Seducción irresistible.(parte 2)

Capítulo 2

<<El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar>>

No era posible la situación en la que me encontraba, Selene es mi amiga, pero en estos momentos, no sabía si seguiríamos siendo amigos y si cambiaria nuestro trato de amistad, el hecho de tener un encuentro íntimo con ella, no debía pasar, pero simplemente paso y nos dejamos llevar por las circunstancias.

Joder, me siento mal por tener intimidad con mi amiga.

Ay Jassel no seas tonto, lo quisiste hacer y no es hora de arrepentirse. -me dice mi conciencia.

Ella tiene su cabeza recostada a mi pecho, sus brazos están aferrados a mí, me separó de ella lentamente y sin hacer movimientos que puedan despertarla, la dejo en la cama y lo siguiente que hago es que agarró mi ropa que está regado en el piso del cuarto, antes de salir de la habitación volteo a mirarla y ella se aferra más a la almohada como si de mi presencia se tratase, me comienzo a vestir sin hacer ruido y dejo una nota pegada en el refrigerador, salgo de su casa sin mirar atrás.

El nombre de mi padre apareció en la pantalla de mi celular, corte y traté de omitir sus llamadas.

<<Contesta, no seas rencoroso>>

Mi padre había hecho mucho mérito para conquistar el corazón de mi madre, ella le pidió el divorcio, pero mi padre se negó, yo estaba molesto con él ya que tuvimos un percance cuando murió Gabriele.

No lo odiaba tampoco, sólo tenía esa sensación de incomodidad.

Me acuso de haber matado a mi novia, la culpa de todo lo tenía yo según los comentarios que tiró sin haber pensado antes de hablar, hacia mí, quise terminar con mi vida a causa de esa razón, creí que yo era él culpable de todo lo que estaba ocurriendo en el momento, no había funcionado el tomar medicamentos para quitar mi vida, me encontraron convaleciente en mi departamento en el que vivía con Gabriele y lograron llevarme al hospital.

Odie el hecho de querer matarme y no pensar en lo egoísta que podría llegar a ser al quitarme la vida, pero en esos momentos que más me daba el hecho de seguir viviendo, me había cargado la culpa en mis hombros, no había medido las consecuencias, ni en el dolor que habría causado mi muerte a mi familia, estaba muy deprimido y me costó mucho el poder salir de esa etapa, busque ayuda en los profesionales y puse de mi parte, porque entendí que la vida seguía después de todo.

Mi madre no sabía nada, no quería ocasionarle más problemas, su corazón ya no podría aguantar más la situación y menos la de casi perder a un hijo, fue difícil ocultar mi estado de salud, pero mamá no se dio cuenta, si hubiese muero, mi madre hubiera sufrido con mi partida.

Salgo de mi burbuja en el que me encontraba y tomé mi celular. Marque el número de mi padre y él contesta muy rápido.

—Hola. —salude de manera insípida y frívola ¿quizás?

¿Estaba siendo demasiado descortés, acaso?

—Jassel, no cortés la llamada por favor hijo, tu madre desea verte, ella se encuentra muy triste, desde dos meses que no te ve, el estado de salud de tu madre no puede estar relacionado con temas de tristeza, ella debe estar estable Jassel. —me informa con la voz temblorosa y temerosa por la salud de mi madre.

Alejo el celular y tiro un grito con impotencia ¡Joder! ¿Acaso yo era el culpable de esto? Y de nuevo volvía esa sensación de querer culparme por todo, quito las ideas absurdas que me aquejan y tomo aire antes de que vuelva a apoyar el celular en mi oreja y le digo a mi padre que iré a ver a mi madre.

Llegué a casa después de varios minutos, lanzo la ropa hacia la cesta y entro al baño para darme una ducha. Me veo en el espejo y paso la mano en este para poder ver mi reflejo, ya que se encontraba borroso por que me di un baño con agua tibia y el vapor ocasionó eso.

Me toque el mentón y decidí que ya era momento de un nuevo cambio para mí, empiezo a cortar la barba, sólo corto lo necesario, vuelvo a mirar mi cabello, pero me niego a cortar y solo arregle mi cabello con mis dedos, por ahora quería tenerlo un poco largo, además me veo sexy.

El clima estaba muy frío, cerré las ventanas y prendo la calefacción presionando un botón en la Tablet, voy hacia mi cuarto para comenzar a vestirme, debido al clima opte por ponerme un abrigo de cuello alto y unos pantalones negros.

Estaba seguro de que Adler pasaría por mí, ayer también me había comentado que pasaría por mí para llevarme a su casa, pero creo que él también visitaría a mamá, por lo que me comento.

Agarré una de las manzanas y salgo de casa, afuera de mi casa estaba Adler mi hermano junto a la pequeña Melania, la cual corrió a mí ni bien salí de casa y se tiró a mis brazos, con intensión de cargarla.

Sostuve a mi pequeña sobrina en mis brazos y llené su rostro de pequeños besos, es una pequeña llena de alegría y muy divertida, algo que realmente había sacado de su madre, porque Adler definitivamente no.

—Meli, ¿Cómo estás pequeña? —le pregunté y ella me hizo ver su sonrisa, apunto hacia el diente que se había salido.

—Bien tío, porque se me cayó mi diente—dijo alegre y sonriente.

—¿Estas alegre por eso pequeña? —pregunte y ella señaló a su papá con emoción.

Mire a Adler él cual se encogió de brazos y señaló la muñeca que se encontraba en el auto, baje a mi sobrina de mi brazo y ella camino hacia su padre.

La pequeña Melania, puso una cara muy tierna y se aferró a las piernas de su padre él cual no tardó en cargarla.

—Es la engreída de papá—le digo y Adler solo asiente con una sonrisa, le da un beso en su mejilla.

—No soporto el hecho de ver a mi pequeña llorar, así que le compré una nueva muñeca. —lo dijo en un tono de papa consentidor.

—Eres todo un súper papá, por lo que veo.

Adler me da un ligero abrazo para saludarme y luego acomoda a la pequeña en su asiento para pequeños, miro a mi hermano el cual se acerca a mi oído y me susurra.




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