"Seducida por la Bestia (saga Charmed #1)"

Capitulo Veintiuno

¡A leer! 
 


 


 


 

La primera vez que me ocurrió, he de admitirlo, me asuste. Recule un par de pasos hacia atras en direccion a la pared debido a la impresion. No podia concebir la que imagen que tenía frente a mi se trataba de mi mismo. Era horrible, y no lo digo por ser vanidoso ni nada por el estilo. Era un verdadero monstruo.
 


 

De la impresión pase al enojo. 
 


 

No pude mantener el control. Era tanta la furia al haberme dado cuenta en lo que me habia convertido que arremetí contra la doctora Greene y por poco acabo con su vida. Desde ese entonces entendí que hay cosas para las que jamás estaré listo y una de ellas es aceptar la realidad en la que estaba metido.
 


 

Desde aquel día hubo muchas mas veces en las que perdi el control, debo ser sincero, pero llevaba mucho tiempo conviviendo en paz con mi parte animal, todo iba bien, Simone aun no lo sabía y tenia intenciones de que nunca se supiera pero tarde o temprano acabaría enterandose y por mas que quisiera fingir total normalidad y que en lo que me convertia no era mas que algo "superficial", no podria seguir jugando a que todo estaría en orden. 
 


 

Quería seguir creyendo que podría tener la casa, el perro y los niños. Pero aquello era imposible. Comenzando desde los niños. 
 


 

Amo a los bebés y todo lo que le sigue, lo juro, pero viendo las condiciones de vida que probablemente vayan a tener por mi culpa es mejor mantenerlos a raya. 
 


 

También podía ir despidiéndome de la casa. Con solo ver el rostro palido de Simone mientras escrutaba de arriba hacia abajo sabia que las cosas no irian bien. 
 


 

Ojos de un amarillo demasiado brillante, uñas largas y afiladas, dientes prominentes y rostro desfigurado. Sabía que aquello era lo que veian sus ojos. Y para que mentir, yo aun estaba adaptándome y para que lo supiera de esa manera... 
 


 

Llevé ambas manos hacia mi cabeza y las pasé repetidamente peinando mis cabellos mientras pensaba en una excusa o una explicacion lo suficientemente buena para ella. 
 


 

Solo una cosa debia de no hacer y era el no perder la calma, pero al saber que su vida pendia del jalar de un gatillo hizo que todo aquello por lo que habia luchado a lo largo de dos años se fuera al caño. En menos de lo que podia asimilar habia corrido casi kilometro y medio y me cargué a ese cabronazo antes de que fuese tarde. Le rompí e cuello. 
 


 

-¿Sean? - intentó acercarse hacia mi y la mirada que me daba fue suficiente para saber que no podia quedarme.  
 


 

Así que por primera vez, hui. 
 


 

No quería condenarla a una vida en la que tendria que esconderse y huir con tal de que no la atrapasen, aunque de cierta manera ya la habia arrastrado a esto en el momento que decidí dejarla vivir y para cuando cai en cuenta de que mi plan fallaria estrepitosamente ya estaba sentado sobre las estructuras internas del techo de una vieja fábrica. 
 


 

Taylor me habia advertido de esto, pero no quise escucharla. Lo único que queria en ese instante era que no muriera sin pensar en el precio que pagaría por seguir respirando. 
 


 

Yo no solo era una bestia por dentro, tambien lo era por fuera y ahora ella lo sabia. Lo único que podia ponerme en evidencia lo hizo despues de tanto tiempo. Me deje llevar por la ira. 
 


 

Creo que ya di a entender el por que me muestro tan "inofensivo" y "dócil" frente a casi todo el mundo pero sencillamente no podria ser eterno. 
 


 

Los segundos se volvieron minutos y los minutos horas. Horas en las cuales permanecia en un solo lugar. Podia escuchar el latir del corazón de Simone, pero por alguna razón no sabía lo que sentía y aquello no era nuevo. 
Poco después de haber despertado supe que algo, ademas de su sentido de la audición había cambiando en ella y me preocupaba. Estabamos mas unidos, si, pero no tenia idea aún que tanto y en que manera.
 


 

Ya era demasiado con no tener una vida normal nunca mas y ahora, a cambio de vivir le habia arrebatado algo por lo que incluso yo mataría.
 


 

Su humanidad.  
 


 

Poco a poco su bestia interior querrá apoderarse de ella y le susurrará al oido que se deje llevar y dominar por sus instintos. Aquello sería una odisea. 
Si pasaron meses antes de que yo mismo pudiese controlarme y estar fuera de una habitación sin matar a alguien o amenazar con acabar con una vida, no quiero saber cuanto tiempo le tomaría llegar al punto en el que estoy.
 


 

Miré mis manos una vez mas. Un par de horas habia transcurrido desde que volví a la "normalidad", pero Simone no tenía intenciones de acercarse a mi y no la culpaba. Estaba cerca, pero a su vez lejos de mi rápido alcance. La pobre debia estar muy perturbada para no querer verme y yo, bueno. Yo estaba aterrado. 
 


 

No porque me hubiera visto, sino por lo que vendría luego. 
 


 

Esa mujer se cargaba un genio impresionante, por no decir muy malo y por eso dudaba que pudiese controlarse. Puedo apostar con los ojos cerrados a que se cabreara, eso si no es que ya no lo esta. Mas por el hecho de habérselo ocultado que por haberla salvado la vida de esa manera. 
 


 

Y aunque existían mas formas de hacerlo ninguna era tan efectiva como esa. 
 


 

Me mantuve en la misma posicion esperando a que algo sucediera. Por desgracia eran pasadas las una de la madrugada y no había ni una señal de que se estuviese acercando o alejando de mi, ni siquiera de que estuviera caminando de un lado hacia otro como suele hacer cuando algo le molesta o preocupa.  Estaba tan quieta como yo. 
 




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