"Seducida por la Bestia (saga Charmed #1)"

Capítulo Dieciséis

 


Al principio me sentí desorientada, mucho a decir verdad. Luego, como si todo fuese un rompecabezas la cosas iban encajado y cuando eso comenzó a suceder el dolor comenzó a sentirse al rojo vivo justo en la zona del impacto. Como si fuera poco, mi cuerpo estaba entumido y tenía un horrible sabor de boca pero no podía quejarme porque al fin y al cabo estaba viva.

Después de analizar la situación con mayor detenimiento y rememorar todo lo que había tomado lugar momentos antes de perder el conocimiento sonreí un poco, porque de alguna manera algo bueno había salido de todo lo que estaba ocurriendo y aunque fuese algo tan vano y estúpido como el volver a ver a Sean me sentía en paz. De alguna manera supe que saldría de ese embrollo gracias a el.

Se sentía maravillosamente bien volver a sostenerlo entre mis brazos mientras dormía como un bebé y yo charlaba con la doctora Olson.
El enfado aún persistía en mi, pero no había nadie que pudiese romper mi burbuja en aquel momento y cuando Taylor me habló acerca del procedimiento por el cual tuve que pasar mi enojo hacia Sean disminuyó mucho mas, no esperaba menos de el. Si hubiese tenido que darme toda su sangre con tal de que yo siguiera con vida y tal vez el no, lo hubiera hecho, sencillamente él es de esa manera.

Pero había algo que me inquietaba y aterraba a partes iguales; desde antes que fuera consciente de todo lo que ocurría a mi alrededor los sonidos llegaban de manera mucho mas clara hacia mí y ni bien tuve la oportunidad se lo dejé saber a la mujer joven que ahora se encontraba sentada frente a mi y por fortuna me ha dicho que es uno de los efectos secundarios causados por la sangre ajena a mi organismo y que corría por mis venas, según lo que dijo tardaría en volver todo a la normalidad dentro de tres o cuatro meses tiempo en el que los seres humanos mudamos de sangre, metafóricamente hablando.

No sabía cuanto de nuestra cháchara haya escuchado Sean o cuanto pueda decirle a ella así que todo el tiempo tuve cuidado de no soltar por boca nada demasiado comprometedor. Si, puede que el se fíe de ella pero yo aún no. Según ella, ambos se conocían desde hacía poco mas de tres semanas y me dio un resumen poco detallado acerca de cual es su rol en todo esto. Supongo que ambas nos sentimos de la misma manera en referencia a los detalles.

Pero mientras todo eso sucedía no podía sacarme de la cabeza a dos personas.

Lihuén y Molly .

Después de que mi mejor amiga recibiera lo suyo en el podio y luego de haber tomado asiento mi teléfono vibró debido a la entrada de un nuevo mensaje que decía que la segunda tuvo un lío con su vestido y desde entonces no supe mas de ellas. Quiero pensar que algo las retuvo allí el tiempo suficiente para que ninguno de los disparos las alcanzacen, y hubiera deseado que no lo supieran tampoco pero estoy segura de que mas temprano que tarde llegaría a sus oídos. Lastimosamente, por mas que fueran importantes para mi, aún no contaba con el alta para salir de casa debido a los posibles riesgos que representaba salir a la intemperie teniendo las defensas por debajo del mínimo.

Pero confiaba en que estuvieran bien, es mas, algo muy dentro de mi me decía que estaban seguras.
Mientras cotilleo un poco con la "amiga" de Sean minutos después de acabar con mi desayuno siento su cuerpo apretarse mas contra el mío y su nariz ser frotada contra mis pechos. Estaba tan afectada que ni siquiera pude reaccionar de inmediato aun cuando me dio un beso fugaz pero firme y salió literalmente corriendo.

Un "tenemos que hablar" de parte de una chica no er un augurio de nada bueno y Sean lo sabía.

Por la postura de su cuerpo pude ver que estaba tenso y tenía razones para estarlo. Era mejor tener una excusa lo suficientemente buena si no quería un buen rapapolvos de mi parte.

Tenía una idea de lo que iba a decirme gracias a los susurros que lo escuché emitir desde baño mientras le daba vueltas al asunto. Estaba realmente asustado y eso decía mucho, también pude verlo en su mirada huidiza cuando estuvo frente a mi y eso me llevó a preguntarme a mi misma si doy tanto miedo como para hacer que alguien como el este cagado de miedo ante mi.

Llevábamos un par de minutos frente a frente y el aún no se aventuraba a decir media palabra y aquella fue mi señal para comenzar con el interrogatorio. Pero antes ambos tomamos asiento, él en el pequeño sillón de una plaza y yo en la cama.

-¿Por que?

-Por que ¿que?

-¿Por que te fuiste sin decir nada?

En el momento que terminé de formular la pregunta su cuerpo dio un pequeño respingo para inmediatamente estirar su mano hacia la mesita de noche que estaba a un lado de la cabecera, de inmediato mi mente pensó en preservativos, si, una mente muy creativa, pero ya saben. Los preservativos siempre en la primera gaveta. Al abrirla tantea durante un par de segundos a ciegas antes de volver a sacar la mano. Con ella sostenía un papel del mismo tono de azul que usó para la nota que dejó para mi y finalmente lo colocó entre mis manos y no me contuve, de inmediato me lancé a desdoblar la hoja y leí su contenido y luego de hacerlo no supe como sentirme al respecto.

"Se que tal vez no te agrade, pero debo irme, no creas que no quiero mas de ti, de nosotros, pero tengo que ir a poner en orden algunas cosas antes de poder dar un solo paso mas en tu dirección. Te veo pronto.
                                      "Sean  A. Hunter"




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