Seduce al jefe

Capítulo 8

Santiago, como lo prometió me dio un recorrido por las instalaciones de Elladice!, podía jurar que mis ojos veían todo con emoción, sin importar el piso y su área.

Sin menor duda, este era el edificio de mis sueños.

Nos encontrábamos en el piso quince, ¿Saben que significaba eso?

Era momento de ver mi piso, es cierto que lo vi el sábado, pero estaba tranquilo casi no había personas en el lugar. Hoy inicio de semana, debía de haber más personas y debería de verse más activo el piso. Más vivo.

Y en cuanto las puertas se abren, era cierto, totalmente cierto eso que decían que te podías enamorar a primera vista. Y no forzosamente de una persona.  

Todo el alboroto venia de todas las esquinas, los gritos, las idas de un lugar a otro.

─Este es nuestro departamento más activo ─Habla Santiago mientras yo veo todo con fascinación ─, aquí es donde se crean las grandes ideas de esta compañía. Puede parecer a simple vista que es todo un caos, pero para el final del día y sobre todo de la semana aparecen ideas encantadoras… Así es como lo llaman las mujeres del departamento de redacción e ideas. A otros departamentos no les agrada mucho venir en el día ya que todo les parece un caos…

─Yo creo que es fascinante ─Siento su mirada puesta en mí y levanto la cabeza para verlo─. ¿No lo crees?

Me dedica una sonrisa cálida, como si me tratara de decir algo como “Lamento que no estés y que te encuentres en nuestro departamento”.

─Ya lo creo ─Pero sabía bien que no lo veía de esa manera, él no tenía esos destellos de emoción en sus ojos, simplemente lo veía como el departamento loco─. Es muy raro que llegues a necesitar algo de esta área, pero si quieres pasar no creo que nadie se moleste con tu presencia. Continuemos con los demás niveles.

Dirijo una mirada hacia atrás con un gran suspiro, solo ocho semanas estaré en ese caos donde me encontrare de un lado a otro, feliz. Saliendo, buscando que escribir en un gran artículo. Buscando la foto perfecta. El articulo perfecto y que al final de este venga impreso mi nombre.

Por el momento haré el trabajo que no quiero para conseguir con el que siempre he soñado.

Tania sale de su oficina y me ve por unos instantes, me guiña un ojo y con eso se dirige a alguna estación del trabajo.

Regreso con Santiago al elevador. Pasamos por los últimos pisos, hasta llegar al último, donde se supone que está la oficina del director de Elladice!

Por lo que se, su esposa y el habían fundado la revista, pero ella falleció años atrás… Recuerdo que ese artículo cambio muchas cosas en mi… No podía creer que una de las mujeres que más admiraba en este mundo había fallecido a tan temprana edad, estaba segura de que le quedaban muchos años más de vida. Pero así era la vida, en un momento estas y en el otro no. Ruby O’Donnell. La chica que empezó de cero todo, la mujer que admiro todavía, la mujer que siempre supo mantener un orden en su revista y la convirtió entre las tres más populares en todo el país.

Nos adentramos un poco más en las oficinas privadas del último piso.

─Necesito que memorices a la perfección estas oficias, vendrás muy seguido. Asiento con cuidado.

La primera oficina estaba ocupada por un señor que no apartaba la vista de su computadora.

─Fabricio Hall ─Me quedo congelada, un Hall─. Hijo menor, el cuarto del director. Es muy dedicado y puede llegar a ser el más serio de los cuatro hijos.

Ahí vuelvo a quedarme todavía más congelada, ¿Eso era posible? Pues sí, podía ser posible. ¿Cuatro hijos? No me había dedicado a buscar más de la vida personal de Ruby O’Donnell, solo seguía su vida profesional. Y veo que he cometido un error básico, no buscar información básica de Cameron Hall, por lo que ahora mismo puedo deducir que es uno de los nietos de Ruby O’Donnell.

Ni si quiera se inmuta de nuestra presencia y continuamos por los pasillos. En la siguiente oficina.

─Luis Hall ─Esta tan vacía y con muchas decoraciones de Star Wars─, tercer hijo de la familia de los Hall. Para serte honesto, no lo verás muy seguido por las oficinas… Digamos que es el más rebelde de todos, solo tiene una oficina aquí para que el director lo mantuviera vigilado… Aun así, no asiste mucho y tampoco está encargado de nada en específico. Es una simple oficina para que pueda jugar sin ir a otro lado.

Me sorprende que siempre haya un rebelde en la familia.

─La siguiente persona es con la que debes de tener cuidado, puede parecer amable pero solo mueve las piezas en su juego a conveniencia ─Si el secretario de Cameron lo decía, no era por nada, debía de tener cuidado─, segunda hija. Romina Hall, gemela del primer hijo. Probablemente tengas que venir bastante a su oficina a entregar papeles que el jefe te entregue debido a que es la vicepresidenta de Elladice!. Trata de no hablar mucho cuando vengas, será lo mejor para ti.

Asiento comprendiendo todo. Supongo que todo el lugar era como un campo minado, y yo debía de ser el soldado que visualizara esas minas para jamás tocarlas.

Ella levanta la mirada y me sonríe, no una sonrisa cálida para ser honesta, le regreso la sonrisa con la mejor postura que puedo hacer. Esa sonrisa me recuerda a alguien.




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