Seduce al jefe

Capítulo 14

La mañana del lunes me había pasado tan rápido al igual que mis interminables pensamientos del domingo.

Porque en efecto, el domingo fue toda una tortura para mí, mis pensamientos no me dejaron descansar y si se lo contaba a Sofia solo iba ocasionar que mis pensamientos fueran a una mala dirección y solo quería evitar eso. Me iba a confundir mas de lo que ya me encontraba.

Porque esa sonrisa apenas visible no me dejo descansar ni el sábado en la madrugada ni mucho menos el día de ayer mientras lo pensaba una y otra vez en la ducha.

Lo único que me mantenía cuerda un lunes a medio día eran las llamadas interminables y las respuestas de correos.

Porque el lunes estaba marchando como cualquier otro día de trabajo. El lunes representaba que toda mi realidad era normal y no debía de marchar diferente por escasos momentos que viví el sábado por la noche.

Escasos momentos que hizo mi corazón palpitar más de lo que alguna vez lo ha sentido.

Cameron se portaba como el clásico jefe de siempre.

Normal y frio al que todos los trabajadores estaban acostumbrados a ver, o por lo menos eso era lo que yo había notado. Le había pasado llamadas urgentes, y nuestras interacción del día se había basado en confirmaciones y no más.

Reviso la hora, ya casi era la hora de salir de comer, eso significaba que pasaría al restaurante de comida china cerca de la oficina a comer de una forma tranquila junto a mis pensamientos caóticos y recoger el paquete que había encargado para Cameron.  

Antes de ello, Alejandra ─Trabajadora de algún cubículo del mismo piso que el mío─, se acerca a mí escritorio junto con una carpeta de manera tranquila y la recibo con una sonrisa calidad.

─Adele necesito que revises las fechas de estos documentos que cuadren con la agenda del jefe y una vez confirmado que todo esta en orden, ¿Podrías llevarlos a Sonia del área de redacción? Necesitan al jefe unos días para revisar la coordinación de la revista quincenal. Sonia es quien se encarga de parte de la coordinación.

─Claro, ahora mismo lo hago… ─Sin más Alejandra se va a su cubículo de una manera tan tranquila.

Usualmente algunas trabajadoras se quedan más tiempo intentando ver por la ventana a Cameron. Algo que he notado es que les da un poco de miedo interactuar con él, pero les encanta verlo cada vez que tienen la oportunidad de realizarlo.

En menos palabras eran como Liz, observando de lejos una persona guapa y comprometida con su trabajo. Definitivamente llegaba a ser bastante atractivo de apreciar eso.

Agito un poco mi cabeza, seguir pensando en Cameron Hall no ayudaba en lo más mínimo.

Empiezo a ver horarios, fechas, actividades que hay dentro de la carpeta y las comparo con los horarios que cuento de manera previa de Cameron en su agenda.

Una vez que parece que todo marcha bien, tomo la carpeta y mi bolso. Aprovecharé para entregar la carpeta y después ir a comer. Tengo ganas de comer el pollo agridulce de la comida china. Sonrío ante ese pensamiento.

Bajo por el ascensor un piso para encontrarme con el ruido eufórico del piso de redacción. Paso a recepción del piso y pregunto por Sonia. Y la de recepción me apunta a un cubículo donde la chica que se encuentra sentada se la pasa jalándose el cabello de una manera tan frustrante. Me parece una escena un poco graciosa. Digo ¿Cada cuanto ves a alguien frustrado de esa manera?

Me acerco y doy unos toques ligeros a su escritorio para llamar la atención esperando que retire sus manos de su cabello maltratado por ella misma.

─¿Hola… Eres Sonia? ─Pregunto y con ello, ella levanta la mirada sin retirar sus manos de su cabello, la escena es todavía más graciosa para mi─. Me pidieron que te pasara un poco del horario de Cameron Hall para que puedas trabajar con él en la semana.

Me observa con ojos a detalle, me esta observando con mucho cuidado a toda mi persona para ser más exacta, pero no me incomoda. Agita su cabeza de una manera tan obvia que no puedo quitar de mi cara una sonrisa traviesa. Por fin retira sus manos de la cabeza y suspira.

─Claro, eres Adele. La chica nueva que no está explotando como las demás secretarias ─Sigue observándome con curiosidad─. Soy Sonia, soy coordinadora de eventos de la zona de redacción.

─Un gusto Sonia, he revisado los horarios espero que alguno pueda ser de ayuda para ti ─Con ello le entrego los papeles─. Si tienes alguna duda del horario puedes contactarme a la extensión 337.

─Claro… Gracias por la información.

Con ello doy media vuelta y empiezo a caminar al ascensor para ir por esa comida china que tanto deseo hoy.

─¡Espera Adele! ─Sonia se posiciona junto a mí a toda prisa por lo que me detengo un poco en seco─. ¿Crees que pueda platicar contigo mañana por la mañana?

─¿Conmigo? ─No esperaba que pudiera buscarme a mí.

─Si, necesito un favor y creo que podrías ayudarme a la perfección en eso ─Suspira cansada─. Es algo muy sencillo, pero realmente creo que podrías ayudarme.

─Si es que no toma tanto tiempo…

Ella agita con mucha euforia su cabeza de izquierda a derecha. Observándola más de cerca se ven sus ojos bastantes cansados como si no hubiera dormido bien en varios días, lo más seguro es que esa pueda ser la respuesta correcta.




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