Una vez mas recorrí la habitación completa con la mirada en un intento inútil de encontrar algo nuevo. Por mas que lo intentara, la habitación estaba perfectamente diseñada para que ningun sonido entrase o saliera de ella a menos de que se abriera la puerta y ni hablar de la vibración.
Estaba a punto de volverme loca debido al desespero y Sean no estaba mucho mejor que digamos. De lejos se notaba la lucha que mantenía por conservar la compostura. Estaba furioso y no lo culpaba, la situación no daba para menos. Era lo que tenían este tipo de habitaciones, la neutralidad te volvía loco y te obligaba de alguna manera a hacerte hablar.
A primera hora de la mañana recibimos una llamada dándonos a conocer acerca de la muerte de Taylor. En un principio no hubo reacción alguna de parte de Sean, yo tampoco lo podía creer hasta el momento en el que llegamos a la "escena del crimen".
El como llegamos a estar esposados contra la mesa de una sala de interrogatorios es una larga y para nada graciosa historia de la que solo diré que Sean perdió el control. Y hay que aclarar que no en cualquier sala de interrogatorios, era de la FBI.
Estoy por creer que la próxima vez que este esposada será en una celda en algun lugar remoto manejado por la CIA.
El sonido de los zapatos de Sean rebotando rápidamente contra las baldosas también me tenía al borde del colapso. Estaba nervioso y yo no estaba mucho mejor, porque si mis teorias eran ciertas asesinaron a Taylor solo por estar involucrada con nosotros.
-¿Puedes dejar de hacer eso por favor?- digo de repente.
-No puedo. Estoy molesto y lo sabes.
-Te entiendo- intento tomar una de sus manos pero las esposas solo permiten que nos toquemos las yemas de los dedos.
-No creo que lo hagas- dice mirandome directo a los ojos. Por mas que intente demostrar que está calmado puedo sentir el calor emanar de su piel y ver el constante cambio en su mirada.
-Entonces explícame por favor, a veces cuando pienso que todo está bien y que podremos tener un respiro o tratas de huir o nos interrumpen.
-Es justo por eso Luna, se supone que este era nuestro primer despertar estando realmente juntos y pasa esto, y para colmo de males estas encerrada conmigo. Otra vez- susurra lo último en voz baja.
Tenía razones para estar tqn cabreado y lo entendía, hace unos minutos me sentía de esa manera pero llegué a la conclusión de que teniamos que averiguar lo que la había ocurrido a Taylor y también debíamos ocuparnos del cadáver que estaba escondido en nuestro sótano. Si, teníamos sótano y en casi 4 meses nosotros ni cuenta. Aquello rectificaba lo que ya sabía desde que nos topamos con Derrik.
Nos observaba desde mucho tiempo antes.
Pasó algun tiempo antes de que la agente que estaba a cargo de nuestro caso volviera a entrar y esta vez lo hizo con uma carpeta gris.
-Buenas tardes- ninguno de los dos respondió-. Bien, ya que ninguno esta para rodeos vayamos al grano.
Aquel tono despectivo empleado directamente hacia Sean hizo que me aferrara a sus dedos con aún mas ahínco que antes, acción que lo hizo centrar su atención en mi.
-Calmate tu ahora.
Sus palabras fueron suficientes para hacer evidente mi confusión. No sabía lo alterada que estaba hasta que preste atención a su mirada que estaba fija sobre mi pecho. Los latidos de mi corazón iban demasiado rápido, tanto que creí que el pobre colapsaria.
Una pequeña sonrisa brotó de los labios de Sean cuando finalmente pude tener eo control sobre mi misma otra vez. Me sentía extraña estando de este lado del espejo.
>>Bien, necesito que ambos me respondan un par de preguntas - nos miró alternativamente.
-Usted dirá- ya, Molly me hubiera regalado una buena hostia por andar de respondona, sobretodo si tomamos en cuenta la gravedad de la situación. Esto no era un arresto por bandidaje ni posesión ilícita de drogas en una cantidad menor. Era segun ellos por un asesinato.
-¿Como te llamas en realidad?- la pregunta obviamente iba dirigida a él, pero nos tomó a ambos por sorpresa.
Pasaron unos largos segundos antes de que respondiera.
-Sean Aleksei Hunter Bonach.
Por alguna razón escuchar su nombre completo en voz alta me pareció gracioso, cosa que el notó y me guiño un ojo haciendo que todo pareciera de lo mas normal. Ya, hay que darnos un premio por ser los idiotas mas grandes de la historia.
-Digame señor Hunter- comienza a decir la mujer nuevamente-, ¿que hace frente a mi un comandante del ejército que fue dado de baja hace casi cinco meses sentado en una sala de interrogatorio del FBI?
Deja caer pesadamente la carpeta que sostenía sobre la mesa y comienza a acariciar su nuca a causa de lo que posiblemente sea frustración.
Ambos estábamos patitiesos debido a la pregunta. Se supone que su certificado de defunción no se había emitido, por lo tanto podía caminar libremente por todo el país. Y debido a esta nueva información algo comenzaba a olerme mal, muy mal. No solo nos tenía en la mira por una muerte en la que obviamente no tuvimos nada que ver. Tambien se lo acusaba de robo de identidad.
-No entiendo-digo cuando finalmente encuentro las palabras adecuadas -se supone que estamos aquí porque él-señalé a Sean con la barbilla -está directamente relacionado según usted, con la muerte de Taylor Olson, cosa que no entiendo porque hace un momento ha rendido su declaración y se ha comprobado su coartada. Ni siquiera me han dicho que es lo que hago yo aqui y para colmo de males esposada.
Como era de esperarse mis argumentos hicieron que su silencio se prolongara durante un par de minutos, a decir verdad todo era demasiado confuso. Al menos hasta que decidió hablar.
-Desde hace años hemos estado investigando al MCPON* Hendrick Rogers , y la razón tiene que ver directamente contigo. Es algo que se confirmó hace cinco años cuando finalmente pudimos dar con un sujeto de pruebas dispuesto a hablar, por desgracia encontramos su cuerpo sin vida la mañana anterior a su declaración y perdimos toda posibilidad hasta que apareciste tu. Eres la clave para una investigación que involucra a la FBI, CIA y a la CDC. Se que es demasiado extraño escuchar los nombres de tres organizaciones totalmente opuestas en una misma oración, pero creeme, lo vale. Esto es grande.
Editado: 29.01.2021