Seducción irresistible.(parte 2)

Capítulo 19.

 

La belleza es cómo te sientes por dentro y se refleja en tus ojos. No es algo físico. 

La protección más inteligente para una mujer es tener fuerza y coraje.

Mellea. 

Le quitó la manzana de sus manos y le doy un mordisco, ella me mira sorprendida, sus brillosos ojos ya se han cambiado por unos asombrados

—No volveré a acercarme a Jassel. —menciono con simpleza.

—¿Por qué no? —pregunta asombrada.

—Después de que los dos salgamos en una revista de chismes, no querrá saber más de mí, dirá que lo planee. ─mi mirada se centra en la pantalla del televisor.

—Sería un idiota si lo hace, mi cuñado no es así. —menciona con absuelta sutileza.

Si supieras...

Su cuñado dijo ¿acaso?

—Y si no es para ti, pues mejor hermana, hay más peces en el mar. ─dice con tranquilidad.

—Tal vez.

Alessia camina hacia el sofá, deja mi celular sobre la mesa y se hecha completamente, tira el desecho de la manzana en el tacho de basura, la cual cae preciso.

—¡Eso! ¡Soy fantástica! ─grita eufórica.

—Lo eres.

Ella fija la mirada en su celular, luego después de unos minutos voltea a darme una mirada, la cual no puedo descifrarla rápidamente.

Se levanta y me jala hasta la habitación.

—No hagas eso Alessia, sabes que no me gus...—ella pone su dedo sobre mis labios, callando mis quejas.

—Haz silencio y escúchame.

Me controlo para no seguir quejándome por su actitud.

—Iremos a una fiesta está noche. ─dice rápidamente, tomándome por sorpresa.

—Ah mira ¡Qué bien! ¡Suerte!, Regresa temprano, tenemos horario de llegada. —le digo e intento salir de la habitación, pero Alessia me empuja hacia atrás y caigo en la cama.

—Me estás escuchando Mel. ─habla enojada y me apunta.

—Lo estoy haciendo Alessia.

—Iremos las dos. ─dice anotando mi presencia.

Niego, ella me sujeta las mejillas y las aprieta levemente.

—Sabes que no me gusta que me hagas esto. ─susurro y me sobo la zona afectada.

—Por eso lo hago, si no vas conmigo te haré esto hasta que salga el sol. —me amenaza, intento retroceder, pero llegó al respaldar y golpeó mi cabeza.

—¿Por qué a esa dichosa fiesta? ─pregunto de una vez.

—En ese lugar estará Andreas. ─susurra.

Yo me acerco a ella y le tomo de las orejas.

—Creí que ya no querías saber más de él. ─le digo muy cerca de su oído.

Ella se queja y la libero al ver su cara roja.

—Es verdad, pero deseo ver que vea que la estoy pasando increíble sin él.

Niego al ver su comportamiento un tanto inmadura, debe superarlo.

—No es cierto. —respondo y ella me da un lapo en la cabeza.

Su golpe no me duele, pero me quejo por su brusquedad.

—Auch estúpida.

—Debo mostrarme fuerte y decidida. ─mueve sus manos como si estuviese declamando.

—Lo eres, no tienes que probarlo a nadie. ─contesto, pero ella hace oídos sordos a lo que le digo.

Sus suplicas logran convencerme después de una hora, Alessia se levanta rápidamente y me lanza una toalla, me empuja hacia al baño.

─No hay tiempo debemos ir por los vestidos. ─dice.

─Me comprare uno que este a bajo costo. ─menciono y cierro la puerta del baño.

─Yo comprare nuestros vestidos, seremos las más guapas de esa Fuckin party. ─su grito logra traspasar las paredes.

<<Maldita fiesta>>

No me niego a que me compre algo ya que ella cuando así lo desea lo hace, aunque te niegues, además luego termino aceptando porque tiene un gran sentido de la moda, sus gustos son exquisitos.

Cuando llegamos a una tienda de ropa, con un diseño único e irresistible según todo lo que me dice mi hermana en el camino.

Esta decidida a ir y dar la mejor presencia en esa fiesta, se que me quiere llevar a ese evento para poder detenerla en cualquier cosa que pueda hacer.

Alessia comienza a hablar con la señorita que se acerca enseguida a atendernos, yo me dispongo a observar todos los vestidos, ella me trae varios vestidos y yo señalo uno rojo.

Y aquí estoy viendo mi reflejo, tardo en reaccionar.

El vestido es de un color rojo no es demasiado encendido que digamos, es muy hermoso, tiene una abertura en la parte de la pierna derecha, es un vestido sin mangas, elegante para esta noche, reluciré con este atuendo, pero tendré frío por lo escotado que es, me tapó con mi abrigo.

—Compraremos un abrigo acordé al vestido Mel. ─menciona Alessia.




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