró la puerta

—Prende la televisión —Lo hice

“Se espera que la tormenta pase por Milán mañana en la noche, esperemos que no sea tan intensa…”

Apago la tele. 

—Dijiste dos días —dije

—Esperemos salir antes de que llegue —dijo volviendo al cuarto, fui detrás de él, mire por la ventana y un rayo cayó cortando el cielo, salte y Alessio me atrapó por detrás y la luz se fue

—Deben estar bromeando —dije

—Será mejor que nos vayamos a dormir —Asentí, pero como no sabía si me veía

—Si —dije, me di la vuelta y toque su frente, seguía con fiebre —Deberías estar en la cama, ahora —Vi que sonrió —Voy por una toalla húmeda; —Camine hasta el baño en la oscuridad y tome dos toallas pequeñas las empape hasta que quedaran húmedas, salí del baño él estaba mirando su celular, al verme lo apago, puse la toalla en su frente y la otra lo mire. —¿Qué? —Metí mis manos por su camiseta y coloque la toalla en su pecho, al sacarlas el tomo mis manos y me subió encima de él, debí ir a mi cama, donde estaría a salvo, mis piernas estaban a cada lado de su cuerpo, sus manos bajaron a mi cintura donde se quedaron, cuando se acercó para besarme, vire mi rostro

—No puedo —dije, el apoyo, su frente sin la toalla, quería besarlo, pero no podía, tome la toalla y se la puse de nuevo, me baje de la cama y camine a mi cama improvisada

—Sabes que no debes dormir ahí —Mire mi elaborada cama, tome la cobija y la puse en la cama, y la almohada, se rio al ver que ponía una almohada entre nosotros

—Si te sientes mal dímelo —asintió 

—Claro cielo —Se rio, me di la vuelta e intenté dormir, escuchaba la lluvia golpeando el cristal y los rayos, en algún momento de la noche la habitación se quedó congelada por el frío que hacía, me di la vuelta; Alessio estaba dormido, le quite la toalla seca de la frente y la del pecho con mucho cuidado, toque su frente ya no tenía fiebre, lo tape y de repente estaba en sus brazos —Solo estaremos abrazados no es malo —dijo, me resistí al principio, pero después yo misma la abracé, él me dio un beso en la frente

—¿Te sientes mejor? —dije

—Contigo así, si Rouses, me siento mucho mejor —Sonrió como niño y se quedó dormido, en media noche comenzó a tener escalofríos, intente controlarlo y después de un rato se volvió a dormir 

“Realmente es una gran tormenta, el municipio ha prohibido salir de los hogares, el frío es tremendo y no hay luz en la mayoría de la ciudad…

—Tardaremos más en llegar —dijo él por el celular —No, estamos bien, si se lo diré, esperemos que no —Colgó y me miró

—¿Qué?

—Te mandan saludos y esperan que lleguemos antes de que llegue…

—Ashley, me matará, yo lo sé, ya me vi

—No le tienes miedo 

—No, y sinceramente cuando la conocí no me cayó bien y a pesar de que tenía esa sonrisa me hizo enojar

—Nunca se llevaron bien —dijo

—Eso dicen —dije —Pero no lo recuerdo, así que —Se sentó frente a mi

—¿Así qué?

—No importa —dije mirando a la televisión —Pero estoy a punto de perder mi paciencia con ella

—¿Eres una niña? Porque miras dibujos animados

—Disculpé anciano que le gustan las noticias —dije

—Me dijiste anciano —Asentí, se abalanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas

—Alessio, para por favor, no —Comencé a retorcerme, saqué fuerzas y comencé a hacerle cosquillas, yo, caímos del sillón

—Rouses… —Me reí por las cosquillas, paro, pero yo le seguía haciendo cosquillas, paro para tomar aire

—Parece que te sientes mejor —Toque su frente, no estaba tan caliente 

—Contigo cuidándome —Sonrió pícaro, estaba debajo de mí —Quieres saber qué estoy pensando 

—¿Qué estás pensando? —Me recosté sobre su pecho 

—Más días así —Lo miré —No te asustes, solo tú y yo sin nadie más —Puso brazos detrás de su cabeza —Juntos pensando en el futuro, una familia de los dos —No sabía qué decir, solo lo mire, teníamos tantos planes que ahora no eran nada, se habían quedado en la nada. —¿Por qué lloras? —Porque no quiero que te cases, pensé en mi cabeza, porque quiero que te quedes conmigo, porque ahora tendré que alejarme de ti y no quiero hacerlo, no puedo hacerlo, debo hacer qué me odies, pero no sé cómo hacerlo.

—Me frustra no recordar —Fue lo primero que salió de mis labios —Sé que no me dices algo Alessio —Miro a otro lado —¿Por Qué? Déjame ayudarte —Me incorporé —Déjame estar contigo —Volteo a verme —Debo ser la idiota más grande del planeta — sonreí —Pero por lo menos tal vez podamos ser amigos 

—Es que no podemos —dijo —Es que no quiero que seamos amigos 

—No sé a dónde nos llevará esto —dije intentando pararme 

Su mano subió por mis caderas y se sentó conmigo encima de él y me beso, no pude detenerlo, me apretó a él y cuando nuestros centros se encontraron él emitió un gruñido, mis piernas se envolvieron en su torso, sentí que nos movíamos y después sentí algo suave en mi espalda, me separe de golpe y lo mire.

—Debemos parar, no es correcto

—¿Y qué lo es? —dijo —Solo a ti te importa ella, pero a ella no le importas

—No soy como ella

—Y lo sé y no sabes cuanto agradezco que no lo fueras, verte a lo lejos me a dado la oportunidad de imaginar lo que podría hacerte a ti, no sabes cuánto me gustaría desnudarte y tenerte encerrada en esta habitación hasta que estemos en la misma página. —Lo miré —Sé tus principios, sé cómo aparecieron porque yo estuve ahí, tienes la habilidad de hacerme enojar con facilidad y con la misma facilidad puedes hacerme olvidar el porqué, puedes sacarme una sonrisa solo con tu presencia y hacer entristecer con tu partida, sé qué detenerte toma toda tu fuerza de voluntad, pero sé también como yo que no quieres detenerte, te muerdes la mejilla cuando te pones nerviosa o estás pensando, te gusta el sandwich de pavo, sabes cocinar, tu color favorito es el violeta, ¿quieres que siga? —Limpio mi mejilla —No llores —dijo, me lance abrazarlo como era posible que se acordara de eso, hacerlo reír, lo hacía porque siempre tenía esa cara de enojado con el mundo, sobre todo con su padre, nunca me gusto verlo triste —No sabes cuanto te he extrañado —Lo sabía porque yo también lo había extrañado, me separe de él y me seque las lágrimas




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.