Seduceme lentamente y amame

DOS

Nunca había estado tan nerviosa, sentía que las piernas le temblaban, Tommy se durmió rápido, lo acomodó en su cuna, y fue directo al despacho donde Douglas la esperaba.

Él estaba sentado, Nicole entró y tomo asiento frente a él, durante varios segundos se quedaron.

—Quiero el divorcio— esas simples palabras parecieron haber sido una bomba, Douglas no se movió y Nicole podía jurar que tanto a él como ella se le hacía difícil respirar.

Decir eso fue como si se quitará una gran carga, ella planeaba decírselo al día siguiente en el desayuno, más el destino le dio aquella oportunidad.

El silencio reinaba en el lugar, incluso si una hoja de papel caía se podría escuchar el eco.

—Debes estar bromeando— Douglas la miro incrédulo —creó que ambos acordamos este matrimonio por el bien de Tommy.

—Y no he roto el acuerdo, es innecesario que sigamos casados, legalmente soy la madre de Tommy, no tienes que preocuparte, ya que en caso de que algo llegará a suceder él se quedará conmigo.— trato de sonar lo más convincente posible, pero la irritación de que Douglas se pusiera en plan defensivo había enfurecido a Nicole.

Douglas se puso de pie y empezó a caminar hacia la salida del despacho, con el pomo de la puerta en su mano de volteó a ver a Nicole.

—Me niego a firmar el divorcio— y sin más abrió la puerta y salió.

No lo entendía, Nicole ya no entendía nada de su vida desde hace meses.

Nicole empujaba el coche de Tommy con el dentro, estaban en el centro comercial desde temprano, le dio el biberón a Tommy y al terminar el pequeño se quedó dormido. Ya era hora del almuerzo, decidió que lo mejor era ir a algún restaurante cerca para comer.

Cuando llegó al restaurante estaba lleno y supuso que había sido casi un milagro el que encontrara una mesa vacía. Le había enviado un mensaje a Maggie informándole que ese día comería fuera de casa.

— ¿Nicole?— ella alzo la vista del menú para ver a quien la llamo. Enfrente de ella se encontraba un hombre alto, cabello rubio y algo largo, ojos oscuros y de musculatura corpulenta

— Owen...— fue lo único que salió de la boca de Nicole, no podía creer que enfrente de ella estuviera el mismísimo Owen Hard, su antiguo compañero de la escuela — estas... has cambiado.

Y que gran cambió, ya no era aquel joven al que todos sus compañeros le tomaban el pelo y se burlaban por su tartamudeo, su paso a la madurez le dio un buen golpe y para bien.

— Por lo visto tú también, aunque sigues estando igual de guapa o incluso más que antes, me atrevería a decirte que hasta la madurez te pego bien— Nicole no pudo evitar sonrojarse y soltar una sonrisa como tonta.

—Gracias...

Nicole recordaba a Owen Hard como un buen chico, en los últimos tres años de Nicole él fue no solo fue su compañero de clase, sino su pareja de laboratorio. Mientras que Owen recordaba a Nicole Wilson como una muchacha tímida e insegura de sí misma, no llamaba mucho la atención y es que a diferencia de las demás chicas de instituto, nunca llego a verla con una gota de maquillaje.

Sin embargo lo que hacía que Nicole empezara a ser una belleza era su carácter, Owen en el colegio llego a recibir burlas pero Nicole al ser su compañera estaba ahí y como si este necesitara de su ayuda ella simplemente le decía que los ignorara, incluso recordó una ocasión en la que Nicole llego a gritarle a sus compañeros de clase; cosa que sorprendió a todos incluso a ella misma, todo porque Nicole era una persona callada, que observaba todo lo que la rodeaba y solo hablaba cuando era necesario. En ese instante Tommy se quejó, Owen aparto la mirada de Nicole para fijarla en la carriola que se encontraba al lado de ella.

—Tienes un hijo— dijo Owen sorprendido, ella solo le sonrió, él por instinto vio directamente la mano izquierda de Nicole y vio el anillo — Y te has casado.

Sin saber que más decir Nicole solo le pudo decir si le gustaría almorzar con ella y Tommy. Él no se lo pensó dos veces y tomo asiento y observó a la mujer enfrente de él darle de comer a su hijo. El mesero en ese momento se acercó a la mesa a pedir la orden, Owen pidió su plato y el mesero volteó a ver a Nicole y al ver la indecisión en su rostro le recomendó varios platillos.

Tras terminar de ordenar el mesero se retiró.

—Gracias, la verdad no tenía idea de que pedir.

— Por nada, supongo que fui el culpable, tú estabas viendo el menú cuando te interrumpí.



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En el texto hay: bebe, romantica, matrimonio

Editado: 01.12.2019

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