Seduce al jefe

Capítulo 15.

─Deberías de dejar de hacerlo ─Es lo único que puedo decir al momento de posicionarme casi a lado de él─. Aston.

Enarca una ceja un tanto divertido. No estaba loca, las caras frías de él habían cambiado desde que nos habíamos graduado.

─Me agrada que nos saltemos los saludos. Pero dime, ¿Qué es lo que debo de detener de hacer?

─Aparecer así, enfrente de mi como si nada ─Con ello pido el ascensor y a los escasos segundos este se abre y entro, tampoco me sorprende que él entre─. Creo que lo has creado fue una farsa en lo que juraste llamar destino. Sabías bien que nos volveríamos a ver.

Él ríe a carcajadas, y yo no entiendo porque lo hace si lo que le digo es serio.

─En serio Adele, eres graciosa. Y no hagas esa cara, en serio lo creo. No es una farsa es el destino.

El elevador empieza a bajar al lobby. Y nadie habla mientras tanto porque la risa de Aston no cesa en lo mas mínimo.

─Y para que lo sepas es el destino que hayas querido trabajar en el mismo lugar que pertenece a mi familia.

─Se supone que no deberías mencionar algo como aquello a una simple empleada podría verse mal.

─No tiene caso fingir que no sabes quienes son los responsables de manejar esta empresa familiar.

─Y ahora me pregunto bien a donde se fue el Aston tímido que conocí aquella noche fría. Ahora solo puedo ver uno mas descarado ─Y de nuevo empieza a reír y no se cómo tomarme esta situación─. Descarado, mentiroso. ¿Algo nuevo que quieras mencionar?

─No soy un mentiroso, te dije que el destino lo resolvería. ¿Sabes tú cuantas personas no trabajan en EllaDice!? Ni si quiera yo estoy seguro de la cantidad de exacta. Así como en una universidad de puedes encontrar con alguien existe la posibilidad de que jamás se encuentren. Aplicaba igual para aquí ─Lo dice con tanta seguridad de ello que provoca que me avergüence un poco de pensar que realmente me podría estar buscando─. Pero para ser honesto, realmente esperaba encontrarme contigo. Realmente esperaba que el destino llegara a cruzarnos.

El ascensor se abre y empiezo a caminar a la salida.

─¿Por qué esa noche no me dijiste que trabajarías aquí? ─Se lo había confesado y él no menciono nada.

─No preguntaste.

─Descarado ─Respondo al instante.

─Lamento eso, pero para ser honesto cuando me siento en confianza con alguien llego a ser este tipo de persona ─Me detengo para observarlo. Ahora entiendo porque cuando vi a Cameron recordé bastante a Aston. Tienen un gran parecido que eso provoca escalofríos en mi─. ¿Te incomoda?

Me muerdo el labio. No lo hacía, de hecho, llegaba ser bastante cómodo que me tratara de esta manera.

─No me incomoda, solo quiero saber… Ahora que nos hemos vuelto a encontrar. ¿Qué es lo que esperas?

Me emocionaba un poco pensar en volvernos a ver o no, porque Aston ese día se comportó de una manera tan extraña que provocó bastante curiosidad hacia él. Había visto a Aston en el banquete, me había quedado congelada en aquel momento… Pero ahora me cuestiono, ahora que estamos de lado trabajando en el mismo lugar… ¿Qué espera Aston de mí?

A pesar de que no responde en este instante, continua siguiéndome hasta llegar a fuera del edificio de EllaDice!, lo más extraño es que realmente no se cuestiona a donde voy, simplemente se dedica a seguirme.

Estoy a punto de decir algo, pero él me gana.

─No lo sé. No planeaba llegar tan lejos ─Siento esto como un meme de internet que leí hace mucho tiempo atrás─. Pero se me acaba de ocurrir una idea muy buena.

No estoy del todo segura de querer seguir escuchándolo, siento que algo malo va a salir de esta conversación si sigo escuchándolo.

Aunque lo sabía bien, no me quedaba de otra más que escucharlo porque había entrado al restaurante chino en cual yo planeaba comer sola.

─No me queda de otra más que invitarte a comer conmigo ─Volteo a verlo curiosa─, pero tu deberás de pagar ya que mis ojos es hijo de alguien con mayor capital financiero que el mío.

Lo veo reír bastante.

Viéndolo así es como si el Aston tímido que conocí hace poco más de una semana se haya esfumado. El Aston antisocial de la carrera jamás haya existido.

─Debí de haber sido tu amigo en la universidad ─Sonrío desganada ante aquella confesión─. Quizás así me habría librado de todas las confesiones casi diarias que recibía.

Llegamos a la caja y pido el paquete que deseo y uno extra para llevar.

─Veo que aparte hubieras deseado usarme de escudo para vivir más cómodamente. Doblemente descarado Aston ─Pero si esta es la actitud real de Aston, no hubiera estado tan mal haber sido amigo de Aston antes─. ¿Y ahora? ¿Quieres ser mi amigo?

Le pregunto mientras nos sentamos de frente y desde que me lo encontré en el piso de redacción me observa un poco fríamente.

Vaya, no pensé que ser amigo mío fuera tan malo.  

─Adele, no quiero ser tu amigo ─Auch golpe bajo, supongo que las bromas de aquella noche no fueron lo suficiente de ayuda. Creo que mi cara es todo un poema porque continua al instante un poco preocupado─. No me malinterpretes. Eres alguien con quien me siento como en estar. Es fácil estar contigo, si lo hubiera sabido antes me hubiera acercado mucho antes a ti.




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