Alessio
Un grito me hace levantarme asustado. Tengo a Erick en mis brazos. Prendo la luz de noche y Rouses no esta. El grito se vuelve a escuchar y salgo de la cama. Dejo a Erick que también esta asustado.
—Quédate ahí. Voy por Rouses.
Salgo de la habitación y sigo el llanto y gritos. Rouses esta en el pasillo llorando y gritando. Me acerco y observo que no esta despierta.
—Shhh
Abre los ojos de repente y se aleja.
—La mate, Alessio. Yo la mate
—No, solo fue una pesadilla —Niega
—Yo, la mate, yo, la mate —Grita y la sostengo en mis brazos antes de que vaya al suelo. —Yo la mate
—No —La sujeto fuerte —Solo es una pesadilla. Vamos a la cama
Todos aparecen. Hasta Rinaldi.
—¿Qué le pasa?
—Una pesadilla —Digo —La llevaré a dormir
Cuando la veo esta dormida. La llevo hasta el cuarto de Erick. El esta sentado frotándose los ojos.
—Ven —Le digo —La llevaremos a su cuarto
—¿Dormiremos ahí? —Asiento
Cargo a los dos y vamos al cuarto de Rouses. Los dejo en la cama y los tapo. Cuando Rouses comienza murmurar me acuesto a su lado y ella se apega a mí.
—Esta bien. Aquí estoy. Aquí estoy
Me quedo dormido y cuando despierto me encuentro con los ojos negros y el cabello color trigo. Me pregunto cuándo regresará a su color original. Sus dedos están sobre mi cabello.
—¿Te desperté? Lo siento
—Mmm…, no
Enredo mi mano en su cabello masajeando su cuero cabelludo. Me mira y veo las ojeras bajo sus ojos. No ha dormido. Beso, su frente.
—¿Asuste a Erick? —Pregunta
—No, Erick está bien
Miro a mi hijo que tiene el pie en la almohada y siento si otro pie en mis costillas. Duerme como una estrella de mar en toda la cama. Rouses se ríe y yo con ella.
—Podemos quedarnos en la cama
—Hoy es tu primer día de entrenamiento —Le digo —No te librarás, pero podemos quedarnos cinco minutos más así
Cuando Erick se despierta, Rouses se lo lleva a bañar. Yo, por otro lado, debo atender el papeleo de los dos nuevos clientes. Bajo por un café. Estoy por ir por Rouses cuando Maritza me jala al salón. Rouses ya está ahí vestida con ropa deportiva. Joder malditos pantalones de licra.
—Buenos días —Le digo a Maritza
—Idiota mira
Le hago caso mirando la televisión. Las noticias del canal cinco están en transmisión.
Esta mañana las fuerzas del orden han llevado preso a dos miembros del parlamento por estar involucrados en asociaciones ilícitas. Esta red de trata de personas era dirigida por el antiguo consejo que fue desmantelado por la princesa. Entre la evidencia encontrada se ha descubierto una conversación entre el juez del caso culpable. Donde se culpó a Alessio Caruso por la muerte de la princesa Rouses Alessandretti. En la tarde sabremos si el caso será desestimado. Lo que cuál podría llevar a una compensación monetaria al señor Caruso. Tendremos más detalles en la tarde.
El lugar queda en silencio.
—Debo llamar a Colin —Digo
Estoy por llamarlo cuando Jack aparece. Está hablando por teléfono.
—Sí, ya le informé. Bien Colin, mantennos al tanto
—¿Qué? —Toma aire
—Abrirán una investigación — asiento —Silas junto a la asociación serán investigados. Al parecer hay un documento. El que se nos perdió que indica que Dylan fue enviado por ellos
—Mierda
—Sí. Te tendré al tanto —Asiento —Princesa
—Jack
La miró. Sonríe.
—Estoy lista —Dice
—Vamos
Bajamos hasta la sala de entrenamiento donde calentamos. Es muy flexible. Cuando terminamos la paró frente al saco de boxeo.
—Tus golpes deben ser directos y rápidos. Tus oponentes la mayoría de las veces serán más altos que tú debes desestabilizarlos. Debes dar en lugares de la cintura para abajo. Muslos, tobillos, cintura. Si el oponente es muy alto no intentes darle en el cuello, solo harás que te maten.
—No soy tan chaparra —la miro
—Lanza tu mejor golpe
No lo hace mal, pero no está bien.
—Debes hacerlo moviendo la cadera. Así tendrás estabilidad y tu golpe será más potente. Puños arriba cubriéndome. Así
La pongo en posición. Ella da el golpe y lo hace bien. El recuerdo de ella golpeando el saco de boxeo hasta destrozarse las manos viene a mi mente.
—¿Lo hice bien? —Pregunta
—Sí. Ven haremos una lucha cuerpo a cuerpo
—Pero no se nada —Asiento
—Te defendiste bien para no saber nada. Quiero saber que sabes. Venga dame tu mejor golpe.
Me mira y esquivo el golpe que me lanza. No veo venir la patada que lanza con fuerza.
—Lo siento, pero dijiste que…
La empujo y ella me mira.
—No te distraigas
Se pone de pie de un salto y se lanza de un salto. Apenas y no me da tiempo a nada. La tomó de las muñecas y la pongo de espaldas contra mi pecho.
Editado: 21.11.2024