Alessio
Rouses no escatimo en gastos. Lo mejor de lo mejor para su hijo. Erick regresa con sus amigos mientras que nosotros nos quedamos ahí. Máximo me pide que lo baje y se queda parado a mi lado. Rouses habla con uno de los encargados de los payasos. Llamo a Erick y este viene. Máximo me mira y señalo los juegos. Los mira.
—No te separes de él Erick —le digo
—No papá. Ven Maxi —Le dice y se lo lleva
Rouses regresa conmigo y los mira irse.
—¿Crees que esté bien? —Asiento —Gracias —Me mira
Este cumpleaños lo celebramos por muchas razones. Es el primero en que Erick tiene a su madre. En segundo, porque puede ser el último en que Victorie este, lo que es triste. También es porque tal vez en el siguiente, tal vez yo no este por las prohibiciones de Regina. Ella quería esto, una fiesta para estrenarse como mamá y dejarles claro a las demás que su hijo ahora tenía una.
Beso su frente y se acerca. Me abraza y no se cohíbe. Quiero eliminar todo lo demás para poder quedarme así con mi esposa. Mi esposa que no recuerda. A la que necesito. La que quiere ser mi amiga, yo no quiero que lo sea porque no quiero tratarla como tal.
—¿Qué?
—Nada
—La fiesta esta por terminar —Le digo —¿Qué vas a hacer después?
—Quitarme estos zapatos —Dice —Y…
—¿Por qué lo invitaste?
—Es mi amigo —No digo nada. Me molesta que ahora lo vea como su amigo —Alessio, no sé qué esperas que haga.
—Sabes lo que yo quiero hacer. Besarte frente a todos estos idiotas y que dejen de mirarte. —Medio sonrie —Que mejor le miren el culo a sus esposas.
—Alessio
Me golpea el brazo y luego se ríe.
La fiesta acaba y los adultos de la casa nos quedamos en el jardín. Erick y Máximo juegan en los juegos que aún quedan en pie. Rouses tiene sus pies en mi regazo
—La fiesta fue un éxito. —Dice su amiga —La cara de esas mujeres era…
Ella se ríen y Peter me mira mientras yo le acaricio el tobillo a mi esposa.
—El pastel te quedo fabuloso —Comenta el otro —Dios no puedo dejar de comer
—Rouses —Regina llega —Alessio y yo debemos decirte algo
No sé de qué habla, pero Rouses no se mueve.
—¿Qué pasa?
—Erick vendrá con nosotros a Grecia. —Rouses baja los pies de mi regazo y me mira. Yo no sé qué esta diciendo —Considero que lo mejor para niño es que esté con su verdadero padre. Y considero que puedo ser una buena madre para él.
Rouses me mira esperando que diga algo. Me pongo de pie y tomo del brazo.
—Ven…
—No. Erick vendrá con nosotros —Niego —Lo hará o aumentarás diez años más de deuda ¿Te gustaría Alessio?
—Eres una desgraciada —Le grita la amiga de Rouses
Regina mira a Rouses aprieta los puños, la mandíbula tensándose mientras intenta mantener la compostura frente a Regina. Se pone de pie. Su cuerpo se tensa, esta intentando controlarse.
—Podrás ir a verlo cuando quieras. Seguiremos siendo la misma bella familia feliz
Dos segundos después, Rouses estaba sobre Regina en el suelo. Rouses la sujeta por el cuello, sus manos temblando de ira, y la empuja contra el césped, una y otra vez, hasta que su propia respiración se entrecorta.
—Esto no es un puto concurso, esto no es de quien se queda con él. Que no lo entiendes. Esto no sobre ti o sobre mí es sobre Erick. Es sobre él. No sobre ti.
La quito de encima de Regina quien tose. Rouses quiere golpearla. Rouses se refugia en mi pecho. La escucho llorar y sé que he tenido demasiado de esto. Nadie ayuda a Regina a ponerse de pie. Me llevo a Rouses dentro.
—Mi bebe…
Trato de calmarla. Llorar contra mi pecho, hasta que me empuja y me mira con enojo. Esto es lo que Regina quería separarnos y lo esta logrando. Me golpea el pecho con furia, la dejo. No soporto verla llorar.
—Tú… —me señala —Tú… Ella me va a quitar a mi bebe, y… Ni siquiera es mío.
Llora, trato de abrazarla.
—¿Por qué se quiere llevar a mi bebe? Ya te tiene a ti. Joder, que me deje a mi bebe.
—Rouses…
—Me gustaría que si fuera mi bebe, me gustaría que fuera mío. —Me mira con odio y tristeza —Tú se lo dirás. Tú se lo dirás.
Erick me mira y luego a Regina. Mira a Rouses.
—No —Dice —No. Yo me quiero quedar con mi mamá. Yo quiero quedarme con mi mamá.
—Cariño —Trata de hablarle Rouses —cariño
Erick se baja de su regazo.
—¿Ya no me quieres?
—No es eso, cielo, pero —Se pone de rodillas frente a el —Yo no soy tu verdadera mamá y no me puedo quedar contigo. Tienes que irte con tu padre.
—No. Yo me quiero quedar contigo y con Máximo. Tú eres mi mamá.
—Lo siento cariño, no lo soy.
—No me quieres —Dice con la voz rota y los ojos llenos de lágrimas.
Mi hijo es un mar de lágrimas y yo solo siento impotencia. Por ver a las dos personas que más quiero llorar. Maldito el día en que acepte ese estúpido trato. Maldito el día en que conocí a Regina Fosti.
—Erick
Rouses trata de sostener a Erick para que no se vaya, pero se escapa de las manos
—No me quieres
Balbucea Erick entre lágrimas. Sale corriendo. Rouses le grita, pero Erick no escucha. La ayudo pararse y me mira a mí y a Regina.
—Más vale que sean buenos padres. Tú —Señala a Regina —Has que derrame una lágrima y convertiré tu vida en un infierno. Seré tu sombra y tendrás una buena razón para odiarme. Tú y toda tu familia pagarán si ese niño no es plenamente feliz. Quieres más guerra Regina prepárate porque no me conoces en realidad.
Editado: 06.12.2024