TRECE

Los rayos del sol iluminaban la habitación, Nicole despertó un poco desorientada. Se sentó en la cama, escucho la regadera del baño, supuso que Douglas estaba tomando una ducha. Ella se levantó dispuesta a ir a su habitación, se tomó su tiempo para ducharse, la noche anterior había sido agotadora debido a que tardo en quedarse dormida.

Aparte todavía tendría que consultar con Douglas referente al cumpleaños de Tommy. Audrey le había dicho que tendrían un ensayo de baile, Nicole estaba segura de que Douglas iría debido a que era padrino de Paul.

Una vez lista fue a la habitación de Tommy, el pequeño aún estaba un poco adormilado. Aprovecho a cambiarle el pañal y bajar a desayunar, ya que después tendría que bañar a Tommy. Cuando llegó a la cocina encontró a Douglas cocinando, este al ver a Nicole apago la estufa y acercándose a ella le dio un beso en la frente a su hijo para después besarla a ella. Nicole empezaba a acostumbrarse a esas muestras de cariño por parte de su marido.

— He preparado el desayuno. — dijo Douglas. — espero y te gusten mis panqueques.

Para seguir con aquel ambiente hogareño Nicole le dio una sonrisa.

— Estoy segura de que voy a amarlos.

Se sentaron a desayunar, cada vez las pláticas entre ellos se volvían menos tensas. Al terminar Nicole se encargó de bañar a Tommy mientras Douglas limpiaba los trastes. Dejarían a Tommy en casa de los padres de Nicole.

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Habían llegado al lugar donde iban a ensayar. Audrey, Paul, Desirée y otro hombre que al parecer de Nicole era atractivo.

— Hola. — dijo Audrey con aquel entusiasmo tan caracterizado, se acercó a Nicole a darle un abrazo. -—Ya estamos completos, solo falta Romina.

Nicole sintió como Douglas entrelazaba la mano de ella con la de él, como si siempre hicieran ese gesto. Tomados de la mano saludaron al resto del grupo. Douglas le presento a aquel atractivo hombre. Se llamaba Killian y al parecer iba a ser otro de los padrinos de Paul.

Douglas empezó a hablar con Paul y Killian, mientras Audrey, Desirée y Nicole se adentraban a la plática. Estaban tan animados platicando que no escucharon los pasos de una persona hasta que esta se aclaró la garganta.

— Por un momento llegué a pensar que no vendrías. — dijo Audrey.

Alanna Newman era la hermana de Audrey, Nicole no había tenido muchas oportunidades de tratar con Alanna y preferiría no hacerlo. El esposo de Alanna, Ronald los saludo; al terminar las presentaciones Desirée habló.

— Lo mejor será que comencemos. — dicho esto Desirée dejo que la maestra de baile diera las instrucciones.

Romina aún no había llegado por lo que Desirée bailaría con Killian.

Douglas coloco una mano en la cintura de Nicole, mientras ella coloco una en el hombro de él y con la otra mano libre juntaron sus manos. Ella sintió la cálida mano de Douglas atravesar la tela de su blusa. Nicole aún no se acostumbraba a tener tan cerca de Douglas, para ella era como un sueño.

La música empezó a sonar y con el inicio de esta Douglas empezó a moverse. Nicole no podía dejar en lo bien que se le daba bailar a él, el baile no era tan complicado y ella lo agradecía porque podía contar con los dedos de una mano cuantas veces había bailado.

El pensar en la cantidad de veces que había bailado en su vida hizo que Nicole recordará la boda entre Douglas y su amiga Melissa. Al ser Nicole una dama de honor tuvo que bailar por un momento con el novio que en ese entonces era Douglas, recordaba lo nerviosa que estaba y cuanto había suplicado porque nadie notara lo que sentía por él.

Ahora a casi dos años de ese suceso, no podía creer como habían cambiado las cosas. El peso de la culpa había recaído en Nicole, su amiga había muerto ya casi un año y mientras ella estaba bailando ahí, con el esposo de su amiga porque aunque ella estuviera legalmente casada con Douglas sabía que para él su esposa siempre sería Melissa y ella muy profundamente lo sabía. Sintiéndose cada vez más culpable, sintió como el aire le faltaba que sin darse cuenta dejó de bailar hasta que Douglas le dio un ligero apretón de manos.

– Lo siento... Yo creo que necesito ir al tocador un momento. — Y sin darle tiempo a Douglas de que reaccionará se apartó de él y se dirigió al baño.