"Seducida por la Bestia (saga Charmed #1)"

Capítulo Dieciocho

¡A leer!


Se hubiera sentido bien el haber regresado al rodeo de la rutina después de estar ausente, crei que una vez de regreso a casa todo volveria a ser como antes. Pero no fue asi. Estaba en ese punto en el que la incertidumbre me embargaba y todo porque Simone me había pedido tiempo. Debo confesar que también me imaginé a mi morena recibiendome de regreso con los brazos abiertos pero nada de eso ocurrió. Literalmente me ha dejado en la banca.

-Amigo, tienes una cara de pena- escuché decir a mi jefa cuando se situó a mi lado en la barra. Hacia mas de una hora que mi turno había acabado pero aun seguía aquí con mi sexta cerveza en mano y cavilando en la manera de cómo hacer que Simone desistiera de la absurda idea del tiempo.

-¿Ah si?¿y como luce una cara de pena?

- Estoy muy segura de que se parece mucho a la que tienes en este momento. ¿Quieres contarle a la tía Charlie lo que ocurre cielo?

Estuve tentado a darle una negativa y largarme de allí en ese momento, pero se tiene que reconocer que hay veces en las que uno necesita desahogarse , sacar toda la carga o al menos una parte de ella para poder caminar con mas rapidez y ligereza. Además, ¿quien podría decirle que no a la jefa? No lo digo porque fuera precisamente ella. Puede que Simone viera las cosas de cierta manera pero sabía que si no lo hacia entonces no hubiese sido nunca.

Lejos de toda esa mascarada de mujer elegante y de alta sociedad  que se traía siempre, de su sentido del humor retorcido existía esa vena maternal que acertaba siempre con los consejos y lo digo porque muchas veces la he escuchado resolviendo conflictos personales de mas de uno de sus empleados en la oficina y antes de que lo digan, no es ser curioso es esta atento a cada uno de los movimientos de las personas que me rodeaban. 

-Es una mujer- digo antes de acercar la lata nuevamente a mis labios en un vano intento de emborracharme aún sabiendo que no lo lograría.

-¿Que ocurre con ella? - apremió Charlie.

-Seguramente recuerdas las razones por las queme fui hace un mes - la miro a los ojos por un breve momento y ella asiente -, lo hice porque quería darle lo mejor, quería que viera que soy un buen partido. Lo hice por nosotros. Hice mi ultimo examen y aprobé, no te las haré largas, fui a por toda la documentación necesaria para poder buscar un trabajo fijo aquí... -pero mientras lo hacia ella corría peligro aquí, por poco y la asesinan por mi culpa. Evité decir en voz alta.

Le mencioné la cosa de nosotros viviendo juntos y como nos conocimos (sin detalles escabrosos claro está) y ella me saltó con que lo suponía. Tampoco era tan discreto que digamos porque en mas de una ocasión se nos había visto juntos mientras desayunabamos en algún café de la localidad y me había acercado al bar. No es que nos escondieramos tampoco.

-Puedo entender el punto- dice vagamente.

- No creo que lo entienda jefa, ella...

- Hagamos algo- me interrumpe-, dentro del horario de trabajo soy tu jefa, pero detrás de la barra soy tu amiga Charlie y no acepto negativas.

Sus palabras me hicieron sonreír con tristeza. Eso es algo que de seguro hubiera dicho Simone.

- Creyó que la había abandonado luego de que casi nos acostaramos, y ahora me esta pidiendo tiempo y no quiero dárselo. Suena egoísta de mi parte pero estoy muy seguro que ella es la indicada y no quiero perderme de ningún segundo a su lado.

- No se si estarás de acuerdo conmigo pero ella es idiota al no apreciar lo que haces por ella. Si no lo quiere pues con mucho gusto me divorcio de Gus y me fugo a las vegas contigo.

Sus palabras hicieron que riera por lo bajo tomándome desprevenido.

Las Vegas. Sería interesante ir alguna vez de la mano de Simone,  aunque para eso debería aceptarme y estar tan enamorada de mi como yo de ella. Así que esos pensamientos deberían guardarse muy bien en un cajón.

- No me estas comprendiendo, me fui por un mes completo sin decirle nada y ahora cuando estoy de vuelta le he explicado el por que...

Inesperado, seco y firme. Fue el dolor que sentí en mi nuca haciendo que por instinto me encogiera. Me había dado una colleja y supongo que por el enojo que transmitía me lo tenía bien merecido. Charlie no era de actuar ligero, si te despedía era porque te lo habías ganado. Así de sencillo.

-¡Seras idiota! ¿Tienes idea de como la hiciste sentir? - por desgracia con todo y eso de poder oler las emociones en las personas estaba perdido. Sacudió la cabeza en negativa hacia mi-. Pues yo si tengo una idea muy clara. ¿Crees que no ha llegado a mis oídos el rolo que te has montado con Betty hace un tiempo? Hijo, en este poblado las noticias tienen alas y no me sorprende que hayan volado directo hacia ella.

- Yo mismo se lo dije -confesé en voz baja-, parecía no afectarle - y eso podía afirmarlo, ¿quien en su sano juicio le da la tabarra a quien le  gusta con su último ligue? Ahora que lo analizo, Simone es la única.

-Me pregunto como es que sigues vivo - dice para luego torcer la boca en una mueca graciosa.

- Ahora que lo dices me sorprende también.

- En lo personal me hubiese sentido utilizada si me hubieses hecho esa barbarie y no dudo mucho que en algún punto se haya sentido también de esa manera.




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