Seducción irresistible.(parte 2)

Capítulo 21

No te confíes de las aguas mansas...

Las personas salen del lugar y miran la situación conmocionados por la situación, algunas mujeres murmuran y otros dibujan una media sonrisa, ante el percance.

Los hermanos y primos Greco se colocan detrás de Andreas. 

Mis hermanos hablan conjuntamente, se miran entre si y lanzan un comentario.

—Aqui hay un claro rompimiento de las reglas. —espeta Dylan fijándose en Konstantin.

Adler se pone a mi costado y palmea mis hombros.

—Se que tu no causaste esto Jass.—dice y mira a Vadim.

La voz ruda de Dylan hace que voltee a verlo.

—Las reglas han sido rotas en ambas partes, así que esto tiene que quedar aquí. —grita y voltea a ver las personas que nos rodean.

—¡Por que deberíamos olvidar, esto! —gruñe furioso el señor que ya esta parado y su hijo esta al frente.

Su comentario hace que enfurezca, Dylan me rodea con sus brazos para no lanzarme a él.

  —¡No caigas en su juego y ten calma! —me susurra y yo trato de calma mi respiración.

Todos los miembros del circulo empiezan a votar después de haber escuchado la situación que cuento, las votaciones son a favor de mi y suspenden al hijo de Vadim por un año, el viejo no se ve perjudicado ya que es un señor que ya tiene según todos la edad avanzada para que pueda haber interferido en los planes de su hijo.

Me hierve por completo la decisión final, miro hacia Mellea la cual luce anonada, su cara refleja asombro, la verdad ya salió a la luz, ahora ella ya sabe que soy parte de la mafia alemana y que por si fuera poco su cuñado pertenece a otra de las mafias poderosas en Italia.

Los expectantes se retiran del lugar, al igual que mis hermanos los cuales se despiden, el viejo ruso centra la mirada en nosotros y dibuja un media sonrisa, esta claro que busca provocarme, se acerca a mi y me empuja.

—Esta vez ganaste tu, pero la otra ocasión, me encargare de destruirte. 

Él se da la vuelta, aprieto los puños con fuerza y solo atino a contestar:

—La próxima vez no dudare en matarte. 

Sus pasos se detiene, voltea un poco su rostro, parece pensar un momento, pero no lanza otro comentario y se da media vuelta para marcharse en el auto.

Miro a Mellea la cual sujeta mi traje con fuerza, tiembla de frio, se pone de pie he intento estrecharla a mis brazos.

—Esto es asombros... —murmura, lleva sus manos a su cabeza y se pasa las manos por su cabello.

—Lo siento, nunca quise involucrarte en esto. —le digo, pero ella niega y encoge sus hombros.

—Tal vez nunca debí involucrarme contigo. —sus palabras hace que tenga efecto en mi, siento mi estomago revolotearse.

Quiero responde a su comentario, sin embargo los gritos de Alessia resuenan.

Alessia bota sus tacones a un lado y empieza a caminar sin importar que este descalza, el asombro en el rostro de Andreas es increíble.

—¡Vete a la mierda! —dice retrocediendo cuando él se interpone en su camino.

—¡Ale! —menciona Andreas, pero como ve que ella se reúsa a irse con él, lo siguiente que hace es cargarla en los hombros y darle una nalgada.

Mellea intenta irse con ella, pero yo la detengo.

—Creo que ellos necesitan hablar.

—¡Que se vaya al demonio Andreas! —dice y acerca su rostro. —No quiero ver mas a mi hermana llorar por ese hombre. 

—Ellos tienen asuntos que resolver Mel. —ella deja de moverse en mis brazos y voltea a observar la situación, suelto un bufido al darse cuenta de que estoy en lo cierto.

Andreas baja a Alessia de sus hombros y ella le propina una buena cachetada.

—¡Auch! —el golpe en la mejilla de Andreas resuena, el lleva su mano a su cara, asombrado por el golpe.

Mellea me ve y susurra.

—Se lo merecía.

La muevo levemente para irnos del lugar, pero ella se niega por completo a retirarse.

—No iré contigo Jassel. —responde con seriedad absoluta. 

Ella se mantiene expectante y con los brazos en su pecho.

—Ya le has dicho a todos que hemos acabado. —grita Alessia he intenta moverse y esquivarlo, Andreas vuelve a cargarla, ella gruñe por la acción y se remueve intranquila.

—¡Eres un idiota Andreas Greco! 

Un auto se estaciona cerca de él, baja a Alessia de sus brazos y le señala que entre al auto, ella esta vez no se niega a entrar, pero su rostro refleja enojo puro, ellos se marchan y Mellea resopla.

Entra nuevamente a la fiesta y vuelve a tomar una copa de champan, le quito la tercera copa y la pongo en la mesa.

—¡¿Por que haces esto?! —grito por que la música comienza a ponerse mas fuerte.

Mellea se da la vuelta, su mano esta en su cabello quitándose su gancho, lo guarda en el bolsillo del traje.

—Es muy simple, todavía sigo analizando como es que estoy rodeada de mafiosos. —la música deja de sonar y cambian a una mas suave, así que las miradas se centran en Mellea.

Volteo y sonrió, para tratar de disimular esta situación.

La agarro de su brazo y la llevo hacia la salida.

—¡Ay! no seas tosco.

Visualizo mi auto, nos dirigimos hacia el y abro la puerta, ella se pone reacia y niega querer entrar así que uso la fuerza.

—Llévame a mi casa. —se acomoda en el asiento y se tapa con mi chaqueta, suelta un bostezo y cierra los ojos.

Mi celular vibra en mis pantalones, un numero desconocido me envía un mensaje.

Necesito arreglar temas con Alessia, cuida de Mellea.

Andreas.

Doy media vuelta y me dirijo a mi casa, me bajo del auto y abro la puerta para sacar a Mellea del auto.

Entro a casa y la recuesto en el mueble, quito los mechones que se interponen en su rostro.

Voy hacia la cocina y remojo un paño, lo paso por sus labios y limpio el resto de sangre, la veo removerse en el mueble, la sujeto cuando se da una vuelta muy cerca al borde.




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