Capítulo 12.

Las circunstancias de los hechos, ocasiona que tomes un rumbo distinto en la vida...

─Pega tu trasero a la silla. ─me apunta con su dedo y empuja mi cuerpo a la silla.

─No puedes irte así nomás Jassel, estas en un mal estado, tienes moretones y el labio partido.

Ella se gira para agarrar su mochila, yo aprovecho el momento para escabullirme e irme a mi habitación, enseguida escucho sus pasos firmes.

Apresuro en cambiarme y llevo el abrigo en mi brazo, ella a mi habitación hecha todo un torbellino feroz.

­─ ¡No vayas, Jassel! ─dice algo frustrada. ─Tu familia te vera muy golpeado.

─No iré precisamente a visitar a mi familia. ─expreso enojado.

─Creo que el momento no es el indicado en que debas hacer una visita al ex de tu hermana, pero eres el que debe decidir sobre hablar con alguien y no meterme en tus asuntos.

─Exacto. ─le digo.

Antes de salir de casa ella deja sobre el sillón lo que parece ser ropa que saca de su cartera.

─Aquí esta tu ropa que me prestaste. ─dice algo furiosa y sale de casa dando un portazo.

La veo irse y pienso llevarla a casa, pero llama a un taxi.

Me dirijo hacia mi auto y emprendo camino hacia el hotel en donde debe estar hospedado Adrik. estaciono el auto, le doy las llaves a un jovencito y camino a la entrada.

Entró rápidamente y me acerco a la recepcionista la cual se queda mirándome mi labio el cual esta partido, me acercó hacia la mesa y tomó su lapicero cuál golpeteo en la mesa, ella me ve y pone una cara de curiosidad se ve muy claro qué sabe quién soy y aunque eso fue demasiado bastante tengo que usarlo a mi favor, así que afrontó a decirle si estaba hospedado Adrik marcovick y ella prontamente me dice que no puede revelar información de los que se hospedan en el hotel y yo le contestó que si no me lo dice llamare al jefe,

 Claro que conocía al jefe del hotel era nada menos que mi hermano Adler dueño de este lujoso y prestigioso hotel, ella al ver que yo le digo que se trata de mi hermano, automáticamente teclea con rapidez y me dice que se encuentra en la suite del piso 20.

Camino hacia el elevador y me dispongo a mirar alrededor de los que están presentes la calma y la densidad está baja en un ambiente sereno y tranquilo empiezo a ver las paredes las cuales tienen una tonalidad verde y algo púrpura pero muy bajito, toda combina con el lugar Adler se encargó muy bien de contratar a buenos diseñadores.

Las puertas del elevador se abren y entró en seguida marcó el número del piso y en la espera trueno los dedos, para liberarlos.

Ni bien llegó al piso donde se hospeda camino lentamente hacia su suite.

Antes de entrar tomó respiración para intentar calmar mis ánimos horrendos que traigo, pero creo que el enojo y la frustración hacen que toque desesperadamente la puerta, olvidando por completo la calma.

Este abre la puerta a duras penas porque se balancea sobre sí mismo está en estado etílico en y porque lo percibo pues por el olor que emana de él.

Se pone a reír y mi cara como si hubiera un chiste tatuado en mi rostro.

Abre la puerta y yo enseguida lo tomo de la solapa de su camisa, este tiene un olor de alcohol, sus ojos están rojos.

Él se sale de mi agarre y pronto me abraza muy fuerte, como cualquiera que busca la calidez de una persona.

No lo alejó de mí porque mi reacción es un poco retardada y luego éste se desvanece sobre mí, lo aviento hacia la cama.

Me imaginé que al venir aquí sería no cuidar a una persona en estado etílico realmente imaginé un asunto en donde yo estaría dando unos certeros golpes en su mandíbula, bien duros.

Este hace arcadas y toma el tacho de basura en donde bota todo, se limpia la cara con la manga de su camisa y luego me sonríe como un idiota.

El intenta pararse de la cama, pero es inútil ya que vuelve a caerse sin más.

─Renata es demasiado buena para haber hecho las cosas que me contó, pero realmente lo que me hizo callar mis dudas y no quise creerlo fue cuando dijo que me engañó, me llegue hasta el punto de volverme loco quise matar al sujeto que se encontraba sobre ella te juro que nunca pensé pasar por una situación como ésta, me duele y arde lo que he vivido. ─ arrastra las palabras.

─Pregúntale todo a tu madre es una bruja es una mujer muy mala y malévola sin escrúpulos también, ella planeo todo esto.

─Creo que no sería muy conveniente que una persona como tú me lo dijeras, porque intentas defender lo indefinible.

─sinceramente estoy siendo demasiado cordial contigo, cuando estar moliendo tu cara a golpes Adrik, además tú muy bien sabes qué tipo de persona es tu madre y con qué pata cojea.

Le digo refiriéndome al negocio que se encargo de liderar muchos años.

─Es una mentirosa no confío nuevamente en ella, es una vil mentirosa, no creo en las palabras que salen en su boca y solamente los hechos que vi fueron muy dolorosos que están aquí mismo señala su sien─ ¿No sabes lo que se siente ser engañado?

Me rio un poco al recordar alguna de mis novias que tuve, dos de ellas me pusieron adornos sobre la cabeza.

─Adornaban mi bella cabeza, pero ya es pasado lo supere y esto es una situación muy distinta tu madre uso a Renata para sus putos trabajos sucios, así que no me jodas Adrik.

─No puedo simplemente callar es verdad es tu hermana es un hipócrita e injusta, cómo alguien puede jugar con los sentimientos de una persona decirle que la amas y en un instante romper su corazón, ¿sabes qué doloroso es verdad?

─Te dije que la e vivido, pero son situaciones muy distintas, mi hermana no hizo lo que tu imaginas o viste. ─le digo. ─Sinceramente Adrik tu comportamiento de un hombre injusto, está cegado por las mentiras que arroja tu madre, esta claro que te volviste su fiel seguidor.

Este se pone rojo de la furia, se para, pero no me hace nada, se queda estático.

─Ella lo hizo me buscó y me brindó ayuda rápidamente, es mi madre.