¡A leer!
Pocas cosas al sol de hoy pueden llegar a sorprenderme. El tipo que estaba sentado casi frente a mi era una de ellas.
Mis recuerdos se hace dos años y medio no eran tan nítidos, pero aún asi tenía fresco en mi mente el dia que entre a las instalaciones por primera vez. Es de esas cosas que por mas que tratemos de olvidar se quedaran allí guardadas para siempre.
Aquel día mientras descargaba mi bolso del helicóptero, a lo lejos pude distinguir a algunos oficiales llevando consigo algunos sacos de lona blancos montandolos en la parte trasera de una camioneta y lo que descubrí mas tarde me revolvió las tripas. El contenido eran nada mas y nada menos que los cuerpos de los soldados que no resistieron al "tratamiento".
Ahora, al ver que había uno de los míos sentados casi frente a mi, observandome de manera casi acusadora me hizo saber que no quería matarnos por su cuenta. Preferían que murieramos lejos de el. Y de cierta manera su mirada fija en nosotros.
Tenía a una temblorosa Simone entre mis brazos, la apreté el un poco mas contra mi cuerpo y me dediqué a olisquear su cabello. Su olor me embriagaba, al menos eso me distraeria hasta que alguno de los dos agentes comenzara a hablar. Derrick también estaba en las mismas. Era mas que lógico que a ninguno de los tres nos hiciera gracia la situación, y por lo visto a ellos tampoco les agradaba mucho, porque luego de enterarse que Simone tambien era una bestia las cosas se tornaron mucho mas incómodas. Todo era mas frío y en vez de ver a Simone como una garantía de no salir lastimada, la veía como el enemigo. Podía asegurar ciegamente que al final ella poseera mucho mas control de su lado salvaje que yo y que aún estando en proceso de "metamorfosis", palabras de Derrick, no mias, ni siquiera teniendola en una prisión doblemente reforzada de fibra de carbono estarían seguros. Así como hasta el momento ha sido mas sosegada que yo en mis principios tambien es mas fuerte cosa que aún no me explico. Siendo descendiente segunda y tener tal desempeño no es normal.
El sonido chirriante del teléfono celular de Simone interrumpe el silencio, no tenía caso el ponerlo en altavoz de igual manera casi todos podríamos escuchar lo que sea que se dijese el otro lado de la línea.
-¿Hola?
-¿En dónde demonios están? Se supone que... ¡Carajo! - un fuerte gruñido se escuchó seguido de algo pequeño caer al suelo y romperse.
Era Cris, hablando desde el teléfono de Lihuén. Lo sé porque el tono asignado para ella es una canción que he aprendido a odiar y mucho.
Mas les valía no haber roto ninguna pieza de la vajilla de Simone o si no correrá sangre.
-¿Estan bien? - pregunta una Simone alarmada
-No. Es Lihuén, no se que ocurre con ella...
El sonido de algo metalico siendo arrastrado por el suelo hizo que mis oidos dolieran de momento. No todo lo que brilla es oro y con respecto a eso hablo de que no es bueno siempre tener un oído mas agudo que el de un perro.
El causante de tan incordiosa sinfonía era Derrick, el cual antes de que pudiesemos darnos cuenta ya le había arrebatado el teléfono a Simone de entre las manos.
-Ya vamos para allá.
Para quienes comemos ansias a cualquier hora del día no hay nada peor que la espectativa y el esperar a que las cosas se den. Por fortuna para mi, Simone se encargó de mantenerme de la mano como si fuera un niño pequeño en medio del centro comercial, gracias a ello pude captar a detalle el entorno en el que nos encontrabamos.
Si hubiera querido escapar desde un principio no lo hubiese logrado fácilmente. En primer lugar, nos encontrábamos a al menos 15 metros bajo tierra, bajo unas medidas de seguridad las cuales me hibiera tomado un buen tiempo descifrar.
Todo estaba tan perfectamente montado y seguro, (al menos para ellos) que solo percibí la escencia de 8 guardias.
-¿Que es este lugar?-preguntó Simone en voz baja. Al parecer ella tambien lo había notado.
Me encoji de hombros. Si ella no tenía idea yo mucho menos.
-Es un centro de operaciones temporales del FBI, esta es una instalacion secreta facilitada por algunos de los contactos de la subdirectora del FBI en D.C. en la CIA. Y como dije antes, esto es grande y llevamos mucho tiempo investigando esto-. Se apresuró a decir el tal Roman.
Rodé los ojos de manera exagerada y tomé de la cintura a Simone atrayendola así mas hacia mi. Lo dicho, ese tipo comenzaba a darme escalofrios, y esa sonrisa... era casi tan aterrador como una Simone cabreada. Casi. Y por si fuera poco los tendríamos, no solo a el, sino a la agente Annie sobre nuestros culos de ahora en adelante, lo que implicaba que los tendriamos a ambos en casa y si Roman se asemejaba aunque sea un poco a nosotros debería ser capaz de dar con el cuerpo del tipo que maté hace poco.
Esto no es bueno.
Por días como hoy es que levanto la mirada al cielo y me pregunto a mi mismo ¿por qué?
Sabía que no tenía caso el pedir o buscar de vuelta mi humanidad, pero tal parece que el destino o la vida, poco me importaba quien fuera, no estaba conforme con solo tener eso de mi.
Y lo digo porque lo primero que veo al abrir nuestra casa es a Lihuén tan "campante" sentada en nuestro sillón y con el ordenador entre las manos. Casi mando a la mierda a Cris por hacernos apretar el culo de esa manera, cuando percibí en el aire el olor de la sangre. Lo segundo es aquella mirada tan familiar, lo sorprendente es que esa mirada no estaba allí hace dos días.
Como siempre el primero en reaccionar no soy yo. ¿Que puedo hacer? El shock inicial es una mierda
-¿Estas bien? - pregunta Simone acercándose a ella.
-No- su rostro era una mezcla entre el terror y la sorpresa. De la misma manera que Simone me acerqué a ella.
Casi en automático su cuerpo da un respingo y comienza a sollozar fuertemente. Era como si nos temiera a ambos.... Oh, mierda.
Editado: 29.01.2021