Me gradue de la universidad de Toronto Canada a la edad de 21 años, habia saltado un año y termine mi licenciatura rapido con muy buenas calificaciones y honores, me mude a San Francisco al lograr pasar una entrevista para el mejor trabajo de todos, en una editorial muy importante de E.U.
Nunca me imagine que lograria subir rapido de puesto, primero empece como asistente de una editora de moda, luego como ya estaba grande de edad se jubilo y me dejo el puesto a mi y a los 22 me convirtieron en la directora de edicion.
No sere muy perfecta que digamos pero se que tengo un cuerpo aceptable, cabello de color castaño claro, ondulado, labios con algo de volumen, maquillaje ligero y ojos cafe claro.
Trato de ir todos los dias al trabajo vestida de ropa formal pero con estilo, la moda es parte de lo que hago asi que debo de estar perfecta.
Me va bastante bien, no me puedo quejar, viajo a diferentes paises, vivo en un enorme penthouse que vale demasiado, soy la que mando, voy a los clubes mas exclusivos, he salido con hombres muy guapos y los dejo cuando quiero, tengo la ropa que deseo, soy muy popular, salgo en revistas y siempre obtengo lo que quiero.
- Hola buenos dias sexy, que quieres de desayunar- escucho la voz de Aaron mientras me da un apasionado beso, son las 5 de la mañana, me despierto y me levanto hacia la ducha para abrir el agua caliente, dejo la puerta abierta para que el tambien entre, los dos nos comenzamos a besar primero suave y luego con mas fuerza, el agua caliente se desliza en nuestros cuerpos desnudos mientras nos acariciamos e instantaneamente cuando sabia lo que estaba por suceder agarre el shampoo, lo aleje y me lo puse en el cabello para lavarlo y luego con una esponja y un jabon aroma rosas con coco me enjabone toda, me volvi a acercar a el pero mientras lo acariciaba desde la parte del cuello hasta esa parte debil el dejo escapar un debil gemido le murmuro - lo siento pero yo no desayuno y ya tengo que irme-, me enjuague lo mas rapido que pude y me sali de la ducha. El se quedo paralizado y aun confundido adentro, yo me arregle rapido, me puse un vestido sensual y elegante de carolina herrera con abertura a un lado con un maquillaje neutro y el cabello suelto con caideles. Aaron salio de bañarse, se me quedo mirando sorprendido y se le veia destellos en sus ojos -te ves preciosa, me encantas, dime cuando volvere a verte?- me dijo con mirada de enamorada asi que solo me acerque a el, tome su cora con suavidad, el me envolvio en sus brazos y nos besamos un rato, me le quede mirando y con voz tierna le dije -yo te llamo, talvez nos volvamos a ver o talvez no-., me miro serio y triste a la vez pero ya no dijo nada.
Sali, entre a mi carro y mi chofer me llevo a la empresa, ya eran las 7 de la mañana, apenas unos empleados hiban llegando, otros aun no y mi unico interes era tomarme mi latte con amaretto y mi mini dona de azucar de la cafeteria. - Buenos dias Aaliyah, te ves hermosa como siempre, lo mismo de siempre? - me dijo el chico de la cafeteria, llevaba semanas tratando de impresionarme, era lindo, cabello rubio, ojos azules, por lo menos unos 24 años, linda sonrisa y alto pero no era mi tipo, era muy del estilo niño bueno. Le devolvi una sonrisa sensual que el no dejaba de mirarme los labios y luego mis ojos.
- Aaliyah ahi estas, mi directora favorita, buenos dias- solo por la voz supe quien es, Gerald el dueño de la empresa, quien ha cuidado y creido en mi todo este tiempo, - Gerald buenos dias, ¿como esta?, cada vez que escucho su voz me alegro tanto - le dije y es verdad, el siempre ha sido como una figura paterna que nunca tuve, 65 años, con cabello cubierto en canas, siempre vestido de traje y oliendo a locion aroma madera. El señor Gerald desde que se entero de mis problemas con mi familia y como me habian dejado sola depresiva y no creian que lograria nada, el se encargo de apoyarme en todo, habia perdido a su unico hijo gracias a una enfermedad y tambien habia quedado en depresion pero el cuando me conocio como que le recorde a su hijo y el me adopto a su manera, no legalmente pero siempre me trato como a su hija, todo lo que tenia era gracias a el.
Fui a abrazarlo y le pedi al chico de la cafe que me diera un cafe americano grande con leche sin azucar para darselo al señor Gerald, - muchas gracias querida, que bueno que te veo, mas tarde ven a la casa, Bridgitt quiere que nos acompañes hoy a cenar con unos familiares, te extraña mucho- me dijo, yo le sonrei con mucho entusiasmo, su esposa tambien habia sido como una madre para mi, en ellos habia encontrado esa familia que tanto deseaba asi que acepte con gusto, - Oh y hay alguien que te quiero presentar, el nuevo subdirector Dario, es hijo de un muy buen amigo mio y me gustaria que lo capacitaras- me respondio y volteo hacia un chico no mas de 19 años, no me habia dado cuenta de que con el Sr Gerald se encontraba el, un chico menor que yo mirandome de una forma extraña, me miraba provocativamente de arriba a abajo, no puedo negar que no estaba atractivo, mas bien estaba demasiado atractivo para su edad, con un traje algo pegado donde se le notaban unos biceps que no pude despegar la mirada y mucho menos ya que su camisa de la parte de arriba estaban los botones abiertos, tenia sus pomulos pronunciados de una forma atractiva que se le veian tan bien con esos labios que los mordia seductivamente para que yo mirara, sus ojos de color verde profundo y su cabello negro corto pero despeinado con estilo. El me sonrio al ver que no podia apartar mis ojos, me acababa de dar cuenta que el se habia dado cuenta y esto hiba a ser un problema muy dificil.