DOCE

Nicole estaba guardando las compras en la alacena cuando Douglas llegó a casa. No lo había escuchado llegar, él se paró en el marco de la puerta y se quedó observando por varios minutos a Nicole. Se fijó de varias cosas, el cabello de Nicole estaba más largo y su color era cada vez más castaño, sus caderas podían llegar a ser una tentación para cualquiera, tenía un buen cuerpo y sus labios eran adictivos, lo más sorprendente era el no haberse fijado en esos detalles.

— Hola. — dijo, Nicole dio un leve grito debido a la interrupción, la casa estaba completamente en silencio y a pesar de eso no había escuchado cuando Douglas había llegado.

— Hola, no te oí llegar. —dijo con voz tranquila aunque por dentro se preguntaba cuanto tiempo llevaba observándola.

Le dio un leve beso en los labios a Nicole, el beso fue tan rápido que ella se tuvo que convencer sobre el beso había sido real y no una ilusión.

Si decir nada Douglas se dispuso a ayudar a guardar la despensa. Una vez terminaron se dieron las buenas noches y cada uno se fue a su respectiva habitación.

La calefacción de la habitación de Nicole no servía, pensó que mañana tenía que llamar al técnico para que viniera a repararlo. Tomo una breve ducha y luego se puso la pijama, al terminar tomo dos almohadas y se dirigió a la habitación de Tommy, dormiría en la pequeña cama que se encontraba ahí.

Al entrar no espero encontrarse a Douglas en la habitación, quien solo tenía puesto el pantalón de su pijama dejando al descubierto su musculoso cuerpo. Podía sentir que sus mejillas estaban ardiendo, jamás había estado en semejante situación con un hombre.

— Solo vine a cerciorarme de que Tommy siguiera durmiendo. — dijo Douglas para aligerar la incomodidad en la que se encontraba Nicole. — ¿Dormirás aquí? — Ella solo dijo un si en un susurro. — ¿porqué? —preguntó curioso.

— La calefacción de mi habitación al parecer no funciona y al ser ya un poco tarde he decidido dormir en la cama de Tommy.

Se quedó pensativo por varios segundos hasta que dudoso hablo.

— Podrías dormir conmigo. — soltó sin más. Al instante Nicole sintió que sus mejillas enrojecían. — quiero decir nada más dormir, la cama es más grande y cómoda que esta. — dijo rápidamente al ver sonrojar la.

Dudo unos segundos, Douglas tenía razón, pero ella no se sentía preparada, notando su nerviosismo le volvió a aclarar que solamente iban a dormir y nada más. Acepto y sin decir nada más salieron del cuarto del pequeño.

Douglas le dijo que podía escoger cualquier lado de la cama.

Habían pasado varios minutos y aún no podía dormir, saber que tenía a escasos centímetros a Douglas la ponía muy nerviosa. Sin estar consiente Nicole soltó un bufido.

— Creía que ya estabas durmiendo. — dijo Douglas a los pocos segundos.

— No, aun no. — contestó nerviosa. Él se reincorporó apoyándose sobre uno de sus brazos para observarla.

Con ese simple gesto sólo logró poner a Nicole más nerviosa. Douglas empezaba a acercarse poco a poco a ella hasta quedar a escasos centímetros de los labios de Nicole, sin pensarse lo dos veces terminó de recorrer los pocos centímetros que la separaban de los labios de Douglas. Por primera vez sentía que él le respondía sin reservaciones, como si realmente hubiera esperado aquel beso desde siempre.

Poco a poco empezó a subir la intensidad del beso. Douglas separo lentamente sus labios de la boca de Nicole para empezar un lento recorrido hasta el cuello de ella.

Nicole coloco sus manos sobre la cabeza de Douglas como si con el movimiento pudiera acercarlo más a ella, ambos se estaba dejando llevar por el momento. Hasta que el celular de uno de los dos sonó, él se detuvo al sentir el cuerpo tenso de Nicole.

—Lo siento. —dijo Nicole, si no hubiera sido por aquella notificación de su celular quizás hubieran seguido y ella no se imaginaba en que podían haber acabado esa noche.

El esbozo una pequeña sonrisa para después darle un beso en la frente.

— Tranquila, igual creo que es un poco precipitado pasar al siguiente paso. — apartándose de Nicole y se recostó en la cama, viendo hacia el techo. — Descansa.

Dicho esto se puso espalda a Nicole.