Seducción irresistible.(parte 2)

Capítulo 1

«El momento en que quieres dejarlo es justo el momento en que tienes que seguir avanzando»

Caminaba de un lado a otro, sentí que la idea principal estaba en mis manos, pero era en vano ya se había esfumado, deje mi pincel sobre la mesa y me pare a ver los trabajos de mis alumnos.

—¡Alejandro! Tu idea no está mal, pero no te dejes llevar por la emoción, tranquilo—le digo a uno de mis alumnos.

—Anastasia, trata de que tus ideas fluyan y refleja lo que quieres expresar en tu pintura—le explico y ella me da una sonrisa.

El hecho de haber perdido esa inspiración no me impedía enseñar el arte a otras personas, aunque a veces lo intentaba no lograba plasmar lo que me gustaba y terminaba frustrado.

Mis alumnos se esmeraban en dejar todo su esfuerzo en sus pinturas, los concursos en los que les había recomendado que fueran, ganaron premios y también obtuvieron trabajos de la mano con el arte.

La hora parece irse demasiado rápido, mis alumnos se despiden y se marchan.

Había convertido mi casa en un lugar de enseñanza para el arte, mi nuevo hogar en cual recién había comprado se adecuaba a mi gusto, lo que siempre había querido.

Tiene un gran patio, un bello jardín y lo más importante tiene una sala en dónde podía trabajar en ello y en además brindaba las clases, las paredes de esta, estaban adornadas de mis primeras pinturas y el retrato de mi amada fallecida.

Los años iban pasando y esa sensación de soledad me iba abrazando cada año.

El sonido de mi celular, me hizo salir de mis pensamientos, el número era de una revista muy conocida, la cual se empeñaba en pedirme una entrevista para preguntar sobre si tenía amoríos con mujeres.

—Señorita, como ya lo había hablado con su jefe, no pretendo ni quiero realizar ningún tipo de entrevistas con nadie, adiós que tenga buen día—le corte la llamada y arroje el celular en la silla.

Este volvió a sonar y estuve a punto de estrellarlo contra la pared, cuando el nombre de mi hermana apareció.

—Hola Renata, ¿Qué pasó? ¿Te sientes bien? ¿Cómo está el bebé? —empecé a invadir de preguntas a mi hermana y ella ni siquiera había hablado.

—Jassel, ¡calma! —me dijo y escuche su voz agitada.

—¿Dónde estás? —pregunte por el bullicio que se escuchaba.

—Puedes venir a buscarme hermano, estoy en una tienda de bebés, los periodistas, otra vez están invadiendo mi espacio personal—me dijo y note su respiración agitada.

—Manda la ubicación por mensaje, en minutos llego.

Subo a mi habitación y empiezo a cambiar mi ropa por unos jeans flojos, camisa de cuadros celestes. Agarro mis llaves que se encuentran cerca a la puerta y salgo de casa.

El trayecto hacia esa tienda es muy rápido ya que estaba a veinte minutos, mire el tumulto de personas que se encontraban rodeando la tienda, como fieras buscando su presa.

Estacioné mi auto y traté de tapar mi rostro, fue imposible ya que se acercaron a mí y empezaron a preguntar sin parar, aparto a algunos periodistas de mi lado e ingreso a la tienda, pero antes les menciono:

—Por favor necesito que me hagan un espacio ya que mi hermana se encuentra embarazada y necesito que otorguen el paso para que pueda salir sin problema—les dije de la manera más educada posible, pero ellos siguieron empujándose entre sí.

Entre a la tienda de artículos para bebes y mi hermana Renata se encontraba sentada en una silla muy a la orilla para que así no la pudieran ver y la pared le otorgara un escondite perfecto para que los periodistas no la asechen, una chica bajita y con cabellos negro se encontraba dándole aire con una revista.

Renata me vio y vino hacia mí de inmediato, me rodeo con sus brazos pequeños y me dio un abrazo de una manera muy cálida, paso mis manos por su cabello y deposito un beso sobre su cabeza.

—¿Qué pasó? ¿Por qué hay muchos periodistas? —pregunte confundido por la situación en la que estábamos.

Mi hermana no era de estar en conflictos o de algún tipo escándalo con alguna persona del medio, ella era reservada, pero en estos momentos algo había activado el interés de los periodistas.

La chica me entrego la revista y puede ver el rostro de Adrik en la portada y ahí es donde entendí lo que estaba ocurriendo.

Joven heredero fue visto con una joven muy hermosa y tal parece que es la nueva novia, ¿Y qué paso con la señorita Renata?

Arroje la revista a un lado y tome el rostro de mi hermana, ella asintió de una manera serena en donde me trasmitía que no quería hablar sobre el tema, entendí la razón, pero no pude quedarme callado y lance un comentario:

—No lo mataré, sólo porque es el padre de mi sobrino, las ganas no me faltan—le dije y ella movió la cabeza.

—Él no lo sabe Jassel, no sabe que tendrá un hijo y así debe quedarse—me dijo sollozando y tapándose el rostro.

Adrik se había marchado dejando a mi hermana atrás para unirse a su madre, aunque no sabía exactamente las razones ya que mi hermana no quería hablar sobre el asunto y la entendí no quería esforzar nada, ella me diría lo que pasaba en algún momento no podía interferir en su vida.

—Necesitas descansar, no es bueno en tu estado pasar por esta situación—le dije y la ayudo a levantarse.

Miré nuevamente el incidente en el que nos encontramos y decidí preguntar al encargado de la tienda si había otra salida y me señaló dónde quedaba la puerta de atrás.

—Gracias—le agradezco al señor.

Sostuve su brazo de mi hermana y la apego más a mi cuerpo, ella se encontraba con la mirada triste y cansada.

Logramos salir de la tienda, el trayecto a casa fue triste y melancólico, ya que ella empezó a recordar todo y empezó a llorar, intente detener el auto, pero ella se negó a que lo hiciera y no pare hasta llegar a mi casa.




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