"Seducida por la Bestia (saga Charmed #1)"

Capítulo Diecinueve

Antes de comenzar a leer tengo un par de  puntos que aclarar:

 

1.  El título de la obra puede que les haya parecido curioso e incluso puede que hayan visto una película con el mismo titulo pero a mi me pareció perfecto para esto, el "encanto" puede interpretarse de muchas maneras y esta es la mía.
2. Si saben ver bien y tienen una mente que piensa en probabilidades sabrán conectar los puntos; ella fue alguien muy importante e influyente en la vida de Sean en todos los aspectos.

 

Ahora si, ¡a leer!


Observaba por cuarta vez en menos de dos horas la muestra que descansaba sobre el portaobjetos que era enfocado por el poderoso microscopio y por millonésima vez se sintió tentada a ir por un cigarrillo. Ese habia sido el unico vicio adquirdo en esa vida. Aquello era increíble y frustrante a la vez, la ciencia muchas veces tenia sus grandes aciertos y este era uno de ellos.

Levantó la vista una vez mas fijándose en los diseños del techo de su habitación aun sin poder creeselo, preguntandose a si misma si no había cometido algun error en cuanto al almacenamiento de muestras. Pero rápidamente descartó la idea, hubiera tenido sentido si hubieran solo dos muestras, pero había 6 mas aparte de esas dos burlándose de ella y mostrándole cuan equivocada estaba, sobretodo porque el color de ambas muestras de sangre eran muy diferentes la una de la otra.

Sinceramente, viendo lo que un descuido de su parte habían causado hubiese preferido a la morena muerta y seis pies bajo tierra.

¿Cruel?

No lo era, cruel era que el destino se ensañase con enseñarle que aunque viviera eternamente bailaría al son de su canción todo el tiempo.

Luchando contra la tentación y frustración decidió repetir el proceso una vez mas, una quinta vez no haría daño a nadie. El daño fue hecho en el instante que comenzaron a jugar con la naturaleza, con el orden natural de las cosas. Algún día lograran realmente cabrearla y ella deseaba no estar presente cuando aquello ocurriese. Oh, aquellos inútiles no tenían ni idea de donde se metían, ni siquiera creía que supiesen lo que habían dejado suelto por allí, ella misma no sabía a que la llevaría todo aquello cuando decidió aceptar el empleo por amor. Y ese era su secreto.

Allison Greene fue la primera metahumana y portadora "fallida" del proyecto Faith. En retrospectiva, Sean era el mas inofensivo de todos, pero a su vez el mas peligroso, simplemente porque era parte de ella, aun así ella de todos era la peor. Era mas que una metahumana, lo que era no tenía nombre ni mucho menos apellido, pero desde siempre se ha hecho llamar Dalila aun sabiendo que aquello era solo una manera de definir su supuesta naturaleza.

Ella era 7 personas, 7 cuerpos dispersos. Aquella era la tercera en el orden y aquella era la razón por la cual nunca se vio en la necesidad de tomar nota.

Allison Greene
Nancy Sullyvan
Taylor Olson

...y cuatro mas en ese momento, infinidad de nombres otorgados, todas eran ella, siete mujeres que compartían un alma a la vez, no mas, una psique, seis desechos de si misma. Y aquella era la razón por la que la G.O.G. había conservado a su mas "experimentada" versión de si misma. Pero no tenían idea de lo equivocados que estaban, ella nunca estuvo retenida, ella quiso quedarse hasta que todo aquello pasara.

Como era de esperarse, la quinta prueba arrojó el mismo resultado.

La sangre de un portador tipo A no sobrevivía por poco mas de una hora en lo que básicamente era un ente ajeno al portador original. Ella hubiese saltado de alegría si aquello significara algo medianamente bueno. La metáfora correcta para definir la situación era viendo la sangre como si estuviera infectada con VIH, obviamente ese no era el caso pero trabajaba de una manera muy similar. Los glóbulos rojos morían pero al hacerlo estallan infectando a otros mas y esos otros a los otros atacando de inmediato al ADN, introduciéndose y evolucionando a su manera, pero en esta ocasión la opción era aterradora, de tantas opciones que había tuvo que toparse con ella. Simone Palace era perfecta y era cuestión de tiempo para que los cambios mayores comenzaran a notar se y luego se extendiera la noticia. Otra igual, casi le parecía un chiste, lo hubiera hecho si el mundo no corriese el riesgo de arder.

-Maldita sea- gimió en voz relativamente baja.

Era consciente de que había llegado su hora. Tenia pleno conocimiento de que la observaban desde poco mas de tres horas, solo esperando el momento perfecto, así eran los portadores tipo C. Con fallas, muchas de hecho, pero mantenían cierto parecido a Sean. Todos ellos cazadores natos. De lo que no tenían idea era que ella era el gato y ellos los ratones.

Todos iguales a él, pero por fortuna sus "hijos" (por así decirlo) eran diferentes.

Los suyos eran estudiados, analizados y escogidos por ella misma, sus dos pupilos eran correctos, al menos delante de ella y se sintió plena al saber que aquella parte moriría habiendo cumplido con su propósito además de saberlos juntos, apoyándose.

En el mismísimo instante en el que enviaba el ultimo correo con todas las especificaciones sería el are frío colarse a través de la ventana dejado ver el flujo del viento a través del movimiento fluido de las cortinas blancas. Contuvo las ganas de reír, vaya que lo hizo y a su vez concentró toda su energía en la palma de su mano, debajo de ella se encontraba solo su ordenador, los informes generales habían sido delegados desde hace un día. Segundos después ya no había rastros ni pruebas de lo que pudo haber hecho o deshecho, solo quedaban las cenizas.




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