DIECINUEVE

Nicole estaba leyendo el menú.

— Te ves preciosa— dijo sin más Douglas.

Nicole alzó su mirada del menú y casi dejaba de respirar, Douglas la miraba de una manera intensa, las últimas semanas habían sido tan diferentes.

Le agradaban los pequeños detalles de Douglas, casi le era imposible creer que fuera real.

— Gracias. — Estaba casi segura de que se había sonrojado, Douglas tenía ese poder. — Tu igual... Quiero decir eres muy apuesto.

¿Apuesto? Nicole no podía creer que había dicho eso, Douglas sin embargo parecía tomárselo con humor y dándole una sonrisa coqueta le guiño un ojo. Vaya que su esposo cuando se lo proponía era todo un galán.

Ordenaron sus platillo y después de varios minutos se los llevaron. Tommy comia sus verduras hervidas e hizo que la tarde fuera más relajada.

ღღღ

Douglas se encontraba con Paul en su oficina, cada vez estaba más cerca el día de su boda. Algo que puso a pensar a Douglas, el día que se casó con Nicole fue tan informal. No habían ido ni siquiera sus padres, sus testigos ni siquiera los conocían.

—¡Hey! ¿Me estas escuchando? —le preguntó Paul.

—Emm, si.

Paul solo le dio una mirada desconfiada.

— De acuerdo supondré que te creo. — Paul había sido un gran amigo desde la universidad y sabía que Douglas no había escuchado nada. — Bueno, debido a que tu mente está en otro lado sólo te diré que estaré fuera de la ciudad por varios días. 

Al parecer Paul tenía que irse por negocios, aunque se le hizo un poco extraña la actitud de su amigo, parecía nervioso. 

Esa mañana Paul había recibido una llamada de su madre llorando. No había entendido lo que su madre le quería decir ya que sólo escuchaba balbuceos. Lo único que entendió fue el nombre de Audrey y su madre suplicándole porque no se casará con ella. No entendía la actitud de su madre, quizá seria porque no conocía a Audrey en persona, llevaba ocho meses saliendo con ella, cinco siendo novios y tres meses llevando comprometidos.

En varias ocasiones Audrey y él habían planeado viajar a Australia para que su prometida conociera a su madre, sin embargo  el trabajo de ella no se lo permitía y decidieron esperar hasta el día de la boda.

Douglas decidió no darle tanta importancia al semblante de su amigo, pues Paul le dijo que era algo sin importancia y decidió hablar con él hasta que regresara de su viaje, al final del día terminó pronto su trabajo y decidió irse a casa.

Cuando Douglas llegó a casa lo primero que escuchó fue el llanto desconsolado de Tommy, siguiendo su llanto llegó a la habitación del pequeño. Nicole se encontraba cargando lo, intentando tranquilizarlo.

—¿Qué es lo que le sucede? — preguntó Douglas entrando a la habitación.

Cuando Nicole lo vio él pudo notar cierto alivio en su rostro.

— Le están saliendo sus dientes y ha estado un poco irritado. — le explico.

Douglas se acercó he intentó tomarlo en brazos; sin embargo Tommy soltó un llanto desesperado y aferrándose más a Nicole, algo que sorprendió a ambos.

— Si fuera él tampoco querría que me apartaran de ti. — dijo apenas en un murmullo.

Nicole lo escucho pero decidió no darle tanta importancia, en esos momentos Maggie entró con un biberón para Tommy, se lo entregó a Nicole y esta le dio las gracias, se sentó en la mecedora. 

 — Creo que es hora de irme a casa. — dijo Maggie.

— Te llevaré.— le informó Douglas.

Maggie protesto un poco diciendo que no hacía falta que la llevara, mas Douglas siguió insistiendo y termino aceptando. 

El trayecto en coche a casa de Maggie era de 15 minutos por lo que en media hora Douglas ya estaba de nuevo en casa. Solo que al llegar ya no escucho el llanto de Tommy. Entro sin hacer el menor ruido posible a la habitación del pequeño y lo encontró en su cuna durmiendo profundamente.

Salio de la habitación de su hijo para entrar a la suya. Encontró a Nicole escribiendo en su celular. Ella despegó la vista de su celular cuando vio entra a Douglas, el ya se había desecho de su corbata y sacó. sin pensarlo se acostó en la cama de tal manera que su cabeza queda en las piernas de Nicole, eso la dejó sin aliento.

Nerviosa empezó a pasar sus dedos entre el cabello de Douglas.

— Si sigues haciendo eso me quedaré dormido.— dijo con voz somnolienta.

— Lo siento.— le respondió  deteniendo su acción.

Douglas se incorporó un poco y dándole una sonrisa de lado acercó sus labios al cuello de Nicole donde empezó a depositar pequeños besos cálidos.

— No lo dije para que te detuvieras. — le susurró sobre su cuello, eso hizo que sintiera cosquilleo, se apartó completamente de ella. — No quiero dormirme sin antes haber tomado una ducha.

Douglas se levantó de la cama y fue al baño. A los pocos segundos Nicole escucho como caía el agua de la ducha.