"Seducida por la Bestia (saga Charmed #1)"

Capitulo Dos

¡A leer hechizadas!

 

 

En el momento exacto en el que dejó la salvedad de su refugio grupal lo supe. Durante la hora y media que caminó en dirección correcta estuve pendiente a cada uno de sus pasos. En los últimos minutos de su trayecto ocurrió lo que llevaba rogando todo este tiempo que no pasara.

Ella no se había percatado , pero en cuanto la esencia del aire cambio de inmediato supe que algo andaba mal. Nunca desee tanto el poder ponerme de pie y ahuyentar a lo que la estaba acechando pero en cuanto llegó a escasos metros de distancia del lugar en el que estaba escondido soltó un bufido de resignación para luego dar la vuelta dispuesta a irse, para ese entonces ya estaba desesperado.

¿Que como se aquello?

Literalmente soy un depredador a dos patas. Durante los últimos dos años me encargué de estudiar a detalle el comportamiento de uno. Desarrollé en silencio todos mis sentidos mas allá de lo imaginable, mi vista, mi oído y olfato mejoraron increiblemente y ni hablar de mi condición física. ¿Mi problema?

Soy lo que muchos denominan culo de mal asiento.

Y aquello es de nacimiento. Aun no se como no acabaron descubriendo que las puebas funcionaron. Y se que no lo saben y que no lo estaban fingiendo porque estudié sus patrones de comportamiento, los de todos y cada uno de ellos. La única que estuvo pendiente a todo mi avance fue la doctora Greene pero por alguna razón los tachó, rellenó mi informe con información falsa. Ni siquiera hizo un dossier para ella misma. Gracias a ella pasé recluido y en cuarentena por poco menos de 6 meses, pero la verdadera razón de aquello fue para que nadie tuviera contacto conmigo mientras ocurrían los cambios mayores.

Fue meticulosa, puntillosa, quisquillosa y todo lo que terminara en -osa conmigo. Incluso me dio un par de jalones de oreja por mi impulsividad y cuando le pregunté la razón de ocultarselo a los de mas arriba me dijo que sabía lo que ocurriría conmigo si llegasen a descubrirlo, que no pudo evitar convertirme en lo que soy pero si podía evitar que apagaran mi vida.

-Te he tomado cariño, eres como un hijo para mi, ademas piensa en lo que ocurriría. Te mataran y estudiarán tu cuerpo y no me lo perdonaría.

-¿Como una rana disecada? - suelto una risilla aun a sabiendas que era un tema serio.

-Extraña referencia pero si, tal cual - se inclina un poco mas sobre la barandilla mirando hacia abajo para asegurarse de que no haya nadie pululando por allí corriendo el riesgo de ser descubiertos

Aquella noche fue una de las pocas en las que pude salir de la base sin ninguna restricción, aunque salir no es que fuese el termino correcto, y sin restricciones tampoco. Ella usó su tarjeta de autorización y nos saltamos varios operativos para poder salir y hablar un poco. Y fue mas el asunto de tener a un animal enjaulado. Si los humanos no soportamos muchas veces el encierro un animal se siente irascible ante el sentimiento y los entiendo perfectamente me estaba volviendo loco.

Varios meses despues, renunció, no sin antes haberme prevenido y enseñado a comportarme. Ya puestos solo me faltaba la correa para ser un perro, aunque quien sabe, tal vez tenga parte de ello también. Tendré que averiguarlo. El asunto es que me comporte lo mejor que pude, hasta hace 4 días. El tiempo exacto que había transcurrido desde que me habían metido a esa jaula de luchas.
 

Estaba a punto de irse y tuve que ingeniarmelas para hacer ruido. Aquellos gilipollas por una vez hicieron algo bien en su vida. Dejaron mi bulto con ropa conmigo. Supongo que pensaron que no sobreviviría mas que unas horas estando herido y hambriento ademas de querer aparentar que mi muerte fuera un accidente, que alguna fiera habia acabado conmigo mientras hacia una expedición. Pero sigo aqui, tres dias despues de que me abandonaran a mi suerte. Lo malo es que estoy herido gracias a una mordida de uno de los "mios". Lo bueno. He podido sobrevivir gracias a pequeñas liebres curiosas y también gracias a una gotera ubicada en la pequeña cueva en la que me escondía.

Y hablando de curiosas parece que mi estrategia funcionó, pero aun así tengo un factor en mi contra. El depredador.
Es de aquellos que no se rinde y creo que esta sacando partido a la escalada que tiene que dar la chica para poder matarla y comer de sus restos sin que ningún otro animal se cruce en su camino.

Estaba a punto de saltar sobre ella, su grito aterrado llegó a mis oídos pero ya era tarde, al menos para el coyote. Me lancé sobre el y ataqué directamente a su garganta cercenando su yugular mas por instinto que por otra cosa. En menos de cinco segundos el ya estaba reducido y yo, retorciendome de dolor en el suelo. No supe que hicieron exactamente con el tipo al que metieron a la jaula conmigo pero su mordida se sentía peor que la de una serpiente venenosa y vaya que se lo que se siente que una de esas desgraciadas te muerdan.

De un momento a otro siento que la chica se sitúa a un lado de mi cuerpo y se agacha quedando de cuclillas. Puedo asegurar con los ojos cerrados que vio al otro tipo, a la bestia y me sorprende. Me sorprende que se haya quedado, cualquier persona hubiese salido corriendo. Yo en lo personal, con todo y lo entrenado y que haya visto mucho de lo que soy de donde me sacaron hubiera corrido. Pero ella no. Al contrario se quedó. Estaba sorprendida, anonadada y sin palabras pero tambien tenía miedo, su cuerpo me lo decía, el como sudaba y como mantenía una pequeña distancia de mi.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.